El día 3 de noviembre de 1894 la Corporación Municipal
de la villa de Torrelavega aprueba denominar a la calle Ancha, calle José
Felipe Quijano “como medio de perpetuar la memoria del que fue digno alcalde de
Torrelavega y de premiar las grandes virtudes cívicas de que dio muchas pruebas
en el desempeño de su cargo, no menor que por su amor a la Villa que debe a él
importantes mejoras”[1]. ¿Qué les llevó a aquellos munícipes a aprobar
este decreto?
José Felipe de Quijano y Moncalián (1804-1859) fue
abogado, diputado provincial por Torrelavega, alcalde de esta villa y Diputado
a Cortes. Tuvo bufete en la Plaza Mayor[2]
y ocupó el cargo de Procurador Síndico General[3]
de la villa de Torrelavega. Estudio “Bachiller en Leyes y Bachiller en
Filosofía”. Ejerció no solo de abogado sino también de Fiscal y además fue
docente[4]. Toda una personalidad.
Nace
el día 1 de diciembre de 1804 en Los Corrales de Buelna. Sus padres Antonio
José de Quijano y de Hazas, abogado de los Reales Consejos y Alcalde Mayor del
valle de Buelna y su madre Cipriana de
Moncalián Cotillo. Se casan el día 7 de febrero de 1804 en la iglesia parroquial de Ambrosero[5].
El novio era hijo del Licenciado José
Luis de Quijano y de Gabriela Hazas,
naturales y vecinos del lugar de Los
Corrales. Y la novia hija legítima
de Juan Antonio de Moncalián y de Ramona
López de Cotillo, natural y vecinos del lugar de Ambrosero. Son los abuelos
paternos y maternos de Jose Felipe Quijano. Sus padres tuvieron, además de
nuestro alcalde, ocho hijos más.
Su
juventud no fue fácil. Con solo 20 años se queda huérfano, de padre y madre. Al
ser el primogénito, y no sin ciertas dificultades, se hace cargo de seis
hermanos que eran los que para entonces todavía vivían, que sepamos, Leonarda,
Máxima y Guadalupe[6].
José
Felipe de Quijano y Moncalián llega a Torrelavega el mismo año en que se casa
en 1842. Nombrado Procurador Sindico General de la villa vivió y tuvo su
despacho en la casa “con reja y jardín” que estaba en la esquina de la calle
Ancha con la de los Mártires. Al lado en
una mansión denominada “Finca de la Portalada” que era propiedad de los
Fernández-Hontoria y que estaba ubicada entre la calle Mártires y calle del
Tropiezo, vivía la que más adelante será su mujer, Rafaela.
Relacionado
con la burguesía de la villa por su despacho de abogado, José Felipe de Quijano
y Moncalián, conoce a una joven agraciada llamada Rafaela que era hija de
Isidoro Fernández de Barreda[7]
y Micaela Hontoria y a la que llamaban por su belleza “La maja”[8].
José
Felipe de Quijano y Moncalián contrae matrimonio en la iglesia de Nuestra
Señora de la Consolación, el día 10 de octubre de 1842, con Rafaela Fernández
de Hontoria (1816-1863)[9]
que había nacido en Cádiz en donde sus
padres habían residido una temporada[10]
por negocios. El matrimonio tuvo cinco hijos: José María (1843-1911)[11],
Gilberto (1848-1908), Encarnación que murió muy joven, Avelina (1848-1863)
melliza de Gilberto que murió con 15
años y Juana Petronila (1854-1854) que falleció con 6 meses.
En
aquellos años lo viajes no eran tan sencillos. Isidoro Fernández Iglesia, padre
de Rafaela, vivía junto a sus padres en Cádiz. Y su prometida Micaela de
Hontoria en Cohicillos, de donde era natural. El contrayente era hijo legítimo
de Antonio Fernandez Barreda y de Manuela Iglesia Calderón, vecinos de la
citada villa de Torrelavega. Y la contrayente era hija legítima de Juan
Francisco de Hontoria, ya difunto, y de Maria de Quijano Adillo de esta
vecindad.
No quisieron esperar y se casan por
poderes[12].
Celebran la ceremonia en la iglesia parroquial de Santa María de Yermo[13]
el día 28 de marzo de 1813. Hizo las veces de contrayente el vecino de la villa Juan Manuel González
Campuzano. En la ceremonia religiosa Micaela “asumió la obligación” que tenia
de ratificar su matrimonio con su consorte y marido inmediatamente que llegara
a Cádiz[14].
Y así fue. Del matrimonio nacieron 12
hijos. 3 varones y 9 hembras[15].
Tuvo José Felipe Quijano una destacada
presencia tanto a nivel local, donde fue su máxima autoridad, como a nivel
nacional llegando a ser Diputado a Cortes durante cuatro legislaturas, desde
1846 hasta 1851 que es cuando cesa en su cargo político en Madrid.
Se
presenta a las elecciones que se celebran el 6 de diciembre de 1846. La mesa
quedó constituida y fue presidida por el alcalde Constitucional de la villa
Remigio González Campuzano. Le acompañaron como secretarios escrutadores
Ezequiel Campuzano, Pedro de la Sota, Ubaldo Santibáñez y Joaquín Ruiz de Villa[16].
Cinco días después, el 11 de
diciembre de 1846, se levanta el acta para las elecciones a Diputados a Cortes
por el Distrito de Torrelavega, que era el segundo de la provincia de
Santander, donde es elegido Diputado a
Cortes. El censo lo dice todo. Podían votar 167 electores, votaron de hecho 115
convecinos y José Felipe de Quijano obtuvo 62 votos, la mayoría absoluta y por tanto es proclamado
por el Presidente Diputado para las
próximas Cortes que habían sido convocadas para el día 25 de Diciembre en
Madrid. Los demás aspirantes obtuvieron los siguientes resultados: Fernando Calderón
Collantes obtuvo 24 votos; Luis Rodriguez Camaleño, 14 votos; Casimiro
Polanco, 14 votos y Lope López Quijano
un único voto.
Días
antes de las votaciones, el día 7, se presentó una reclamación escrita y
firmada por los electores Nemesio Polanco, Tomas Rivero y Joaquin Diaz Lavandero, referente a que no se
había hecho suficiente publicidad para dar a conocer las diferentes
candidaturas. La reclamación se
consideró inadmisible, y por tanto no se tuvo en consideración por no haberse
formalizado en plazo como era indispensable según el artículo 62 de la Ley
Electoral.
Ocupa escaño en el Congreso de los Diputados
durante cuatro legislaturas. Comienza en la 1846/1847[17]
y concluye su mandato en la legislatura de 1849/1850. Tomó posesión en la
Carrera de San Jerónimo el 20 de enero de 1847 y a los tres días jura su cargo.
No eran muy largas las legislaturas.
Cinco meses con todas las Navidades por delante. La siguiente comienza el 15 de
octubre de 1847 y termina el 26 de marzo de 1848. La tercera legislatura
comienza el 15 de diciembre de 1848 y termina el 14 de julio de 1849. Al año
siguiente causará baja el día 4 de
agosto[18] porque
había nuevas elecciones. Se volvió a presentar, celebrándose las elecciones el
31 de agosto de 1850. El censo de Torrelavega ascendía, en esta ocasión, a 206
electores de los cuales votaron 170. Nuestro alcalde obtuvo 107 votos muchos
más que en los anteriores comicios. Toma posesión el día 7 de noviembre de 1850
y jura su cargo al día siguiente. Ocho años antes de su fallecimiento, el 7 de
abril de 1851, deja su escaño en las Cortes de España[19].
Fue
distinguido con el título de la Orden de Carlos III[20],
y como abogado, fue miembro de la Real Academia de Jurisprudencia, de la de
leyes de Valladolid y de la de Fernando VII de Madrid. También fue Comandante
del Batallón de Voluntarios Realistas de Molledo, Comisario de Montes y Caminos
y por último formó parte de la Real
Sociedad Cantábrica[21].
. De
tendencia liberal ocupó la alcaldía de la villa de Torrelavega desde 1852 a
1854. Destacó principalmente por dos actuaciones de amplio calado. La primera
hace referencia a la reedificación de la Cárcel del Partido Judicial en la
Plaza del Grano donde además se construye la Casa Consistorial. Y en segundo
lugar por haber conseguido, se implicó mucho en ello, que el trazado del
ferrocarril de Alar a Santander pasara por Torrelavega. Los de la capital
querían que el ferrocarril lo hiciera por Renedo y el valle de Toranzo salvando
el Escudo en detrimento del eje Reinosa Torrelavega. Gracias a él, a sus
gestiones y a sus hábiles contactos en la capital del reino consiguió el actual
trazado que trajo enormes beneficios a este lugar.
Durante
gran parte del siglo XIX la Corporación
Municipal de la villa de Torrelavega carecía de sede. Deambulaba por distintos
locales teniendo que trasladar, cada pocos años, toda la documentación generada
en el día a día. Sabemos por el historiador Aurelio García Cantalapiedra que en
1852 estaba instalada en un local en la Plaza de la Iglesia[22]
propiedad de Francisco de los Terreros donde una parte del local estaba
destinado a escuela[23].
Dos años después, concretamente el día
17 de mayo de 1852, es cuando la Corporación Municipal presidida por su alcalde
José Felipe Quijano y Moncalián aprueba la construcción de una Casa
Consistorial[24].
Comenzaron
las obras y el nuevo edificio se levanta en el mismo lugar donde estaba
instalada, en la finca de Francisco de los Terreros. El edificio con arcos que
ha llegado a nuestros días fue construido por Lorenzo Cobo. Las dificultades
económicas de la villa obligaron, para no parar las obras, a recurrir a un
crédito que concedió Juan Ruiz de Villa al 6% anual. Es posible, no hay
documentos que lo acrediten, que en 1854 se inaugura la primera sede en
propiedad del Ayuntamiento de Torrelavega.
Primeramente
ocupó otros locales en alquiler. En 1847 estuvo ubicada en la Plaza Mayor,
concretamente en la Casa Mesón. Como novedad doy a conocer la imagen de la casa
donde estuvo alojado el ayuntamiento de Torrelavega desde este año hasta 1852.
Deja esta sede y se traslada a la Plaza del Grano porque esta casa mesón se iba a demoler para
construir precisamente la “Casa de los Quijanos” con soportales y nueve arcos
en la Plaza Mayor.
Con 54 años y ya enfermo Jose Felipe Quijano Moncalián
decide hacer testamento. Eligió el día 2 de junio de 1859 y al notario, el del
Valle de Iguña Andrés González Piélago[25]. Veinte días después, el
día 22, fallece por un problema pulmonar[26].
Deja viuda, Rafaela Fernández Ontoria[27], y
cuatro hijos todos menores de edad: Avelina que ya estaba enferma y que
fallecerá el mismo año que su padre, Encarnación, José María que contaba 16
años y Gilberto con 11. Al día siguiente es enterrado
en el cementerio de Geloria en la Llama de Torrelavega[28].
En el testamento[29] mejora a su hija Avelina
por su padecimiento y deja 30.000 reales de vellón a su hermana Leonarda y una
pequeña parte a su otra hermana Maxima. A su vez deja a su dependiente Francisco
Ruiz Collantes 2.000 reales de vellón por gratitud e indica " que le
paguen el sueldo hasta que deje de trabajar". También deja 500 reales “al
antiguo criado Juan Martínez por
gratificación por los buenos servicios durante mi enfermedad".
Cuatro años después, a los 47 años[30]
fallece su mujer, el día 31 de julio de 1863. Ese día sus dos hijos siguen siendo
menores de edad. Es enterrada en el cementerio de Geloria en la Llama de
Torrelavega al día siguiente
En el Inventario de Bienes[31] se refleja que son sus dos
únicos hijos, José María y Gilberto Ramón los que reciben la casi totalidad de
la herencia. José María recibirá 134.052 reales de vellón y Gilberto 152.826[32]. Y por
último, las hermanas de José Felipe Quijano Moncalián, Leonarda, Maxima y
Guadalupe recibirán 3.000 reales de vellón. Como curiosidad relatamos que en la
testamentaría en la relación de muebles aparece un piano valorado en 2.500
reales.
Dos de los hijos de José
Felipe Quijano Moncalián llegarán tan alto como su padre. José María como
industrial y senador y Gilberto, que tendrá próximamente capitulo propio en
este blog, como abogado, diputado a cortes y “portugués” de pro.
José María Quijano y Fernández-Hontoria (1843-1911), como ya hemos
relatado queda huérfano de padre y madre con 20 años siendo sus tías maternas
las que le tutelan. Estudió Derecho Civil y Canónico en Valladolid
licenciándose en 1866. Se hace cargo, a su fallecimiento, del bufete de Víctor
Gómez de los Ríos, abogado de Torrelavega y casado con su tía carnal Enrica
Quijano, iniciando así su trayectoria
profesional.Por lo tanto es la cuarta generación que escoge Leyes. Ya lo
hicieron antes, su bisabuelo, su abuelo y su
padre.
En octubre de 1868 es elegido diputado
provincial por el partido de Torrelavega, cargo que ocupó hasta 1870. Al año
siguiente fue nombrado Juez Municipal suplente. Diez años antes, en 1860, había
sido designado Juez de Paz de la misma villa. Fue Senador de 1903 a 1909. Pero
por lo que realmente trascenderá es por su contribución a la creación de una
fábrica de puntas que instala en un viejo Molino Harinero en Los Corrales[33].
Se casó con Maria de la Soledad de la Colina (1850-1938), cuyo padre tenía
mayorazgo y era caballero de la Orden de Montesa y San Jorge[34].
José
María Quijano y Fernández-Hontoria se casa con Soledad de la Colina y de la
Mora en la capilla del Palacio de la Llana de Zurita el día 31 de agosto de
1870. María Soledad Josefa de la Colina y de la Mora, nació el 29 de marzo de
1850 en Santander, era hija de Juan José de la Colina y del Mazo, natural de
Renedo, y de Lucía de la Mora y Guardamino, natural de Torrelavega. Nieta
paterna de Juan Antonio de la Colina, natural de Zurita y Antonia del Mazo,
natural de Renedo. Nieta materna de Feliciano de la Mora, natural de Reinosa, y
Melchora Guardamino, natural de Ranero (Carranza). Soledad de la Colina falleció en Santander el día 5 de febrero de
1938, siendo enterrada en Los Corrales de Buelna[35].
[2]
Fernández Pérez; Paloma: Redes familiares e innovación tecnológica en la España
de fines del siglo xix: los casos de José María Quijano y François Riviére.
Universidad de Barcelona.
[3]
Eran los encargados, en los ayuntamientos y concejos, de promover los intereses de los pueblos,
defender sus derechos y quejarse de los agravios que se les hacían.
[4]
Archivo
Congreso Diputados. Bibliografía: Semblanzas de los 340 diputados a Cortes que
han figurado en la legislatura de
1849-1850.
[5] Fueron sus padrinos Francisco Antonio de Hazas Ajo y Josefa de Moncalián López Cotillo, vecinos de
Hazas y Santander respectivamente, y testigos Martin de Vierna, el mismo Presbitero
Pedro Ignacio y Juan Domingo de Hazas,
este y el primero de Solórzano y Beranga.
[6]
No podemos aportar más información genealógica porque desgraciadamente en la
guerra incivil “se quemaron todos los
archivos parroquiales, los civiles y hasta al cura”.
[11]
José María Quijano (1843-1911) queda huérfano de padre y madre con 20 años
siendo sus tías maternas las que le tutelan.
[12]
Un
historiador local sin citar su origen afirma equivocadamente que se casaron el
día 31 de mayo de 1813 en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de
Torrelavega.
[15]
José
Ignacio, Remigio, Tomás, María del Carmen, Tomasa, Rafaela, Fermina, Pilar,
Petronila, Laureana, Asunción y Josefa.
[16]
El representante de la sección segunda que es Reynosa, Pedro Diaz de Bedoya, no se ha presentado
aduciendo que los caminos estaban impracticables.
[21]
Relación de Méritos de José Felipe Quijano, natural de Los
Corrales. Archivo Histórico Nacional
Signatura: CONSEJOS,13366,Exp.148.
Signatura: CONSEJOS,13366,Exp.148.
[25]
Archivo Histórico Provincial Cantabria. Protocolos Notariales, Testamento del 2 junio 1859, legajo 3250 del Valle de Iguña.
[29]
Nombró Albaceas a su esposa Rafaela Fernández Hontoria, su hermano Felipe,
residente en los Corrales y a mis cuñados Juan Antonio Redonet , Gabriel del
Campo, Tomás Fernadez Hontorio y Víctor Gómez de los Ríos vecinos de Santander
y de esta villa de Los Corales.
[31]
Archivo Histórico Provincial Cantabria. Protocolos Notariales, legajo 6153,
número 166, páginas de 1.149 a la 1.174.
[33]
En un viaje Exposición Universal de París de 1873 contempló las máquinas que
hacían puntas. Asesorado y alentado por su nueva familia política, Quijano creó
su empresa industrial en 1873 en Los Corrales de Buelna, done nació, una
fábrica de puntas que más adelante será Forjas de Buelna y Nueva Montaña
Quijano.
[34]
La Orden de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama es una orden religiosa
y militar fundada por el rey Jaime II
de Aragón en el siglo XIV.