miércoles, 26 de septiembre de 2018

Joaquín Ruiz de Villa González-Campuzano (1850-1932), alcalde de la Villa y de la Ciudad



Joaquín Ruiz de Villa y González-Campuzano. Colección familiar


         Joaquín Ruiz de Villa González-Campuzano fue alcalde de Torrelavega en dos épocas diferentes: siendo villa y después ciudad. Entre sus dos mandatos, otro ilustre gobernante, el prestigioso médico Gregorio Martín Blanco[1]. Pero, ¿quién fue este convecino con estos dos apellidos tan rimbombantes?
En el siglo XVII, el concejo de Torrelavega pertenecía al Mayordomado de la Vega, nucleado en torno al primitivo solar de la Vega. Estaba formado por los lugares de Barreda, Campuzano, Lobio, Pando, Polanco, Tanos, Torres, Viérnoles, Cohicillos, Dualez, Ganzo, La Montaña y el distrito de la Honor de Miengo[2]. En 1695 vivían en este concejo tan solo 46 vecinos, entre ellos Juan Ruiz, Jorge Ruiz y Jacinto Ruiz, del que sabemos que era escribano.
Pocos años después encontramos al primer Ruiz de Villa. Se trata de Francisco Ruiz de Villa, que según el Catastro de la Ensenada[3] de 1753, vivía en la villa de Torrelavega, tenía 50 años, un hijo,  era hidalgo y labrador. Por lo tanto habría nacido[4] “sobre 1703”. Se casa, el primer Ruiz de Villa, con  Manuela de Quijano Tagle. De esta unión nacerá “sobre 1730” Francisco Antonio Ruiz de Villa Quijano (*1730-1788), que es el tatarabuelo de nuestro alcalde.
Conoce Francisco a la suancina Josepha Gómez Piélago, con la que se casa. Ella era hija de Josef Gómez del Hoyo y Andréa González del Piélago, los dos vecinos de Suances. La ceremonia religiosa[5] tiene lugar el día 26 de noviembre de 1753, en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de Torrelavega. Tuvieron en el matrimonio cuatro hijos: Antonio, Manuel, Alberto y Teresa. El hijo mayor, Antonio, se casó con María González Campuzano, sobrina (y nuera) de su padre. El segundo, Manuel, lo hizo con Narcisa de Revilla Calderón y Gándara, Alberto “pasó a los Reinos de Indias donde se haya”, y la pequeña, Teresa, se casó con Juan Ortiz Mantecón, con el que tuvo dos hijos: Antonio que falleció soltero y Manuela que se casó con Manuel García Corona, que era natural de Polanco.
Eran labradores, como sus antepasados. “Emplearon 1.000 reales que les entregó Juan Sigler, vecino de Alceda, en comprar dos bueyes, una labrantía y cuatro carros en la Llosa de Jeloria, término de esta Villa y lugar de Sierrapando”. Francisco Antonio Ruiz de Villa Quijano falleció[6] en Torrelavega el 3 de octubre de 1788. Su mujer, Josepha,  lo hace[7] seis años después, el 28 de Mayo de 1804. En su testamento manifiesta (que) “quiero ser sepultada en la Iglesia Parroquial de esta Villa en la capilla del Santo Cristo de la Salud”.

Firma autógrafa de Joaquín Ruiz de Villa y González-Campuzano. Colección Tomás Bustamante



Un mes antes de su defunción, Francisco Antonio Ruiz de Villa Quijano, testa ante el notario de la Villa  Juan Antonio Campuzano. Era el día 10 de septiembre de 1788. “Nombro por mis únicos y universales herederos a Antonio, Manuel, Alberto y Teresa Ruiz de Villa, mis legítimos hijos”[8]. Deja buena parte a Teresa, su hija pequeña, otra parte a su hijo Manuel, y “si viniera de Indias, a su hermano Alberto le tendrían que pagar 250 duros, que son 500 reales de vellón”[9]. A los pocos días, ya enfermo en cama, redacta un codicilo, “porque se le pasó por olvido natural o falta de advertencia, que las mandas que hace a su hija Teresa Ruiz de Villa y nietos en el testamento, son y han sido por los buenos servicios que le ha hecho toda su vida, y que ninguno de sus hijos y herederos tenga que intervenir de manera alguna”. Asimismo, declara que “ha recibido de Indias en tres remesas que le han venido a Josefa Gómez del Piélago, 625 pesos de su hermano Josef que había fallecido en Indias”. Declara también, “que su mujer recibió de su tío Juan Antonio del Piélago, 27 carros y medio de tierra prado en el que llaman Las Llamas”. Estas mejoras, hacen que a Teresa Ruiz de Villa la adjudique  “la casa de mi morada en el barrio de Arriba de esta Villa, incluyendo su corraliza y demás servidumbres”.
Tres años después, el 21 de marzo de 1791,  se firma una partición de bienes en la que intervienen sus dos hijos Teresa y Manuel,  porque su otro hijo Antonio, “hizo renuncia formal de la herencia de su padre ante la justicia ordinaria de esta Villa,  y en testimonio del escribano Juan Antonio Campuzano”. Su hermana Teresa, recibió además, de su tío Antonio Gómez del Piélago que falleció en los Reinos de Indias, 400 reales[10].
Su mujer, Josepha Gómez Piélago, hace el día 6 de abril de 1804 su segundo testamento[11] ante el notario de la villa de Torrelavega Jacinto Ruiz Tagle: “solo quiero que valga este testamento y última voluntad, y revoco y anulo, y doy por ningún valor ni efecto, el que hice y otorgué en 10 de julio del año de 1792 en testimonio de  José Antonio García Palacio, escribano de este Juzgado y vecino del lugar de Polanco”. “Nombro por mis únicos y universales herederos a los referidos  Manuel, Alberto y Teresa Ruiz de Villa, mis hijos legítimos y de Francisco Antonio Ruiz de Villa, mi difunto marido”.

A mi hija Teresa Ruiz de Villa,  “y para que sea para ella y sus sucesores, todo lo que me pertenece y me está adjudicado en la casa de mi morada en el Barrio de Arriba de esta Villa, lindera por El Regañón con casa de Josef García Torre, incluyendo su corraliza y demás servidumbres. También le mando todos los efectos de muebles, ropas, y demás menajes que tengo en esa casa”. Nombra Albaceas a Fernando González de Quijano, Prebendado cura de esta Villa, y a Manuel García Corona y Teresa Ruiz de Villa. “Nombro por mis únicos y universales herederos a Antonio, Manuel, Alberto y Teresa Ruiz de Villa, mis legítimos hijos”[12].

José y Joaquín Ruiz de Villa  Pérez-Carral. Colección familiar


El que sigue la línea sucesora, bisabuelo de nuestro biografiado, Antonio Ruiz de Villa y Gómez del Piélago (*1764-1810), nació[13] en Torrelavega “sobre 1764”. Conoce a la que va a ser su mujer, María González Campuzano, con la que se casa[14] en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación. La novia, que era hija de José González Campuzano y María de Zeballos, acude al altar[15] el día 16 de Enero de 1786. Se da la circunstancia que tuvieron que pedir dispensa Papal por tener consanguinidad de tercer grado. Tuvieron por hijos a Bartolomé Luis[16]; Francisco Juan[17]; Domingo María[18] y Josefa[19], todos fallecidos párvulos. Además  tuvieron otros dos hijos, José Antonio[20] que casó[21] con Vicenta Cevallos[22] el día 29 de enero de 1806, y tuvieron por hijos a Joaquina[23]; Josefa[24] e Isidora[25]. Y Joaquín[26] que se casó con Antonia de la Gándara que era natural de Zurita[27].Tuvieron por hijos a: Juan[28]; José[29]; Josefa[30]; Antonio[31] y Julián[32]

Antonio Ruiz de Villa fue un destacado comerciante, regentó el “Almacén de la Regata”, que más adelante hará sociedad. Allí se despachaba de casi todo, “vino, aguardiente, aceite y otros comestibles”. Cuando Antonio Ruiz de Villa falleció, su negocio, la Compañía  La Regata, pasó a ser gestionada por su mujer y su hijo Joaquín, hasta que ella enferma y ciega, se lo cede a su hijo. En ese momento había en la compañía, además de los productos de venta y sus vasijas,  veinte mil reales”[33].

Su marido, Antonio Ruiz de Villa Gómez del Piélago, falleció[34] en Torrelavega cuando contaba tan solo 46 años, el 23 de abril de 1810. Su cadáver fue enterrado en el cementerio de Geloria. Se da la circunstancia que con este enterramiento se inaugura este nuevo camposanto[35]. María González de Campuzano, su mujer, estando ya enferma y ciega, como ya hemos dicho, decide hacer su testamento[36] ante el notario de esta Villa Jacinto Ruiz Tagle[37]. Por entonces, vivía con su hijo Joaquín en una casa de dos pisos con bodega y huerta. Declaró como “únicos y universales herederos” a sus hijos Antonio y Joaquín Ruiz de Villa González Campuzano, para que “los partan y dividan en partes iguales”. A los dos les nombra sus albaceas. Además, a su hijo Joaquín, que la cuidó desde que se quedó ciega, le da la parte que la corresponde de la casa de dos pisos donde vive.
         Sigue en la línea sucesoria, el abuelo de nuestro biografiado, Joaquín Ruiz de Villa y González-Campuzano (1791-1859). Curiosamente con su mismo nombre y sus mismos primero y segundo apellido, aunque  vivió un siglo antes. Nació Joaquín, el abuelo del alcalde, en Torrelavega, el 17 de marzo de 1791[38]. Pronto conoce a Antonia de la Gándara, que era natural de Zurita de Piélagos e hija de José de la Gándara y Ángela de la Gándara, vecinos del mismo lugar, con la que se casa.
Contrajeron matrimonio seguramente en Zurita de donde, como hemos dicho, era ella natural, aunque no lo podemos certificar por no haber registros sacramentales de este pueblo. Tuvo el matrimonio cinco hijos, Juan[39], José[40], Josefa[41] (1821-1822), Antonio[42] y Julián[43] (1828-1851). Todos nacidos en Torrelavega.
Era comerciante[44] y propietario. Perteneció a una sociedad de “tráfico de vinos y administración de aguardientes”, junto a Juan Manuel González Campuzano, su hijo Juan María González Campuzano y Nicolás Ceballos. Esta “empresa en el balance correspondiente a 1829, disponía de 62.000 reales de vellón”[45]. Cuatro años antes, también “pertenecía a esta sociedad el vecino de esta villa de Torrelavega José Macho del Barrio, hasta que se marchó a vivir a Andalucía”[46].
Disponía de varias casas que alquilaba en la Villa y también en la provincia. En una “vivía Nicolasa Calle, en otra,  Francisco Palacios Calderón, y al lado de esta, tenía otra donde habitaba Agustín Esplues”. Además, era el propietario del Molino de la flor, de varias casas en el Zapatón, de varias fincas rústicas y dos casas más, una en Cossio y otra en Mijares. “En la casa de la Plaza Mayor hubo que invertir 22.511 reales de vellón para su “reedificación”[47]. Heredó el Almacén la Regata que convirtió en sociedad[48] en 1837. Formalizó la sociedad con un capital común de 43.200 reales de vellón. Hasta que en 1859 la abandona por enfermedad. Además, su hijo Juan era el responsable de  la Administración de Loterías de esta villa de Torrelavega.

En 1840, el ayuntamiento de esta Villa abandona las Grandes Casas del Duque del Infantado[49], e inicia una peregrinación por varios locales de la Villa, trasladando  de un lugar a otro todos sus documentos, hasta que en 1853 construye en propiedad su primera sede en la Plaza del Grano[50]. Pues bien, en uno de los locales donde se va ubicar el Consistorio municipal, concretamente la secretaria, será propiedad de Joaquín Ruiz de Villa. Era 1845, y estaba situado en la Plazuela del Sol. Se acordó un alquiler durante tres años y 600 reales. 
En 1841, Joaquín Ruiz de Villa pide construir en el “sitio de la Regata”, una casa de un piso cercano a la Plazuela del Sol, en donde más adelante será la confluencia entre la calle Consolación y la de Argumosa. Cincuenta años después, el 2 de enero de 1891, su nieto, nuestro alcalde, solicita tirar la Casa de la Regata y construir un bonito edificio de dos plantas, que hoy perdura, y donde en el siglo XX estuvo instalada la Farmacia de Cacho, y anteriormente la Imprenta Antonino, antes de alojarse en la Plazuela del Sol.

Una vez enfermo, decide repartir su patrimonio y redacta su testamento. Durante este periodo es atendido por su nieta Juliana, a la que premia en su testamento donándola con 200 ducados “por tan buenos servicios”[51]. Ya muy enfermo, dos días antes de su fallecimiento, testó ante el notario de la villa de Torrelavega, Andrés González Piélago. Era el 2 de febrero de 1859. Pidió expresamente, según consta en este documento, ser enterrado “en el cementerio  parroquial de la Villa” que era el de Geloria. Además, donó “2.000 reales de vellón para repartir entre los pobres de este ayuntamiento, y 1.000 reales más para cuando se iniciaran las obras para adecentar el Campo Santo”[52]. Se da la circunstancia, como ya hemos comentado, que su padre, Antonio Ruiz de Villa Gómez del Piélago, fue el primer enterrado en el Cementerio de Geloria, el 23 de abril de 1810. Con él se inauguró el cementerio a las afueras de la Villa. Atrás quedó el “huerto colindante” a la iglesia de la Consolación, que era donde hasta 1810 se enterraban los cadáveres que fallecían en la Villa.
En su testamento “deja herederos universales de todos sus bienes a sus hijos, José, Juan y Antonio”, y da potestad a los albaceas que a su muerte, si fuera necesario, vendan sus bienes  “con el fin que se eviten motivos de disgusto y actos judiciales”. Fallece[53] Joaquín Ruiz de Villa en Torrelavega el 4 de febrero de 1859.
Siguiendo la línea sucesoria llegamos al padre de nuestro alcalde, José Ruiz de Villa de la Gándara (1818-1898), que nace en Torrelavega el 15 de agosto de 1818. Le bautiza[54] el Presbítero Comisario del Santo Oficio y Cura Párroco, Alberto del Hoyo Velarde, poniéndole  de nombre José María Claudio.
         Conoce a la que será su mujer, Micaela González-Campuzano Hontoria (n.1822). La novia había nacido en Torrelavega y era hija[55] de Juan María González Campuzano y Tomasa Hontoria[56], naturales respectivamente de Torrelavega y Cohicillos. Micaela, que tenía 26 años cuando se casó, había nacido[57] el día 10 de marzo de 1822. La ceremonia religiosa se celebra el día 27 de noviembre de 1848 en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, situada en la Plaza del Grano. Tuvo el matrimonio cinco hijos: Francisco[58]; Joaquín[59], nuestro biografiado, que veremos más adelante; María Consolación[60]; Isidoro[61] del que también haremos mención y Saturnino[62] que murió al nacer.

Casa de los Ruiz de Villa con solo un piso frente a la casa del Conde de Torreanaz.
 Colección Tomás Bustamante


El hijo mayor de José Ruiz de Villa, Francisco Ruiz de Villa González-Campuzano (1849-1920), que permaneció soltero, fue el responsable  de la Administración de Contribuciones de Burgos. Así lo recoge el semanario El Impulsor[63] correspondiente al día 22 marzo 1914. Falleció Francisco el día 28 de diciembre de 1920. Sus restos, como los de gran parte de su familia, yacen en el panteón familiar de Geloria.

Por su importancia, nos extenderemos  más al hablar de su hijo pequeño, Isidoro. Isidoro Ruiz de Villa González-Campuzano (1857-1920), hermano de nuestro alcalde, que fue abogado, nació[64] en Torrelavega el día 2 de enero de 1857. Nada más nacer fue bautizado[65] en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Consolación. A los 10 años, le matriculan en “la Cátedra de Humanidades que se impartía en Torrelavega”, durante el curso 1867/68. Estudia la Instrucción primaria, el primero de Latín y Castellano e Historia Sagrada. El curso siguiente se matricula en el Instituto provincial de Santander. Allí permanece hasta finalizar los estudios de Segunda Enseñanza. En estos años estudia Retorica y Poética, segundo año de Latín y Castellano, Historia Universal, Geografía, Aritmética y Algebra, Historia de España, Psicología Lógica y Ética, Fisiología e Higiene, Geometría y Trigonometría, Física y Química e Historia Natural. Hasta que en 1873, con 16 años, obtiene el “Grado de Bachiller”. José Escalante y González, doctor en Ciencias, catedrático de Historia Natural y secretario del Instituto de segunda enseñanza de Santander, certifica la obtención del “Grado de Bachiller” del alumno Isidoro Ruiz de Villa González, el día 20 de septiembre de 1873[66]. En este curso en que finaliza sus estudios secundarios, 1872/1873, se matricula por libre en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid[67]. Estudia las asignaturas: Derecho Romano, Literatura Española, Historia Universal y Literatura General. Al año siguiente, abandona la antigua provincia de Santander y se traslada a vivir a la capital de España, al número uno de la calle Hortaleza, en el cuarto primero.
         Durante su estancia en Madrid, estará hasta 1881, alternará asignaturas, como era costumbre en la Facultad de Derecho[68] y en la de Filosofía y Letras[69]. Una vez terminada la carrera de Derecho, se traslada a vivir al lugar que le vio nacer. Nunca se casó ni tuvo hijos. Isidoro Ruiz de Villa González Campuzano falleció[70] a los 63 años, el 9 de abril de 1920, y está enterrado[71] en el cementerio de Geloria.
Su padre,  José Ruiz de Villa de la Gándara, que fue el que construyó el panteón que hoy día se conserva en el cementerio de Geloria, ya viudo, fallece[72] cuando contaba 80 años,  el 18 de octubre de 1898. Sus restos reposan en el cementerio de Geloria.

        Panteón construido por José Ruiz de Villa de la Gándara.


Y por fin llegamos a nuestro biografiado, Joaquín Ruiz de Villa González-Campuzano (1850-1932), que nace[73] en la villa de Torrelavega el día 25 de septiembre de 1850. Al día siguiente es bautizado[74] en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación por el cura Josef  Alonso Astulez.

         Con 36 años se casa con la pasiega Manuela Pérez-Carral Calderón[75](1870-1892) de 17 años y natural de Vega de Pas. La boda se celebra en la iglesia de la Consolación[76] de esta Villa, el día 14 de febrero de 1887. Tan solo cinco años después, al nacer su tercer hijo, Ramón[77], fallece su mujer con tan solo 22 años. El óbito[78] se produjo el día 10 de abril de 1892, ocho días después del nacimiento de su hijo que 6 meses después también fallecerá. Antes habían nacido los dos hijos mayores, José y Joaquín Isidoro[79].


María Pérez-Carral Calderón. Colección familiar


          Permaneció poco tiempo viudo, porque a los dos años de enviudar se vuelve a casar.  Esta vez con su cuñada[80],  María de los Ángeles Pérez-Carral Calderón, soltera, de 26 años, y natural, como su hermana, de Vega de Pas. La boda se celebró el día 21 de enero de 1894 en la misma iglesia que la primera. Por entonces, el contrayente era “propietario” y comerciante de éxito y ya tenía 44 años. De esta segunda unión nacerán 6 hijos más: María Manuela, Micaela, Ramón, María Teresa, Manuel y Enrique. De sus nueve hijos daremos cuenta más adelante.

¿A qué familia pertenecían las dos esposas de nuestro alcalde? Eran hijas de José Pérez Carral[81] un zaragozano nacido en Almonacíd de la Sierra que había aparecido por estos lares siendo tuno de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, según cuenta su familia. Aquí conoce a Manuela Calderón[82] con la que se casa fijando su residencia primero en Vega de Pas, lugar donde nacen sus dos hijas, y después en Torrelavega. La novia, Manuela Calderón[83], era hija de uno de los poderosos del pueblo, Isidoro Calderón que fue concejal y dueño del Molino de Barreda que llegó a producir 1.000 libras de chocolate. A la muerte de este, en 1913, su yerno hereda este floreciente negocio que tenía su sede en el número 4 de la Plaza Mayor. A partir del óbito de su fundador el negocio pasará a llamarse “Sucesor de Pérez Carral”.  Además nuestro biografiado[84] era  representante en esta ciudad de la compañía de seguros contra incendios “La Unión y el Fénix Español”. El semanario El Impulsor correspondiente al 19 de marzo de 1916 da cuenta de ello. Podemos concluir, sin miedo a equivocarnos,  que  Joaquín Ruiz de Villa, también con negocios en Cuba, fue una persona muy influyente y gozaba de una excelente posición económica. Recuerda su familia, que fue la primera persona que disfrutó en su casa de Torrelavega de una bañera con agua corriente.
Basta con repasar su testamento para darnos cuenta de que era una persona acaudalada. Testa[85] el 15 de abril de 1918. Posteriormente, ya en 1933, el 9 de mayo, se levanta “una escritura de protocolización de las operaciones de testamentaria por el óbito de Joaquín Ruiz de Villa, su mujer y su hijo Ramón[86]” ante el notario de esta ciudad Luis Gómez Fernández. Comprobamos que fueron su mujer y sus hijos sus herederos a partes iguales. Al fallecimiento de Joaquín sus bienes ascendían a 226.935 pesetas. Para conocer  su importancia económica doy cuenta de varios inmuebles y fincas en su poder.

En la Plaza del Grano era el propietario de una casa[87], con planta baja, dos pisos y buhardilla. Otra casa en el número 9 de la calle Consolación,  con planta baja, un piso, buhardilla y cuadra frente a la Plazuela del Sol. La heredó de su padre, José Ruiz de Villa y Gándara,  donde tuvo su negocio, La Regata, del que ya hemos hablado anteriormente. Poseía otra casa[88] en el número 2 de la calle de la Paz con planta baja, principal y desván. Otra casa, número 9, en el barrio del Mortuorio con planta baja y buhardilla. Una segunda casa en el barrio del Mortuorio, en el número 51, donde había un taller.

   Reforma de la casa de los Ruiz de Villa. Archivo Municipal Torrelavega[89]


Tierra de labranza en el Mortuorio; varias fincas en Torrelavega; otra en el sitio del Cerezo; en el sitio del Cristo; varias fincas en la Mies de Vega; diversas fincas, una con casa, en Campuzano;  varios prados en Tanos; otras fincas en Sierrapando, una de ellas con casa; otras tantas en Dualez; en Barreda y en Polanco.

Poseía también varios títulos y acciones: Deuda Amortizable al 5%; Compañía Arrendataria de Tabacos; Banco Mercantil; Compañía del Ferrocarril Cantábrico; Compañía del Ferrocarril Madrid-Zaragoza-Alicante; Cervezas de Santander, S.A.; Sociedad Española de Construcción Naval; Compañía Asturiana de Minas; Industria Química de Zaragoza; Obligaciones de la Villa de Madrid; Sociedad Altos Hornos de Vizcaya; Compañía Trasatlántica; Unión Resinera Española; Sociedad Eléctrica Viesgo; Fábrica de Mieres; Tranvías de Nueva Montaña; Compañía de los Caminos de Hierro del Norte; Sociedad Azucarera de España; y acciones de la Caja de Crédito Hipotecario de Chile.

  Como dato curioso relatamos que Joaquín Ruiz de Villa deja a sus tres hijas, María, Micaela y María Teresa, 7.000 pesetas en compensación por la carrera de derecho que había sufragado a sus hijos varones.


           
HIJOS DE JOAQUÍN  RUIZ DE VILLA Y GONZÁLEZ-CAMPUZANO

El primer hijo de nuestro alcalde, José Ruiz de Villa Pérez-Carral (1888-1972), nació[90] en Torrelavega el 27 de octubre 1888. Estudio la carrera de Derecho y fue abogado del Estado. Fue Inspector del timbre en Barcelona y representante de la empresa Nestlé. Monárquico convencido,  se presentó por el partido monárquico a las elecciones a Cortes por la provincia de Santander, aunque no fue elegido.

José Ruiz de Villa Pérez-Carral. Colección familiar

Se casó[91] con Margarita Sañudo Barasa  que era hija de Enrique Sañudo y Margarita Barasa,  los dos pasiegos y naturales de  Vega de Pas. La ceremonia religiosa se celebró el día 22 de abril de 1915 en la iglesia de La Asunción de Torrelavega,  la novia con 21 años, natural de Santander, y el novio un año mayor. El enlace no pasó desapercibido para los semanarios locales. Así en El Impulsor podemos leer: “El jueves último celebraron sus bodas en la iglesia parroquial de esta ciudad, la bellísima señorita Margarita Sañudo, hija de la distinguida señora viuda de don Enrique Sañudo, y el joven don José Ruiz de Villa. Apadrinaron a los contrayentes, la gentil señorita Paulina Barasa, tía de la novia, y don Joaquín Ruiz de Villa, padre del novio. Les deseamos una eterna luna de miel”.
         Tuvo el matrimonio dos hijos: José[92] y Enrique[93]. Vivió, el hijo mayor de nuestro biografiado, más de 30 años en el hotel Palace de Madrid que alternaba con su domicilio en Santander, en el tercer piso del número 55 de la calle Hernán Cortés. Era una persona[94] compleja que no pasaba desapercibida. Elegante, presumido y extremadamente escrupuloso, imponía sin hablar. Culto, educado y sibarita, con muchísimo carácter que hacía que su entorno le respetara. Era muy amigo de sus amigos y un enemigo elegante al que le encantaba el debate.
Fallece[95] Margarita, su mujer, el 3 de agosto de 1958. Años después morirá en Madrid, José Ruiz de Villa Pérez-Carral, concretamente el 13 de mayo de 1972. Los  restos de ambos reposan en el panteón que su abuelo, José Ruiz de Villa de la Gándara, construyó en el cementerio de Geloria de Torrelavega.

       Detalle del Panteón de los Ruiz de Villa


El segundo hijo de su primer matrimonio, Joaquín Ruiz de Villa Pérez-Carral (1890-1937), nació[96] en Torrelavega el día  28 de marzo de 1890. Regentó la representación de la compañía de seguros La Unión y el Fénix, que anteriormente había gestionado  su padre. Se casó en la Parroquia de Santa Lucia de Santander, el día 8 abril de 1935, con Matilde Valdés Sánchez, que era natural de Labarces. Tuvieron una sola hija, Matilde Ruiz de Villa Valdés[97]. Joaquín con tan solo 47 años fallece en Santander el día 28 de diciembre de 1937. Sus restos reposan en el panteón familiar en el cementerio de Geloria de Torrelavega. Y por último, nacerá Ramón Ruiz de Villa Pérez-Carral, que fallece siendo párvulo como ya hemos explicado anteriormente.

El primer hijo de su segundo matrimonio fue una niña. María Manuela Ruiz de Villa Pérez-Carral (1894-1977)  nació en Torrelavega el día 22 de diciembre de 1894, siendo bautizada[98] cuatro días más tarde. Permaneció soltera, y vivió entre las calles Santander y la Paz, en la casa de los Ruiz de Villa. Falleció a los 83 años en Torrelavega el día 28 de septiembre de 1977. Sus restos reposan en el panteón de los Ruiz de Villa en el cementerio de Geloria.
Después nacerá otra niña. Micaela Teresa Ruiz de Villa Pérez-Carral (1896-1980) nació en Torrelavega, el día 14 de diciembre de 1896, siendo bautizada[99] a los cuatro días en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Consolación. Vivió en Torrelavega y permaneció soltera. Falleció a los 84 años, el 20 de octubre de 1980, y sus restos reposan, junto a los de sus hermanos, en el panteón de los Ruiz de Villa en el cementerio de Geloria.
El sexto hijo, tercero de su segundo matrimonio, fue un niño al que volvieron a poner de nombre Ramón. Ramón Ruiz de Villa Pérez-Carral[100](1899-1973) nació en Torrelavega el día 19 de abril de 1899.  A los cuatro días fue bautizado[101] en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por el párroco Ceferino Calderón. Fue abogado y profesor de la Universidad de Oviedo. Se casó[102] con María Josefa García Barbón Gutiérrez-Pola en la parroquia San Juan  el Real de Oviedo, el día 19 de octubre de 1925. Tuvieron dos hijos, Ramón[103] y Concepción Ruiz de Villa Barbón[104]. Falleció Ramón Ruiz de Villa en Oviedo, el día 9 de mayo de 1973, donde ejercía de abogado. Fue trasladado al cementerio de Geloria de Torrelavega,  donde fue enterrado[105], al día siguiente de su defunción, en el panteón de la familia Ruiz de Villa de la Gándara. Su mujer, que también reposa en el mismo lugar,  falleció el 15 de diciembre de 1993.
El cuarto hijo fue  otra niña. María Teresa Ruiz de Villa Pérez-Carral (1901-1989)  nació en Torrelavega, el 11 de septiembre de 1901, y bautizada[106] a los cinco días en la nueva iglesia parroquial de la Asunción. Se casó con  el asturiano Ángel Moreu González-Pola (1903-1961), médico Oftalmólogo de mucho prestigio,  que trabajó en Valencia hasta que en 1948 regentó la catedra en la Universidad de Santiago de Compostela,  donde falleció el día 10 de julio de 1961. Tuvo el matrimonio tres hijos, José Ángel[107], María Teresa y María José. Falleció su mujer, María Teresa, en Madrid el 13 de diciembre de 1989. Sus restos y los de su marido fueron trasladados al cementerio de Geloria,  donde descansan en el panteón familiar.
Su octavo hijo y quinto de su segundo matrimonio, Manuel Antonio Ruiz de Villa Pérez-Carral (1905-1972),  nació en Torrelavega el primer día del año de 1905. Al día siguiente fue bautizado[108] en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Se casó[109] en la iglesia de Marrón, provincia de Santander, el día 14 de septiembre de 1948, con Manuela Gómez Gutiérrez. El matrimonio tuvo seis hijos: Manuel María, Aurio, José Carlos, María del Carmen, Ana María y Marta Ruiz de Villa Gómez-Setién.
Al igual que varios de sus hermanos estudió derecho, profesión que ejerció antes de dedicarse a la política y después cuando la abandonó. Le tocó vivir el cambio de régimen que se produjo en España en los años treinta del siglo XX con la llegada de la segunda República. El 12 de abril de 1931 se celebraron las elecciones municipales. A los dos días de los comicios se proclama la segunda república, era el 14 de abril de 1931. Posteriormente fueron convocadas, para el domingo 28 de junio, elecciones a Cortes. Se presentaron en el distrito provincial, dos abogados torrelaveguenses, Alonso Velarde por la derecha liberal republicana y Manuel Ruiz de Villa por la conjunción radical-socialista. Salió elegido este último con 31.155 sufragios[110]. Manuel Ruiz de Villa Pérez-Carral fue elegido diputado en las cortes constituyentes de 1931 con solo 26 años.

José Ruiz de Villa Pérez-Carral en la playa de Suances. Colección familiar

Durante su estancia en las Cortes Españolas desarrolló una intensa labor,  y muy satisfactoria como podemos leer en las actas parlamentarias y en los principales periódicos de la época. Terminada la legislatura en 1935, no se volvió a presentar retirándose de la vida política. Durante la “guerra incivil” luchó en el frente de Reinosa. Fue detenido y abierto un expediente. Sufrió persecución como represaliado político, aunque sus amistades y su honesto comportamiento, ayudando a muchas personas, le sirvieron para recuperar su posición. El 17 enero 1938 un juez militar decreta su libertad definitiva[111].
Existe en el Archivo Histórico  Nacional[112] una carta enviada  por Manuel Ruiz de Villa Pérez-Carral el día 21 de septiembre de 1932 al Instituto de Segunda Enseñanza de Torrelavega recomendado a su hermano Domingo.
         En los años cuarenta constituye la “sociedad Inmobiliaria Montañesa”, dedicada a la construcción de viviendas sociales a la entrada de la ciudad, sociedad que dura hasta nuestros días. Manuel Ruiz de Villa Pérez-Carral, abogado y diputado en las Cortes Constituyentes de 1931, falleció[113] en Santander el 16 de junio de 1972. Está enterrado en el panteón de la familia en el cementerio de Geloria.
         Y por último su noveno hijo, el pequeño. Enrique Ruiz de Villa Pérez-Carral (1907-1974) nació en Torrelavega, el 22 de febrero de 1907, y fue bautizado[114]  a los 3 días  en la iglesia de la Asunción. Estudió derecho. Se casó[115] en la parroquia de Juan Bautista de Villapresente, el día 28 de agosto de 1942, con Ana María Gutiérrez Gutiérrez[116] (1910-2012). Tuvo el matrimonio cinco hijos: María Josefa, Mario, Enrique, Mercedes y Joaquín.  Falleció[117] en Torrelavega, a los 66 años, el día 14 de febrero de 1974 y fue enterrado en el cementerio de Geloria en el panteón familiar.

Enrique Ruiz de Villa Pérez Carral. Colección familiar



JOAQUÍN RUIZ DE VILLA COMO ALCALDE
            A partir de este momento nos vamos a referir a su faceta política, repasando, exhaustivamente, su gestión al mando del Consistorio municipal. Ocupó la alcaldía durante cinco años, divididos en dos periodos. El primero, sucediendo en el cargo a Francisco Antonio Rodríguez, comenzará en 1891. Ocupará el sillón municipal durante 3 años, cesando en 1894. Le sucede como alcalde el médico Gregorio Martín Blanco[118],  hasta que en 1897 vuelve otra vez a la poltrona municipal. Estará, en este su segundo mandato, dos años más, hasta que en 1899 es elegido como regidor Gervasio Herrero González[119].
         Entre los hechos más relevantes  en su gestión como alcalde podemos  destacar: la creación de la Escuela de Artes y Oficios; la construcción de una nueva cárcel;  la ampliación del cementerio de Geloria; la construcción del Matadero municipal; el arreglo del puente de Ganzo,  y la realización del Plano de Población que se encargó a los maestros de obras de la Villa, José Varela y Pablo Piqué. Todo esto por si solo bastaría para ser recordado. Además, debemos destacar varias actuaciones que tienen que ver con el urbanismo. Se adoquina la Plaza de Baldomero Iglesias; se arregla la Plaza de los Cerdos (sic), y se construyen tres céntricas calles que van completando el dibujo de la ciudad en los últimos años del siglo XIX, la calle Ruiz Tagle, la de Alonso Astulez y “una nueva calle que une la de Pomar con la del General Ceballos, pasando por la fachada del Templo”[120]. Se refiere a la actual calle Ceferino Calderón.
         Ya hemos comentado al comienzo de esta biografía, que se da la circunstancia que Joaquín Ruiz de Villa fue, en su primer mandato, alcalde cuando Torrelavega era Villa, y posteriormente, en el segundo mandato, cuando fue ciudad. Es nombrado Alcalde por una Real Orden aprobada el 23 de junio de 1891, sucedió en el cargo al que hasta entonces era el alcalde, Francisco Antonio Rodríguez. Días después, primer día de julio,  se constituye el nuevo ayuntamiento:
         Se declaró constituido el Ayuntamiento bajo la presidencia del Sr. Joaquín Ruiz de Villa nombrado Alcalde Presidente.
         Más adelante hubo que “elegir por votación, al primero, segundo y tercer Teniente de Alcalde entre los concejales Justo Astulez, Santiago Gervasio Herrero y Ángel Fernández Díaz. Al no contar ninguno de los tres con mayoría absoluta, fueron nombrados como interinos”. También se nombraron “dos Procuradores Síndicos, el titular, que recayó en Valentín García Corona y, el suplente, Victoriano del Campo”. Por último,  se aprueba el funcionamiento de las sesiones ordinarias: “se fija el sábado de cada semana quedando señalada las 10 de la mañana”.
         A continuación damos cuenta de varios acuerdos[121] aprobados bajo su mandato, para así poder conocer y valorar mejor su gestión como alcalde. El día 1 de enero de 1891, toma posesión como concejal del Consistorio Justo Astulez. Más adelante, al comienzo del verano[122], “a petición del órgano provincial, se declara incapaz para desarrollar su cargo a Buenaventura Rodríguez Parets[123], aunque posteriormente,  el 8 de agosto, se revoca este acuerdo, tomando posesión por segunda vez. Por último, el 27 de este mismo mes de  junio, “se autoriza a Gervasio Herrero[124]  sustituir los balcones de su casa por otros de hierro en la calle del Comercio”.

A principios del mes de julio, “se aprueba la instalación del Tranvía de Vapor desde esta Villa a la Estación (que era la de Sierrapando), y se propone construir la Empresa del Ferrocarril del Cantábrico”. Además, se rechaza lo que el Estado pretendía: “que fuera el ayuntamiento el que pagara el alquiler del edificio para cuartel, y exige que se lo proporcione la Guardia Civil”. A final de julio, el 27, el ayuntamiento recibió “el Cupo de la Diputación que para el presente año asciende a 14.516,64 pesetas”. Eran las partidas económicas anuales destinadas a Torrelavega.

En agosto, y después de muchos intentos, se eligieron por mayoría absoluta los tres tenientes de alcaldes, “resultando elegidos como primero, segundo y tercer teniente de alcalde y por este orden, Alejandro Velarde, Buenaventura Rodríguez Parets y Ernesto García Gómez”. El día 15 del mes siguiente “se autoriza a Santiago Gervasio Herrero[125], instalar en el número 10 de la calle de la Estrella, el escaparate que se propone construir”.

Por estas fechas, estaba previsto presentar el Plano de Población que había encargado el Consistorio a los Maestros de obras, José Varela y Pablo Piqué Camí[126]. Algo retrasados debían estar estos trabajos, porque el 15 de octubre “solicitan una prórroga de seis meses”.

La capilla de San Bartolomé, situada en el alto del mismo nombre, amenazaba ruina. Por ello, la Corporación Municipal “debido al estado de derrumbe de la capilla de San Bartolomé, acuerda demoler la Espadaña, recogiendo y entregando al cura párroco la campana y las esfinges que contengan”. Y por último, y en lo que se refiere a 1891, se da cuenta de “la solicitud para construir una casa, presentando el plano, en la calle de la Estrella esquina con la de la Libertad”.

Pablo Piqué y Camí. Colección familiar

Comienza 1892 con un acuerdo importante, “se procede al adoquinado de la Plaza de Baldomero Iglesias, en el trayecto que medía entre el Pasaje de Saro y la Casa del Ayuntamiento”. El ancho de la obra era el de la escalinata que daba acceso a la plaza. Además, se aprobó comprar las losetas al Sr. Valderrama de Santander. El concejal Campo Guerra propuso la creación de la Escuela de Artes y Oficios,  aunque el alcalde manifestó la imposibilidad de llevarlo a cabo por dificultades presupuestarias. No obstante, se aprobó la creación de una comisión para su estudio, formada por los concejales Campo y Rodríguez Parets. Como veremos más adelante, se consiguió la creación de esta emblemática Escuela.

En la siguiente sesión “se leyó un oficio del sepulturero municipal,  anunciando la necesidad de ampliar el cementerio, que era municipal. El alcalde se posicionó claramente,  manifestando la imperiosa necesidad de preparar un terreno colindante[127], contando con la ventaja de que el propietario de los terrenos los cedía gratis. Federico Rodríguez Piró  se opuso a tal medida, aduciendo que con ello no se resolvería el problema del cementerio, que ya llevaba en la palestra demasiados años. Después de muchas discusiones, y con el voto en contra del concejal conservador Federico Rodríguez Piró, se aprobó facultar al alcalde para el arreglo del cementerio, previa audiencia de la Junta de local de Sanidad, designándose a los señores concejales Rodríguez Piró y García Corona,  para formar parte de la Comisión que se creó para tal efecto.

En octubre de 1892, la comisión creada para tal fin consigue el acuerdo, y posibilita que Joaquín Ruiz de Villa González-Campuzano,  participe en la constitución de una institución que gozará en años posteriores de mucho prestigio, la Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega. La va a presidir el abogado Buenaventura Rodríguez Parets,  formando parte de su Junta el alcalde. Para ello se establece “una subvención de 1.000 pesetas”. En estas fechas se decide “refundir el presupuesto de 1890/1891 en el Ordinario corriente,  y se fija unos ingresos, al igual que los gastos, de 46.555,55. Uno de estos ingresos, vía impuestos, iba a venir de la mano de Joaquín Hoyos[128],  al que se le aprueba la construcción de una casa en la calle que lleva su nombre,  esquina a la Consolación.

 
Reunión del Partido Conservador, 1915. Colección Ricardo Bueno


El ramal de Requejada, al que anteriormente nos hemos referido, vuelve a la palestra. La Empresa de los Ferrocarriles del Norte había llevado al Ayuntamiento hasta el Tribunal Supremo, incoando un Contencioso Administrativo. Al ayuntamiento le defendió Fidel García Lomas,  consiguiendo sentencia favorable al Consistorio. Cuando este letrado estuvo enfermo,  ocuparon con acierto su puesto el Señor Gilberto Quijano y Bernardo Obregón. A los tres, el ayuntamiento se lo agradeció. En esta misma sesión, “se autorizó al alcalde para que mandase construir nuevos nichos en el cementerio provisional”,  que era el de Geloria. Se llevaría a cabo una nueva ampliación.
Ya en el mes siguiente, en sesión celebrada el 26 de marzo, los Maestros de Obras José Varela y Pablo Piqué, después de una prórroga de seis meses que se les habían concedido, “presentan el Plano de población” de la Villa. Además, el cura párroco “solicitó 250 pesetas para la refundición de dos campanas para la iglesia parroquial, que costaron 50 pesetas más, acordando el ayuntamiento pagar solo 25 pesetas más de lo acordado”. Esto ocurría en el mes de abril, que es cuando el alcalde solicita “una licencia de dos meses” para ausentarse. Ocupó la alcaldía interinamente el concejal Sr. Velarde.

Al mes siguiente, que era mayo, se solicitan dos nuevas obras: El arreglo de la fuente de la Plaza Mayor,  que corrió a cargo del Sr. Campo Luena, y la construcción de un pozo séptico frente a la casa de Rufino Azcarate[129], en la calle Joaquín Hoyos esquina con la de Consolación, hasta que el ayuntamiento realice el alcantarillado de la calle que no será muy tarde.

Al mes siguiente se producen nuevas actuaciones. Una de ellas tiene que ver con el mal estado en que se encontraba la “Plaza de los cerdos, para la que el concejal Sr. Velarde Barrio[130] solicita algún arreglo”. El alcantarillado de las principales calles brillaba por su ausencia. En esta ocasión  se aprobó construir el alcantarillado general de la calle Joaquín Hoyos, para entonces, como ya hemos relatado, estaba construida hacía años la casa de Azcárate.

Dos hechos más ocupan el quehacer de nuestros munícipes. El primero hace referencia “al terreno sobrante de la vía pública que se cedió de la Callejona de Barreda a D. Lino Justo Fernández”[131]. Y el segundo se refiere a la solicitud que había hecho un fundidor de campanas de Rubayo (Marina de Cudeyo), Manuel Ballesteros Lastra, que quería “fundir la campana grande de la Torre de la iglesia”.
Damos a conocer[132] los acuerdos a que llegó el ayuntamiento presidido por Joaquín Ruiz de Villa y González-Campuzano en sesión celebrada el día 23 de junio de 1890 sobre el cementerio provisional. Dice así:
1ª- El cementerio, por la bendición que se le concede según prescribe el Ritual Romano, adquiera el carácter de Casa Sagrada o Camposanto destinado solamente a recoger los cadáveres de aquellos que hayan muerto en el seno de la Iglesia Católica.
2ª- La autoridad eclesiástica es la única competente para declarar quienes han muerto dentro de la Iglesia, y quienes no deben, según los sagrados cánones, recibir sepultura eclesiástica.
3ª- No se consentirá inscripción alguna sepultura, que a juicio de la autoridad eclesiástica envuelva algún ataque al dogma de la moral católica, ni tampoco figuras oscuras, símbolos o signos de alguna sociedad reprobada por la Iglesia.
4ª-  Se acordará construir dos llaves,  una de las cuales estará en poder del Sr. Cura, y la otra del Sr. Alcalde, para que ambos puedan con toda libertad e independencia, ejercer en el Camposanto las funciones que le son propias a cada uno.
5ª-  Agradecida la Iglesia a los favores que le dispensa el Municipio, costeando los sermones de Semana Santa y la Patrona, así como la dotación que percibe el organista de la parroquia, renuncia a cualquier derecho que le concedieren las leyes, y dejará que la autoridad civil por si sola, y sin injerencias de la eclesiástica, administre el cementerio.
6ª- Para evitar conflictos entre ambas autoridades,  y cumpliendo lo establecido en varias Reales Ordenes, se construirá a la mayor brevedad posible un Cementerio que sirva para el sepulcro de los cadáveres de aquellos que hayan muerto fuera de la Comunión Católica, y de los fetos que no hubieren recibido el agua del bautismo.

Acaba el mes de junio con un hecho en el que vuelve a intervenir el activo concejal Federico Rodríguez Piró. Cuenta que eran constantes los escándalos, que continuamente, causaban las Pescadoras cuando realizaban sus ventas en la Plaza Mayor. Razonaba el edil, que debería desplazarse a las revendedoras y vendedoras de pescado, a la Plaza de la Llama, más alejada del centro, y así el escándalo sería menor. Aunque esta petición se aprobó, se dejó sin efecto, y posteriormente  las pescadoras, con su cesta de mimbre en la cabeza, volvieron a la Plaza Mayor.

 
Inauguración iglesia de la Asunción en agosto 1901. Colección Amparo Fernández-Regatillo


La siguiente sesión, la del 13 de julio, volvió a presidirla el alcalde “al haber finalizado su licencia”. Importantes proyectos se aprobaron en esta fecha: La construcción del nuevo Matadero, el arreglo del puente de Ganzo, la construcción de la cárcel municipal, y el cerramiento de un nuevo terreno de 12 carros de tierra en el cementerio de la Villa. Para llevarse a cabo esta ampliación en el cementerio de Geloria, había “hecho un donativo de 500 pesetas Guillelmo Gómez Ceballos”.

Al concejal Federico Rodríguez Piró no le quedó más remedio, según su opinión, de dar un toque de atención a sus compañeros concejales, que no eran muy cumplidores con sus obligaciones para con lo público. “Hizo un llamamiento a la poca dedicación que prestaban sus compañeros concejales con sus obligaciones municipales, que ocasionaban constantes faltas a las sesiones ordinarias”. Y a la vez, solicitó una “gratificación a los empleados municipales que vigilan las ferias, y al recaudador José María Gatoó”.

Pronto llegarán las Fiestas de la Patona, las de la Virgen Grande,  que este año gozan de un “presupuesto municipal de 1.881 pesetas. Presupuesto que se desglosaba de la siguiente manera: 750 pesetas para fuegos artificiales; 575 para iluminación; 412 para materiales de construcción y colocación de arcos en las calles. Y el resto en gastos menores: para el sermón; la mitad de lo que costó el cuarteto de música traído desde Santander; un cantor; un ciego que tocó en las dos veladas,  y velas y combustible para las hogueras”.  Por último, se nombra “recaudador Municipal a Claudio González Serna.

En este mes, “se autorizó al Alcalde-Presidente  para que hiciera las reformas debidas en el antiguo hospital,  con destino a los pobres de transito”. Eran los orígenes del Hogar del Transeúnte. Una cesión de terreno hecha por Doña Lucia de la Mora en la finca denominada El Majuelo, daba origen a una nueva calle, que partiendo de la calle Libertad o Julián Ceballos,  acababa en la calle del Comercio frente a la de la Estación del ferrocarril Cantábrico. Se la llamó calle de Ruiz Tagle. Fue intensa la polémica. Se preguntaban muchos vecinos, que como era posible que no llevara el nombre de esta señora que fue la que lo donó. Tan ruidosa fue la disputa,  que tuvo que intervenir esta señora para aclarar que la propiedad fue heredada de su primo (Pedro Ruiz Tagle), y así todo se aclaró.
         El dibujo de las calles de la Villa se iba completando. Se había abierto otra nueva, la calle Alonso Astulez, que discurría por una prolongación de la calle de San José hasta la de Joaquín Hoyos, “por las cesiones gratuitas aportadas para tal fin”. Y por último, en este año de 1892, en el mes noviembre, “el alcalde tuvo conocimiento del indulto de pena de muerte a Laureano Crespo, dándole las gracias a Su Majestad la Reina toda la Corporación”.
         Comienza 1893, año de elecciones municipales, con la designación de los colegios electorales, en número de tres. La Casa Consistorial, la antigua escuela de niños de Sierrapando y el almacén que ocuparon los Sres. Rodríguez Herrero y Cía. Otro hecho significativo de esta época fue la construcción del matadero. Anteriormente se había aprobado el proyecto y el presupuesto de obras, por tanto ya solo quedaba “autorizar al alcalde para que convoque la subasta”. Esto ocurrió el día 11 de febrero. Las obras fueron adjudicadas a Paulino Gómez Ruiz por la cantidad de 42.500 pesetas. El redactor del proyecto fue el arquitecto Santanderino Joaquín Sierra. El hecho de pertenecer al Ayuntamiento de Santander y también por su precaria salud,  hizo que fuera  el maestro de obras  Pablo Piqué Camí[133] el que se encargara de  hacer el replanteo y la inspección de la obra.
         Al comienzo del verano, el 5 de junio, el Ayuntamiento cede la recogida de basuras de la Villa “por la cantidad de 30 pesetas, a D. Manuel Abascal, que se compromete a retirar aquellas por la mañana y por la tarde”. Se comenzaba a implantar el servicio de retirada de las basuras de la vía pública. Otra obra que se lleva a cabo en este año fue la construcción de la cárcel municipal[134]. El ganador de la subasta fue Joaquín Herrero[135] por un total de 4.740 pesetas. El 26 de noviembre  recibe la obra el Ayuntamiento y pronto iniciará su actividad.
         La Junta Directiva del colegio de primera y segunda enseñanza había acordado “la separación del catedrático Joaquín Espluga Sánchez”, no obstante el alcalde quiso que constara en acta “sus méritos y su intachable conducta, y por unanimidad se acordó haber visto con disgusto la resolución aquella”. En plenas Fiestas de la Patrona, el hostelero Tiburcio Bilbao[136] solicita y “se le concede obras en la fachada de su casa de la calle Posada Herrera”, y además se emite un Bando Municipal que dice “se prohíbe lavar ropas en el río Sorravides”.

 
Manuel Crespo Quintana. Colección Ricardo Bueno

         Coincidiendo con el último mes del año y finalizando el mandato del alcalde Joaquín Ruiz de Villa, se elimina del Padrón de habitantes a “Genaro Perogordo López, que lleva viviendo dos años en Madrid”, y también a Manuel Crespo Quintana, Diputado a Cortes con residencia habitual en Madrid”. Dos personajes de mucha relevancia.
Al año siguiente, el 1 de enero de 1894,  “se constituye el nuevo Ayuntamiento y se distribuyen los cargos”, donde ya no está nuestro biografiado, luego hasta aquí llegó el primer mandato como alcalde de Joaquín Ruiz de Villa y González-Campuzano. El nuevo alcalde fue el medico Gregorio Martín Blanco.

Su segundo mandato, que dura dos años, comienza el 1 de julio de 1897. En este mismo mes “continúan los trabajos en la Plaza de la Llama”. Nueve días después “es nombrado secretario del Consistorio Manuel T. de Velasco[137], comenzando así una nueva saga en Torrelavega, los Trugeda. El pionero, ya secretario municipal, firmaba T. Velasco por ser su segundo apellido de más abolengo, o por lo menos eso pensaba él. Federico Rodríguez Piró[138] volvió a la carga,  y “recuerda la falta de cumplimiento por parte de la Compañía de los Ferrocarriles del Norte de España,  después que la sentencia del Tribunal Supremo le condenó a construir el Ramal de Requejada”.

El día 8 de agosto había fallecido en el balneario de Mondragón el presidente del Consejo de Ministros Antonio Cánovas del Castillo. La Corporación Municipal en sesión celebrada el día 14 “lamentan lo ocurrido”. Ya en septiembre, “la Sociedad Orfeón Torrelaveguense[139] ruega al Ayuntamiento se haga cargo y custodie su estandarte”.

En el año siguiente, en el mes de mayo, el activo concejal conservador  Federico Rodríguez Piró “pidió que se llamara Fernández-Vallejo el Paseo Serafín Escalante”. Al mes siguiente, la “Escuela de Artes y Oficios obtiene el segundo premio en la Exposición de Barcelona”. Iban a comenzar las Fiestas de la Patrona y había muy poca luz. Por ello este mismo concejal, que más adelante será alcalde, “Federico Rodríguez Piró solicita dirigirse a la Compañía Montaña para que mejore el alumbrado público”. Se producirán dos nombramientos significativos en el mes de septiembre. “Nombrar secretario interino del Ayuntamiento a Luis Bustamante Iglesias”. Y por último “se nombra como director del colegio de segunda enseñanza a Ulpiano Campo, acordando que se adscriba (a este colegio) la Escuela de Comercio”.        

Ya en su segundo y último año de mandato, se tomó el acuerdo, en el mes de enero, de “incluir la lista con derecho a voto”. Era año de elecciones. Además se nombraron compromisarios para senadores “a los Sres. Payno[140], Obregón y Castañeda”. Al mes siguiente, “se decide abrir una nueva calle que une la de Pomar con la del General Ceballos, pasando por la fachada del Templo”[141], se refería a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Hacía años[142] que estaba en vigor la Ley sobre las Colonias Agrícolas que preveía, entre otras ventajas, los beneficios tributarios. El director gerente de la “Azucarera Montañesa” solicitó al Consistorio el cumplimiento de esta ley. Días más tarde, el 11 de marzo, se accedió a ello. Había que ir preparando las elecciones,  y es el 29 de abril cuando “se aprueban los vocales por Distritos para las elecciones municipales”. A finales del mes de mayo “se colocan tres farolas de petróleo, y se nombre de nuevo aspirante a Escribiente de la secretaria del Ayuntamiento, a Federico Rodríguez López”[143]. En el mes siguiente, su padre, Federico Rodríguez Piró, concejal conservador,  “presenta una proposición para nombrar veedor del matadero público al veterinario Apolinar Tovar”[144]. Nombramiento que le llegó en el último día del mes de junio. Con estos acuerdos llega a su fin el mandato como alcalde de Joaquín Ruiz de Villa González Campuzano. Era el año 1899 y el mes de julio.

Hasta aquí el repaso pormenorizado de sus cinco años de alcalde. Durante todo este tiempo el alcalde no estuvo solo, en su gestión, le acompañaron un buen grupo de concejales. Alguno de ellos voy a citar: Gervasio Herrero González[145], Federico Rodríguez Piró[146], Buenaventura Rodríguez Parets, José Gómez González y los señores García Corona, Campo Guerra, Fernández Díaz, Bernardo Velarde Barrio[147], Carrera Campuzano, García Gómez, Alonso Astulez y Velarde Zabala.

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Pasaron los años y cuando Joaquín Ruiz de Villa González-Campuzano contaba 81 años  fallece[148] en Torrelavega, el 16 de mayo de 1932. Al día siguiente fue enterrado en el cementerio municipal de Geloria. Años después, sus restos fueron trasladados y depositados en una sepultura de la cripta de la iglesia de la Virgen Grande. Otorgó Testamento[149] ante el notario Celso Romero.

 
Sepultura de Joaquín Ruiz de Villa en la cripta de la Virgen Grande



IMAGINES PARA EL RECUERDO


 
José Ruiz de Villa Pérez-Carral. Colección familiar



 
Margarita Sañudo Barasa. Colección familiar


 
María Luisa Sañudo Barasa. Colección familiar

         Muchas de las imágenes que aparecen en este trabajo son propiedad de María Dolores Ruiz de Villa. A ella nuestro agradecimiento.
         Esta investigación aparece publicada en el número 20 de la revista de Ascagen,
http://www.ascagen.es/ascagen/index.php/example-pages/revistas




[1] http://www.torrelavegantigua.com/2014/08/gregorio-martin-blanco-nacio-en-la.html
[2] Garcia García, Manuel; El incendio en la Villa de la Vega, 1695.  Colección Hojas de Quercus, pág. 48/58.
[3] Bustamante Gómez, Tomás y Ruiz Fernández-Regatillo, Amparo; El Cementerio de Geloria en el siglo XIX, pág, 46/50.
[4] No hay libros sacramentales de esta época en Torrelavega.
[5] Libro Casados Torrelavega (1725-1795), folio 80 vto.
[6] Libro Defuntos Torrelavega (1776-1898), folio 25.
[7] Libro Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 71 vto. Testó ante Jacinto Ruiz Tagle declarando, sin explicar los motivos, que su hijo Antonio había renunciado a la herencia de su padre ante la Justicia Ordinaria con el testimonio de Juan Antonio Campuzano.
[8] Fueron albaceas, Fernando González de Quijano, Prebendado cura de esta Villa, Manuel García Corona y Teresa Ruiz de Villa. Archivo Histórico Provincia. Protocolo Notarial. Notario Jacinto Ruiz Tagle. Testamento de Josefa Gómez del Piélago, viuda de Francisco Antonio Ruiz de Villa, 6 de abril de 1804.
[9] Archivo Histórico Provincial Cantabria. Protocolo Notarial, legajo 3040-5. Notario Juan Antonio
  Campuzano.
[10] Archivo Histórico Provincia. Protocolo Notarial. Notario Jacinto Ruiz Tagle. Testamento de Josefa
  Gómez del Piélago, 6 de abril de 1804.
[11] Archivo Histórico Provincial Cantabria. Protocolo Notarial. Notario Jacinto Ruiz Tagle. Testamento de Josefa Gómez del Piélago, 6 de abril de 1804.
[12] Archivo Histórico Provincia. Protocolo Notarial. Notario Jacinto Ruiz Tagle. Testamento de Josefa Gómez del Piélago, viuda de Francisco Antonio Ruiz de Villa, 6 de abril de 1804.
[13] No se conservan libros sacramentales de aquella época.
[14] Fueron sus padrinos Joseph González del Piélago vecino de Suances y Theresa Ruiz de Villa hermana del contrayente. Actuando como testigos Francisco Martínez de Cos, Julián García Guinea y Joseph García Barrio, vecinos de esta villa de Torrelavega.
[15] Libro Casados Torrelavega (1725-1795), folio 183.
[16] Libro Bautizados (1775-1805), folio 146. Fallece 5 agosto 1799.
[17] Nació 26 junio 1805. Libro Bautizados Torrelavega (1775-1805), folio 196 vto. Falleció 10 febrero 1806. Libro Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 82 vto.
[18] Nació 9 abril 1796. Libro Bautizados Torrelavega (1775-1805), folio 115 vto. Fue bautizado de
    socorro y murió ese mismo día.
[19] Nació el 7 julio 1802. Libro Bautizados Torrelavega (1775-1805), folio 131. Murió párvula.
[20] Nació 17 noviembre 1786. Libro Bautizados Torrelavega (1775-1805), folio 68.
[21] Libro Casados Torrelavega (1795-1835), folio 39 vto.
[22] Hija de Miguel Cevallos y María Puente, vecinos de esta Villa de Torrelavega.
[23] Nacida 3 abril 1822. Libro Bautizados Torrelavega (1818-1830), folio 65. 
[24] Nacida 2 mayo 1816. Libro Bautizados Torrelavega (1805-1818), folio 95.
[25] Nacida 15 mayo 1807. Libro Bautizados Torrelavega (1805-1818), folio 18.
[26] Nació 17 marzo 1791. Libro Bautizados Torrelavega (1775-1835), folio 86 vto.
[27] No hay registros de Zurita.
[28] Nacido 1 noviembre 1811. Libro Bautizados Torrelavega (1775-1835), folio 61.
[29] Nacido 15 agosto 1818. Libro Bautizados Torrelavega (1818-1830), folio 6.
[30] Nacida 1 junio 1821. Libro Bautizados Torrelavega (1818-1830), folio 49 vto.
[31] Nacido 20 marzo 1825. Libro Bautismos Torrelavega (1818-1830), folio 116.
[32] Nacido 7 enero 1828. Libro Bautizados Torrelavega (1818-1830), folio 162.
[33] Archivo Histórico Provincial Cantabria. Protocolo Notarial María González Campuzano. Notario
    Jacinto Ruiz Tagle.
[34] Libro Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 96.
[35] Bustamante Gómez, Tomás y Fernández-Regatillo Ruiz, Amparo. El cementerio de Geloria en el siglo XIX. Artes Gáficas Quinzaños, 2016, Torrelavega.
[36] 12 abril 1828.
[37] Archivo Histórico Provincial Cantabria. Protocolos Notariales. Notario Jacinto Ruiz Tagle.
[38] Libro Bautizados Torrelavega (1775-1835), folio 86 vto.
[39] Nació 1 noviembre 1811. Se casó con Bernarda Gómez.
[40] Nació 15 agosto 1818. 
[41] Nació 1 junio 1821. . Falleció el día 9 de agosto de 1822 a los 14 meses de edad. Libro Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 127.
[42] Nació 20 marzo 1825. Casado con Eufemia Sánchez.
[43] Nació 7 enero 1828. Falleció el día 6 de agosto de 1851, a los 23 años. "Apareció suicidado por efecto de una enajenación mental". Libro Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 100 vto.
[44] En las matriculas industriales y comerciales de 1835 aparecen inscritos como taberneros Juan y Joaquín Ruiz de Villa.
[45] A. H. P. C. Protocolos Notariales.
[46] A. H. P. C. Protocolos Notariales, codicilo.
[47] Ver Testamento y últimas Voluntades. Archivo Histórico Provincial Cantabria, Protocolos Notariales.
[48] El Balance del Almacén de la Regata en 1859 disponía de un capital total de  120.000 reales de vellón.
[49] Izaguirre Cobo, José; 22 calles de Torrelavega. Edita  Ayuntamiento Torrelavega, 1999, pág. 85.
[50] Bustamante Gómez, Tomás; Los comienzos de la Cámara de Comercio e Industria de Torrelavega.
[51] Ver Testamento y últimas Voluntades. Archivo Histórico Provincial Cantabria, Protocolos Notariales.
[52] Se refiere al cementerio de Geloria. Ver Bustamante Gómez, Tomás y Fernández-Regatillo, Amparo; El cementerio de Geloria en el siglo XIX, Editorial Artes Gráficas Quinzaños, Torrelavega, 2016.
[53] Libro Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 135.
[54]  Fueron sus padrinos José Macho del Barrio y Claudia García Ortiz. Libro Bautismos Torrelavega    (1818-1835), folio 6.
[55] Y nieta de  José de la Gándara y de Ángela de la Gándara, vecinos del lugar de Zurita.
[56] Tuvo una fábrica de sombreros en Torrelavega. Ver pág.----- Bustamante Gómez, Tomás y Ruiz Fernández-Regatillo, Amparo; El cementerio de Geloria en el siglo XIX. Editorial Quinzaños, 2016.
[57] Libro Bautizados Torrelavega (1818-1830), folio 64.
[58] Nacido el 9 octubre 1849. Libro 7 Bautismos Torrelavega (1830-1850), folio 229. Falleció a los 75 años el 28 de diciembre 1920. Soltero. Enterrado cementerio Geloria. Libro 13 Difuntos Torrelavega (1916-1923), folio 167.
[59] Nacido el 25 septiembre 1850. Libro 7 Bautizados Torrelavega (1830-1850), folio 242 vto.
[60] Nacida el 23 febrero 1853. Libro 8 Bautizados Torrelavega (1852-1859), folio 97 vto. Falleció a los 77 años, 6 de octubre de 1931. Soltera. Enterrada en Geloria. Libro 15 Difuntos (1931-1938), folio 53 vuelto.
[61] Nacido el 2 enero 1857. Libro 8 Bautismos Torrelavega (1852-1859), folio 160 vto.
[62] Nacido el 11 febrero 1862. Libro 9 Bautismos Torrelavega (1859-1866), folio 117 vto.
[63] “Después de haber pasado corta temporada con nosotros, saldrá mañana lunes para Burgos con objeto de ponerse al frente, (a lo antes referido), nuestro respetable amigo Don Francisco R. de Villa. Que lleve feliz viaje le deseamos”.
[64] A las 7.30 de la mañana. Fue bautizado por el párroco José Alonso Astulez. Libro 8 Bautizados Torrelavega (1857-1859), folio 160 vto.
[65] Se le puso por nombre Isidoro Juan, y fueron sus padrinos José Ignacio Fernández Hontoria y María Manuela González Campuzano.
[66] Archivo Histórico Nacional, Universidades, 6802/15.
[67]  Archivo Histórico Nacional, Universidades, 4706/20
[68] Derecho Romano 1 y 2, Derecho Político 1 y 2, Derecho Civil, Derecho Mercantil y Derecho Penal
[69]  Lengua Griega, Literatura Clásica Griega, Geografía Universal, Literatura General e Historia Universal.
[70] Libro 13 Difuntos (1916-1923), 137 vto.
[71] En su lapida consta el día 10 que fue cuando lo enterraron.
[72] Libro 11 Difuntos Torrelavega (1898-1908), folio 20. En la lapida por error consta que falleció el 19 que es cuando lo enterraron.
[73] Muchos de los datos genealógicos han sido investigados junto a Amparo Fernández-Regatillo Ruiz.   Libro Bautizados Torrelavega (1835-1890), folio 242 vto.
[74] Fueron sus padrinos sus abuelos Joaquín  Ruiz de Villa y Tomasa Hontoria.
[75] La novia era hija de José, natural de Almonacín de la Sierra (Zaragoza) y Teresa de Las Rozas (Burgos).
[76] Fueron sus padrinos Joaquín Ruiz de Villa y Tomasa Hontoria. Libro Casados Torrelavega (1835-1891), folio 279.
[77] Falleció el día 2 de octubre de 1892 a los seis meses de edad. Libro 10 Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 86.
[78] Libro Difuntos Torrelavega (1776-1898), folio 61.
[79] Nacido 28 marzo 1890. Se casó en la Parroquia de Santa Lucia de Santander el 8 abril 1935 con Matilde Valdés Sanchez, natural de Labarces. Libro 13 Bautismos Torrelavega (1835-1890) folio 211vto.
[80] La novia era hija de José y Teresa, ambos vecinos de la Vega de Pas. Libro 7 Casados Torrelavega (1891-1910), folio 27 vto.
[81] Está enterrado en el panteón de los Ruiz de Villa en el cementerio de Geloria.
[82]  Fallece el 10 de abril de 1892. Enterrada en el panteón Ruiz de Villa en el cementerio de Geloria.
[83] Un hermano, José Pérez-Carral Calderón, era médico que ejercía en San Vicente de la Barquera.
[84] En este mismo mes de marzo le entregó a don Sixto González la cantidad de 2.887, 25 pesetas por el siniestro ocurrido en su taller la semana próxima pasada.
[85] Protocolo Notarial del 15 de Abril de 1918. Notario de Torrelavega Celso Romero.
[86] Protocolo Notarial, nº 279. Propiedad de la familia.
[87] Casa catalogada con el número 3. Tenía de frente la plaza, a la derecha con la casa de María de Miguel Zabala y a la izquierda casa del ayuntamiento. En 1889 la había comprado a Aurelio de la Revilla Huidobro como herederos de Francisco Terreros Revilla marido de Manuela González-Campuzano Quijano-Adillo.
[88] Linda al saliente la huerta y casa de Tomasa de Hontoria, después herederos de Gilberto Quijano, oeste casa de Micaela González-Campuzano de Hontoria, hoy de María y Micaela Ruiz de Villa, al norte herederos de Gilberto Quijano, y mediodía con la calle de la Paz donde tiene la entrada. La mitad la heredó Joaquín de su madre y la otra mitad se la compró a su hermano Isidoro.
[89] Casa de los Ruiz de Villa. Archivo Municipal Torrelavega, P01_B05_0728_001
[90] Libro 13 Bautizados Torrelavega (1835-1890) folio 132 vto.
[91] Libro Casados Torrelavega (1910-1923), folio 92.
[92] Se casa en primeras nupcias con Carmita López-Alonso. Y en segundas, en 1962, en la iglesia del Cristo, con Soledad Izquierdo García con la que tiene una sola hija: María Dolores Ruiz de Villa Izquierdo. Soledad, enterrada en Geloria al igual que su marido, fallece el 6 diciembre 1997 y su marido José el 20 julio 1998.
[93]  Nacido el 9 de septiembre de 1920 y bautizado  en la Iglesia de la Asunción el 16 del mes siguiente.
Se casa con María Begoña Delclaux Oraa. Tendrán seis hijos, María Lourdes, María Margarita, Enrique, Iñigo, María Begoña y José Ruiz de Villa Delclaux.
[94] Según nos cuenta su nieta Mado Ruiz de Villa Izquierdo.
[95] 3 de agosto de 1958 según consta en su esquela.
[96] Libro 13 Bautizados Torrelavega (1835-1890) folio 211vto.
[97] Conocida por Curra, soltera y gran deportista
[98] Fueron sus padrinos su tío Isidoro Ruiz de Villa González-Campuzano y Teresa Calderón. Libro 14 Bautizados Torrelavega (1890-1895), folio 201 vto. y 202.
[99] Fueron sus padrinos José Pérez y Consuelo Ruiz de Villa. Libro 15 Bautizados Torrelavega (1896-1901), folio 49 vto.
[100] Es el segundo Ramón. El primero falleció a los 6 meses y su madre a los pocos días del parto.
[101] En la ceremonia religiosa fueron sus padrinos su hermano mayor José Ruiz de Villa y su madre María de los Ángeles Pérez-Carral. Libro 15 Bautizados Torrelavega (1896-1901), folio 152
[102] Anotado al margen de su registro de su bautizo
[103] Casada con María Casares Diego Rodríguez
[104] Casada con José Rodríguez del Llano.
[105] Libo 19 Difuntos Torrelavega (1967-1975), folio 162.
[106] Fueron sus padrinos de bautizo José Ruiz de Villa y una tía suya Pilar Pérez Calderón. Libro 16 Bautizados Torrelavega (1901-1906), folio 17 vto. y 18.
[107] Que murió ahogado en un desgraciado accidente en El Malecón el día 13 agosto 1931.
[108] Fueron sus padrinos Joaquín Ruiz de Villa Pérez-Carral  y Amalia Pérez. Libro 17 Bautizados Torrelavega (1905-1909), folio 192 vto.
[109] Anotado al margen de su registro de bautizo.
[110] Archivo Congreso Diputados. Signatura: A.C.D. Serie documentación Electoral: 137 nº 40
[111] Archivo Centro Documental de la Memoria Histórica. Ficha de Manuel Ruiz de Villa Pérez-Carral  DNSD-SECRETARIA,FICHERO,58,R0185053
[112] A.H.N. Centro Documental de la Memoria Histórica, Signatura: PS-MADRID,639,284.
[113] Aunque en el Archivo del Congreso de los Diputados conste como fecha de fallecimiento 21 de junio.
   Signatura: A.C.D. Serie documentación Electoral: 137, nº 40.
[114] Libro 17 Bautizados Torrelavega (1905-1909), folio 54 vto.
[115] Fueron sus padrinos de boda Ramón Ruiz de Villa y Pilar Palacios Pérez. Su boda aparece anotada  al margen de su registro de bautismo.
[116] Nació el 5 de abril de 1910. Falleció el 28 mayo 2012. Sus restos reposan en el panteón de los Ruiz de Villa.
[117] Libro 19 Difuntos Torrelavega (1967-1975), folio 176 vto.
[118] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2014/08/gregorio-martin-blanco-nacio-en-la.html
[119] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/12/gervasio-herrero-gonzalez-1845-1910.html
[120] Ya habían comenzado las obras de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
[121] Archivo Municipal Torrelavega. Acuerdos tomados en 1891.
[122] 15 junio 1891.
[123] Buenaventura Rodríguez Parets, que era hijo de Genaro Rodríguez y Rosa Parets,  nació en Cienfuegos, provincia de Santa Clara, Cuba, sobre 1865, cuando era provincia Española. Abogado y dueño de la publicación “El Fomento” se casó con Susana Arqués Payá del comercio “La Valenciana” de Torrelavega. Tuvo el matrimonio dos hijas, Susana y Rosa María. En 1892 se crea la Escuela de Artes y Oficios de la que es su primer presidente. En su testamento  que redactó el notario de Torrelavega Carlos Fernández de la Fuente, el día 2 de junio de 1897, hizo constar que a su muerte le enterraran en el cementerio parroquial de Puente San Miguel. Archivo Histórico Provincial Cantabria. Protocolos Notariales, número 83, 1897, folios 315 y 316.
[124] Se refiere al comerciante que posteriormente fue alcalde no al comerciante con el mismo nombre y mismos primer y segundo apellido que vivía en la Plaza Mayor.
[125] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/11/n-unca-pensaron-los-bisabuelos-de.html
[126] Bustamante Gómez, Tomás y Fernández-Regatillo Ruiz, Amparo; El cementerio de Geloria en el siglo XIX. Artes Gráficas Quinzaños, 2016, página 58.
[127] Bustamante Gómez, Tomás y Fernández-Regatillo Ruiz, Amparo; El cementerio de Geloria en el siglo XIX. Artes Gráficas Quinzaños, 2016, página 73/76.
[128] Joaquín Hoyos Fernández (1843-1893) nació  el día 28 de junio de 1843 en la localidad de Mata perteneciente al municipio de San Felices de Buelna. Fue un exitoso comerciante de Torrelavega, propietario del Gimnasio Hoyos, y de varias fincas, algunas de ellas cedidas sirvieron para conectar la calle de Consolación con el Ferial de la llama. Por ello a esta calle se la denominó de Joaquin Hoyos.
[129] Para más información: Bustamante Gómez, Tomás; El Banco de Torrelavega 1920/1942. Editorial Artes Gráficas Quinzaños, 2009,  pág. 645/649. Y http://www.torrelavegantigua.com/2012/12/herminio-azcarate-campo-comerciante-y.html
[130] Vivía en esta plaza el concejal y su familia. Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2015/02/alberto-velarde-blanco-1876-1950-la.htmlhttp://www.torrelavegantigua.com/2015/02/alberto-velarde-blanco-1876-1950-la.html
[131] Lino Justo Fernández Diez  se casa con Carmen Fernández-Regatillo Viaña (1841-1925) natural de Cortiguera y con domicilio en Polanco, Suances. Viven en la curva de la bótica de Barreda.
[132] Dato aportado por Amparo Fernández-Regatillo y que aparece en Libro Difuntos Torrelavega (1890-1898), primer folio y vto.
[133] Del Hoyo Maza, Sara; El maestro de obras Pablo Piqué (1848-1918). Arquitectura y urbanismo para una ciudad industrial. Artes gráficas Quinzaños, 2016.
[134] El 26 de junio quedó desierta la primera subasta y se adjudicó el día 30.
[135] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/01/joaquin-fernandez-herreros-cantero-y.html
[136] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2015/08/tiburcio-bilbao-ibarrondo-1838-1896-el.html
[137] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2014/02/manuel-trugeda-cayuso-1882-1933_7.html
[138] Es tio abuelo del autor de esta biografía.
[139] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/05/fundacion-del-orfeon-torrelaveguense.html
[140] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/03/sixto-payno-juanco-abogado-y-juez.html
[141] Ya habían comenzado las obras de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
[142] Entró en vigor el 3 de junio de 1868.
[143] Federico Tiburcio  Rodríguez López (1882-1905) nació el 13 de Agosto de 1882  en Torrelavega. A los 23 años fallece de tuberculosis el día 27 de marzo de 1905. Está enterrado en el cementerio de Geloria. Estaba soltero y no tuvo hijos. Libro Bautizados Torrelavega (1835-1890), folio 60 vto. Libro 11  Defunciones Torrelavega (1898-1908), folio 175.
[144] Archivo Municipal Torrelavega, extractos de acuerdos, 1876/1899.
[145] Para más información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/12/gervasio-herrero-gonzalez-1845-1910.html
[146] Tío bisabuelo del autor de esta biografía.
[147] Para más información ver: http://www.torrelavegantigua.com/2015/02/alberto-velarde-blanco-1876-1950-la.html
[148] Libro 15 Difuntos (1930-1938), folio 75 vto. y 76.
[149] El 15 de abril de 1918, cuando contaba 67 años. Testamento 95. Propiedad de la familia.