sábado, 16 de junio de 2018

José de Argumosa y Argumosa (1879-1945). El palacete de El Cierro

José de Argumosa y Argumosa. Archivo Rucabado



         José de Argumosa y Argumosa[1] (1879-1945) nació en La Habana[2], Cuba[3], en 1879. Fue uno de los siete hijos del matrimonio formado por José Ramón de Argumosa Gutiérrez (1854-1899) y Julia de Argumosa Bezanilla (1854-1890).
         Su padre, que había nacido en Consolación del Sur, en la Isla de Cuba, fue médico y alcalde de la villa de Torrelavega entre 1883 y 1885, sucediendo en el cargo a Joaquín Fernández-Vallejo y Fernández-Castanedo (1842-1894). En Consolación del Sur, perteneciente a la provincia de Pinar del Rio, nació  su hija mayor: Julia[4]. Sus otros cinco hijos nacerán en Torrelavega: Roberto[5] (1885-1915), Germán[6] (1886-1919), Diego, María Luisa[7] y Miguel Ángel[8] (1887-1940).
         José de Argumosa estudió la carrera de Medicina en Madrid y se doctoró en 1910, versando su tesis doctoral sobre “Asociaciones del sarampión y la escarlatina”. Se especializó en Pediatría en París. Más adelante, ya vuelto a Torrelavega, abrirá su consulta privada en la calle Joaquín Hoyos, en el mismo edificio que albergaba la Farmacia Argumosa, propiedad de su hermano Miguel Ángel. José de Argumosa fue también el primer médico contratado por la entonces recién instalada empresa Solvay, en 1904. En estos primeros años, los trabajos que realizó tenían que ver fundamentalmente con los accidentes laborales que se producían en la construcción de la fábrica. Por este motivo y para atender a los accidentados, se construyó el Hospital de la Solvay. Allí desarrolló una gran labor hasta su inesperado fallecimiento, que se produjo en el mismo recinto fabril.


José de Argumosa y Argumosa y su primera mujer  Julia LLorente Torroba 


         En uno de sus viajes a Cuba -no olvidemos que era cubano de nacimiento- José de Argumosa y Argumosa conoció a la que sería su primera mujer, la argentina Julia Llorente Torroba[9]. El novio había heredado de su padre un paraje maravilloso denominado El Cierro, vigilado por el emblemático monte Dobra y fue en este lugar, localizado en Sierrapando, donde el matrimonio decidió vivir. Por ello, encargaron, en 1915, al arquitecto Leonardo de Rucabado el proyecto de su casa. Un año y medio  más tarde, este magnífico palacete de estilo montañés estaba terminado. Desgraciadamente, poco tiempo lo pudo disfrutar la joven pareja. Solo dos años después, con tan solo 39 de edad,  Julia Llorente fallece, concretamente el 8 de octubre de 1918. A los dos días del óbito es enterrada en el cementerio de Geloria, donde reposan sus restos. No tuvieron descendencia.


El palacete de El Cierro

         En 1925, cuando José de Argumosa contaba 46 años, conoció a la que fue su segunda mujer, Elisa Bustamante de la Huerta (n.1896), “en un viaje a Vitoria en su automóvil, conducido por su chofer Melitón”[10]. Era una mujer culta, aficionada a la pintura y al cultivo de flores y plantas. Esta última y la equitación serán a partir de ahora actividades compartidas por el matrimonio. La segunda mujer de José de Argumosa, mucho más longeva que la primera, falleció en Torrelavega con 99 años[11]. Tampoco hubo hijos en este segundo matrimonio.
          José de Argumosa vivió con deleite en su muy querido palacete de la finca "El Cierro", frente al monte Dobra. Allí recibió, entre otras personalidades de la época,  a Alfonso XIII y al médico y humanista  Gregorio Marañón.


Interior del palacete donde podemos apreciar una piel de oso en la escalera


         Miguel Ángel de Argumosa y Valdés nos dejó en Piedralaves, revista literaria fundada por este poeta, un recuerdo del hogar de su tío José[12]:

         “El Cierro era la finca que tenía mi tío en los alrededores de la ciudad. Allí había reunido en torno a su hermoso palacio, multitud de animales y plantas para su recreo. Aparte de otros animales comunes, como caballos y perros, mi tío tenía, convenientemente acondicionados, ciervos, gamos, faisanes dorados, gallinas de Guinea, y otras especies raras que no recuerdo.
         En una gran pajarera de alambre, situada en la parte superior de la finca, ocupando un lugar sombreado por mimosas y acacias, entre violetas y guisantes de olor, había instalado una curiosa fauna de aves que iba desde el jilguero del país hasta cierta especie de tórtola exótica. Allí revoloteaban canarios blancos como la nieve, –que él seleccionaba cuidadosamente para evitar ninguna mancha-, cacatúas, guacamayos, etc. Hasta creo que, extrañando algo el lugar, se veía, incluso, alguna ardilla…
         Para llegar al Cierro había que tomar una calleja a la izquierda de la carretera. En seguida surgía, ya en pleno campo, un puentecillo de madera,  cubierto de tierra y graba, que sombreaban algunos chopos. Bajo el puente pasaba un pintoresco arroyo, y al lugar le llamaban Tronquerias. Muchas tardes merendábamos allí, en compañía de la muchacha y nos entreteníamos en pescar ranas o a coger grillos en los prados próximos. Como no teníamos donde traer las ranas, si era día de cielo nublado, las metíamos en el paraguas, y después en casa las tiraban al jardín desde el balcón…
         Una de las cosas que más nos atraía de El Cierro era el estanque, rodeado de gigantescos árboles, y situado en medio de una hermosa y gran pradera. Muchas veces, durante mi adolescencia, acompañaba a mi tío en sus paseos por El Cierro. Examinábamos los injertos que había hecho durante el otoño, y él me describía las diferentes especies de flora que nos rodeaba. En torno a nosotros crecían por doquier tuyas doradas, adelfas, sauces llorones filodendros, cedros del Líbano, camelias, aligustres, laureles, cipreses, mimosas, magnolios, limoneros, espinos floridos, tilos, cerezos silvestres, álamos, castaños de Indias… y multitud de flores y frutos de todas las clases. Frente a la casa, solitario, el rey de estos árboles; el hermoso piñonero que el huracán arrancó de cuajo”.


Planos del palacete de Argumosa. Fondo Rucabado. Archivo Cocan


         Como hemos comentado anteriormente, José de Argumosa se decidió por el arquitecto Leonardo de Rucabado y Gómez para la construcción de su casa de El Cierro. Durante el tiempo que duró dicha construcción, ambos mantuvieron una intensa correspondencia, que está custodiada en el archivo de Rucabado. Los planos fueron proyectados en 1915 por este arquitecto, nacido en Castro Urdiales y con despacho en Bilbao. El presupuesto de la obra ascendió a 74.799 pesetas, con un tiempo de ejecución de once meses. Fue firmado por los hermanos torrelaveguenses  Luis y Carlos Pondal y en los documentos podemos leer: "construcción del Palacio de José de Argumosa", que así era como lo llamaban. Durante la guerra incivil española, el edificio fue incautado, si bien su propietario pudo recuperarlo, sin apenas daños, al terminar la contienda.


Palacete de estilo montañés construido por el arquitecto Rucabado en la finca El Cierro


         Años después del fallecimiento de José de Argumosa, su mujer no puede hacerse cargo del cuidado y mantenimiento de una propiedad que era a todas luces muy costosa. Por ello decide ponerla a la venta, excepto un pequeño trozo que hereda su sobrino, el también médico Emilio Sola Argumosa. La finca fue adquirida por la Marquesa de Torneros, quien la cedió después a la congregación de madres Carmelitas, con el objeto de construir un convento, “siempre con la condición de que no derribasen el palacete de José de Argumosa”. Condición  que no se cumplió.


María Luisa de Argumosa y Argumosa hermana de José


         En 1954, el por entonces alcalde de Torrelavega, Rafael Gutiérrez Velarde[13], pensó que la inclusión del palacete en la Relación de Monumentos a Conservar evitaría su destrucción. Se equivocó totalmente; no fue ni conservado ni mantenido, sino todo lo contrario. Las monjas alegaron que era muy elevado el desembolso que tenían que hacer para su conservación,  dejando que amenazara ruina. Tampoco las instituciones de la época decidieron conservarlo y una vez más se privó a la ciudad de un edificio que debió haberse conservado. En su lugar se construyó, en 1961, el Real Monasterio de los Santos Reyes San Luis y San Fernando o, como popularmente se le conoce, el Convento de las Carmelitas.
         Los que conocieron a José de Argumosa le definen como una persona altiva y de fuerte carácter, hasta el punto de que, cuando falleció, una autoridad de Torrelavega dijo que "había muerto el último señor de horca y cuchillo". Era implacable con los seres humanos, en cambio compasivo con los animales y las plantas. Era un jinete magnífico y cuidaba con esmero las especies animales que criaba en su finca, lo que sin embargo no impedía su gran afición a la práctica de  la caza mayor. La piel de un oso cobrado por el doctor adornaba un muro en el primer rellano de la escalera de la casa de "El Cierro".


Roberto de Argumosa y Argumosa (1885-1915)


         En la memoria de su sobrino Germán, hijo del farmacéutico Miguel Ángel de Argumosa y Argumosa y hermano del poeta citado, quedaron grabadas para siempre las últimas palabras que escuchó de nuestro médico: "¡Qué bien me ha tratado la vida!"   José de Argumosa y Argumosa falleció[14] el 25 de junio de 1945, a los 66 años, a consecuencia de una embolia cerebral,[15] mientras trabajaba en las oficinas generales de la empresa Solvay.  Sus restos reposan en la cripta de la iglesia de la Virgen Grande, en la Plaza del Grano de esta ciudad.


Enterramiento en la cripta de la iglesia de la Virgen Grande de José de Argumosa y Argumosa




IMÁGENES PARA RECORDAR


Recordatorio del fallecimiento de Julia LLorente


Planos del palacete de Argumosa. Sección. Fondo Rucabado. Archivo Coacan


Planos del palacete de Argumosa. Planta del sótano y cimientos. Fondo Rucabado. Archivo Coacan



Planos del palacete de Argumosa. Detalle de balcones, antepecho y rejas. Fondo Rucabado. Archivo Coacan


Planos del palacete de Argumosa. Planta segunda. Fondo Rucabado. Archivo Coacan



Presupuesto casa José de Argumosa y Argumosa. Fondo Rucabado. Archivo Coacan





[1] Para información sobre  su linaje, remito al lector al capítulo dedicado a su hermano Miguel Ángel en este mismo blog: http://www.torrelavegantigua.com/2016/02/ostenemos-que-remontar-hasta-1753-para.html
[2] Como así consta en su partida de defunción.
[3] Y no en Torrelavega en 1884, como afirma erróneamente José L. Ruiz Perales en el libro Cien años del Servicio Médico Solvay, Barreda-Torrelavega, 2004.
[4] Nacida en Cuba y fallecida el 19 abril 1941. Fue una  lectora voraz.  Casada con  Manuel María de León y Muniesa, fallecido el 2 de enero de 1968. Ambos reposan en el panteón de Argumosa en Geloria, como también su hija, Mª Luisa de León y Argumosa.
[5] Nacido en Torrelavega el 6 de septiembre de 1885. A los cuatro días  bautizado en la iglesia de la    Consolación. Libro 13 Bautizados Torrelavega (1835-1890), folio 216. Médico y buen pintor, contrajo matrimonio con María de la Encarnación Valdés Pariente, la cual, tras enviudar, ingresó en la orden religiosa de las Salesas Reales. Roberto de Argumosa y Argumosa falleció a los 29 años, el 14 de enero de 1915. Libro 12 Difuntos Torrelavega folio 220 vto. Tenemos aquí el caso de dos hermanos casados con dos hermanas, ya que la esposa de Miguel Ángel de Argumosa y Argumosa fue Juana Valdés Pariente.
[6] Nació en Madrid en 1886 y falleció en Torrelavega el 11 de octubre de 1918.
[7] Nacida en Torrelavega  el 1 mayo 1884. Fue bautizada en la iglesia de la Consolación a los cinco días. Libro 12 Bautizados Torrelavega (1835-1890), folio 147 vto.
[8] Ver blog http://www.torrelavegantigua.com/2016/02/ostenemos-que-remontar-hasta-1753-para.html
[9] Su madre, Dámasa Torroba, tuvo cinco hijos más: María, Saturnino, Benito, Felipe y Sara.
[10] Bolado, Nieves: "De cierro a cenobio". Diario Montañés, 19 de agosto de 2007.
[11] Libro 16 Difuntos Torrelavega, folio 116 vto.
[12] Nº 8, p. 21, 1958. Miguel Ángel de Argumosa Valdés  (1923-1966) nació en Torrelavega el día siete de noviembre de 1923. Estudió el Bachillerato en el Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid, como su hermano Germán. No cursó estudios universitarios. Autor de varias publicaciones poéticas e historiador de la poesía, especialmente la montañesa, fundó las revistas literarias Alma, Yedra y Piedralaves, así como la colección de libros "Conde Arnaldos".  Se casó con María del Carmen Martínez del Peral y Fortón. Falleció en Madrid, sin descendencia. Enterrado en el panteón de Geloria.
[13] Alcalde de Torrelavega en 1953. Le precedió Manuel Barquín Agüero y le sucedió Fernando Ortueta Quintanal.
[14] Libro 16 Difuntos Torrelavega, folio 116 vto.
[15] Registro Civil de Torrelavega, libro 73, folio 73, número 42.