En
el mes de septiembre de este año de 2024 se cumplen 100 años del fallecimiento
de Florencio Ceruti y Castañeda, barón de Peramola y Peracolls. Un siglo
después de su muerte le recordamos como un político fundamental para el
desarrollo y la modernidad de Torrelavega.
La historia de esta persona que fue
tres veces alcalde de Torrelavega y que contribuyó al desarrollo económico e
institucional de esta ciudad comienza hace aproximadamente dos siglos en
Italia, concretamente en Milán. Allí nació Pedro Ceruti que fue “contador del
público” y canciller general del estado de Milán. Contrajo matrimonio con Teresa
Como, hermana de José Como enviado del Rey de las Dos Sicilias cerca de Su Majestad
Británica. Su hijo Juan Andrés Ceruti Como, natural de Milán, se casó con la
española Isabel Sánchez Gómez, natural de Gibraléon, Huelva. De este matrimonio
nació Florentino José Ceruti Sánchez en el mismo pueblo de donde descendía su madre
y que ocupó los cargos de Alguacil Mayor de Cádiz en 1793, Diputado a Cortes en
1797, llegando al año siguiente a ser Regidor.
Florentino José Ceruti Sánchez contrajo matrimonio con Isabel Teyt y
Sabugo, natural de Cádiz. De este matrimonio nació en 1785 en esta misma ciudad
andaluza, el abuelo paterno del que llegará
a ser nuestro alcalde: Florencio Juan Ceruti y Teyt[1]. Florencio Juan Ceruti fue marino y
sirvió en el arma de caballería. Se casó con la que será su abuela paterna, Teresa
Pastor que era natural de Berga, Cataluña. De este matrimonio nació Florencio
Ceruti y Pastor, padre de nuestro biografiado.
Florencio Ceruti Pastor que había nacido en Barcelona en 1817, fue teniente coronel de infantería. Cuando contaba treinta y cuatro años se casa, el día 8 de junio de 1851, con María de las Mercedes Castañeda Navarrete de veintinueve años, que era natural de Ganzo, Torrelavega. María Mercedes era hija de José Castañeda, teniente coronel, comandante de Infantería retirado, natural de Ganzo, y de María del Carmen Navarrete, nacida en la Seo de Urgel, Cataluña. Les casó Epifanio Iglesias y Castañeda, presbítero penitenciario del hospital general de la Corte de Madrid, que era natural de Casar de Periedo, en la provincia y diócesis de Santander. Fueron los testigos de la boda: Pedro Alcántara Navarrete, Barón de Peramola, natural de Barcelona; Federico Roncali y Ceruti, teniente general, Conde de Alcoy, senador del Reino y natural de Cádiz; Ramón Ceruti, inspector de la gobernación civil, natural de Cádiz, y Gregorio de la Rosa, Marqués de Valbuena, natural de Carriazo, provincia de Santander[2].
De este matrimonio nacerá en Tarragona nuestro biografiado, Florencio Ceruti y Castañeda, el día 29 de septiembre de 1859. El nacimiento se produjo en esa ciudad catalana por estar allí destinado su padre que como ya hemos dicho era militar. En esta investigación aportamos el documento original en el que aparece la fecha exacta del nacimiento de Florencio Ceruti y Castañeda. Dato que consideramos no es baladí al ser una fecha que, hasta este momento, era imprecisa en otras publicaciones.
El día 2 de octubre de 1859, Félix Torá, cura párroco castrense de la iglesia de San Agustín, de la ciudad de Tarragona, bautizó a un niño que nació a las 2 de la mañana del día 29 de septiembre de 1859 y se le puso por nombre Florencio. Hijo de Florencio Ceruti y Pastor, natural de Barcelona, brigadier de Caballería, comendador de la Real Orden de Isabel La Católica, caballero de la orden de San Hermenegildo y en la actualidad gobernador militar de la provincia de Tarragona. Mercedes Castañeda y Navarrete natural de Ganzo provincia de Santander. Fueron sus abuelos paternos: Florencio Ceruti Teyit natural de Cádiz y de Teresa Pastor Coartay natural de Berga, provincia de Barcelona. Sus abuelos maternos: Jose Castañeda y Quijano, natural de Ganzo provincia de Santander y de María del Carmen Navarrete y Torre, natural de Seo de Urgel provincia de Lérida. Siendo sus Padrinos, Carlos Castañeda y Navarrete y María del Carmen Castañeda y Navarrete, tíos carnales y naturales de Ganzo, Torrelavega[3].
La madre de nuestro biografiado, Mercedes Castañeda y Navarrete, nació en
Ganzo, Torrelavega en 1822, era hija de José de Castañeda y Quijano, natural de
Ganzo y de María de Carmen de Navarrete y
Torre, natural de la Seo de Urgel. Fueron sus abuelos, por vía materna, Ventura
Domingo de Castañeda y Carriedo, natural de Ganzo y Josefa Quijano y Quijano
natural de Villayuso del valle de Cieza, provincia de Santander.
Sus bisabuelos fueron José de Castañeda Velarde, natural de Torrelavega y Juliana de Carriedo y Peredo, natural de Ganzo. Pero este linaje, el noble linaje de Castañeda, toma el nombre del antiguo solar del valle del mismo nombre perteneciente al partido judicial de Villacarriedo. Los orígenes de esta casa y de este apellido, que floreció a finales del siglo XI, sitúan como progenitor al conde Gutiérrez Rodríguez. Su padre fue Rodrigo Díaz, duque de Asturias y conde de Oviedo y quinto nieto del Rey Fruela II de León. El conde Gutiérrez Rodríguez fue el primer señor de Castañeda por su matrimonio con “una señora en la que había recaído una antigua y poderosa casa que tenía en el valle de Castañeda”. Este matrimonio tuvo como hijo primogénito a Conde Nuño, “segundo señor de Castañeda y rico-hombre del Rey Alfonso VI”[4].
Florencio Ceruti Castañeda, después
de pasar una corta etapa en Tarragona, se traslada a vivir a Ganzo, a la casa
de los Castañeda (antes de los Carriedo), propiedad de la familia de su madre. En
esta casa de Ganzo había nacido, el día 7 de noviembre de 1690, Francisco de
Carriedo y Peredo que será general y alcalde de Manila, Filipinas[5].
LOS ORIGENES DE LA CASA DE LOS CASTAÑEDA
Entre
las alturas de Sierra Llana y la ribera del río Saja se encuentra, ya desde el
siglo XIV, el lugar de Ganzo. En ese lugar y en una casa solariega, con
portalada y escudo familiar, había nacido el hidalgo Francisco de Carriedo y
Peredo (1690-1744). Lo hizo el día 7 de noviembre y era hijo de Francisco de
Carriedo y del Corral del mismo lugar y Juliana Peredo del pueblo vecino de
Mijares en el Valle de Rocín. Emparentaron los Carriedo de Ganzo con los Castañeda
de la Vega, de cuyo linaje desciende Ramón de Castañeda, general del ejército y
por ello Conde de Udalla. Desde muy joven, Francisco de Carriedo, viaja a
Méjico. Allí conoce y se familiariza con el negocio de la navegación. Y pronto
se dedicó, entre otras actividades, a los negocios de ultramar. Envía galeones
cargados de oro y plata a Filipinas, trayendo marfil y sedas de aquellas
latitudes, consiguiendo, así, aumentar su considerable fortuna.
En la ciudad de Manila desempeña
una importante labor social que le lleva a alcanzar; primero, el empleo de
general y, más tarde, el de alcalde de Manila, en las Islas Filipinas. Nunca se
olvidó de Ganzo. Contribuyó con importantes sumas de dinero para la
construcción del puente de Ganzo y del de Torres. Don Francisco de Carriedo y
Peredo del lugar de Ganzo murió[6] el
día 12 de septiembre de 1744.
LA BARONÍA DE PERAMOLA
***
El joven Florencio, con 16 años, se
traslada a vivir a Madrid para realizar sus estudios. En la capital de España
conocerá y compartirá pupitre con muchos compañeros que más adelante ocuparán
importantes puestos en el gobierno de la nación. Amistades que, más tarde, le ayudarán
a conseguir importantes proyectos para Torrelavega cuando en tres ocasiones ocupe
la alcaldía de la ciudad.
En este mismo año de 1876, cuando todavía
era un mozalbete, vivía en la calle del Comercio de Torrelavega junto a su
madre Mercedes de Castañeda en la casa de sus tíos, por línea materna; Pedro,
Carlos, Carmen y Margarita Castañeda y Navarrete. En el Padrón de habitantes de
la villa de Torrelavega de ese año aparece el joven Florencio como transeúnte
al haberse trasladado a estudiar a Madrid.
El historiador local, Pablo del Río Gatoó, nos habla de la importancia de
la calle Castañeda en la ciudad:
[…]La calle Castañeda de Torrelavega tuvo en tiempos de esplendor proporciones palaciales y se había adosado una capilla bajo la advocación de San Román Neonato, que fue levantada por sus antepasados entroncados con la casa de Carriedo. En esta familia tuvo, asimismo, orígenes don Francisco Ceruti y Castañeda, barón de Peramola, relevante alcalde de principios de este siglo quien realizó en la ciudad obras de trascendental importancia. […][12]
Finalizados sus primeros estudios se
inscribe en la Academia de Ingenieros del Ejército. El joven Florencio Ceruti y
Castañeda ingresa en la Academia el
día 26 de julio de 1876. Contaba 17 años
cuando se prepara para realizar el ingreso en la Academia Especial de Ingenieros del
Ejército. Un año después, en el examen celebrado en julio de
1877, obtendría la calificación de aprobado.
Estará en la Academia de Ingenieros aproximadamente cuatro años. El 10 de agosto de 1880 con 21 años de edad abandona la academia. Pero no fue todo tan sencillo. Se van a producir diversos hechos que retrasan su progreso académico. ¿Qué había ocurrido? La clave la encontramos en el documento que el propio Florencio Ceruti envió, el día 19 de mayo de 1878 desde Madrid, al coronel director de la Academia de Ingenieros:
[…]Que habiendo cursado por dos
veces el curso de preparatorio y habiendo habido la circunstancia de que la
primera vez estuvo 6 meses del Tifus y la segunda por enfermedad de su señora
madre tuvo que abandonar la Academia para ir a su lado en la época previa a los
exámenes sin que le sea ahora posible presentarse a ellos.
Suplica se sirva concederle la gracia de repetir por tercera vez el curso en atención a las circunstancias antes mencionadas”. […][13]
Efectivamente había estado gravemente enfermo de Tifus, según podemos leer en el informe que emitió el médico asignado a la Academia. Debido a ello solicita una “licencia de dos meses para marcharse a Torrelavega, provincia de Santander, donde restablecerse de la grave enfermedad que ha padecido”. Veinte días antes Florencio Ceruti había mandado otra carta, esta desde Guadalajara, en la que solicitaba al director de la Academia permiso para ausentarse de sus obligaciones. Solicitaba; un mes de licencia para poder asistir a los padecimientos de su señora madre por ser hijo único.
Su madre, que
se encontraba en Madrid, estaba gravemente enferma y había requerido los
cuidados de su hijo. El coronel director de la Academia de Ingenieros del
Ejército accede a su petición, que firma el día 30 de abril de 1878. Unas
fechas después, concretamente los días 6 y 7 de junio, eran los exámenes.
Por todos
estos acontecimientos su paso por la Academia Militar de Guadalajara resultó
bastante convulso. Termina esta etapa en la Academia Militar siendo soldado del
cuerpo de Guadalajara en el remplazo de 1879. Este mismo año le hubiera
correspondido servir en la plaza de Ultramar, destino que no tuvo que realizar
“por llevar más de dos años en activo”. Está claro que la carrera militar no era
su destino.
Años después decide matricularse y estudiar
la carrera de Hacienda. Posteriormente desempeñaría la actividad de
Administrador de Contribuciones y Rentas. Cuando comenzó su carrera de Hacienda
había aprobado en las asignaturas y grado
del Bachillerato y ex alumno de la Academia de Ingenieros del Ejército[14]. Recibió en sus evaluaciones una “Clasificación” certificada por el
Administrador de Contribuciones y Rentas; Rafael
González. Las “notas” de Federico Ceruti y Castañeda, en esta la carrera de Hacienda fueron aceptables: Aptitud: Constante; Aplicación: Mucha y Probidad: Reconocida “del joven de 27
años, Florencio Ceruti y Castañeda, soltero y natural de Tarragona”.
Comenzó su destino, el joven Florencio, siendo aspirante de primera clase de la Administración de Propiedades e Impuestos de la provincia de Cuenca. Cargo para el que fue nombrado el día 2 de mayo de 1883 y por el que percibe un sueldo de 1.250 pesetas. La toma de posesión se celebró el día 20 de este mismo mes. En este destino estuvo Florencio Ceruti ocho meses y 10 días, si somos exactos. Posteriormente, el 21 de noviembre de 1883, será nombrado para desempeñar igual cometido, pero para otra administración; la de Teruel. No tomará posesión del nuevo destino hasta el día 24 de enero del año siguiente, 1884, y cesará “por enfermedad” a la semana siguiente, el día 30 de enero de 1884. Ocupará otro destino provisional dos años más tarde en Santander. Tomando posesión de este cargo, en la capital de esta provincia, el día 18 de noviembre de 1886. Fue su nuevo cometido; aspirante de primera clase de la Administración de Cuentas y Rentas de la provincia de Santander. Dos días más tarde, es decir el 20 de noviembre, se celebrará su toma de posesión. Y, por fin, unos meses más tarde, el día 24 de enero de 1887, conseguirá “en propiedad” su actual cargo.
Tres meses después, el 16 de abril
de 1887, contrae matrimonio. Se casa con Dolores Fernández Alcalde que era
natural de Barros. De esta unión nacerán cuatro hijos; tres niños y una niña a
los que pusieron los nombres de: Florencio, Manuel, Luis y Mercedes. Tras el
fallecimiento de su primera mujer, se casa en segundas nupcias con una hermana
de esta; María Fernández Alcalde con la que no tuvo hijos.
Florencio Ceruti y Castañeda mantuvo una gran
relación con el pueblo de Ganzo y con su puente. Ya que allí poseía una
magnifica, casa con portalada e iglesia, que había heredado de los Castañeda. Pronto
se dará cuenta, cuando ya era alcalde, del deterioro tan grande que sufría este
puente. A comienzos del siglo XX, el puente de Ganzo, todavía con
tramos de madera, se encontraba tan deteriorado que amenazaba ruina. Debía reparase.
Comunicaba la carretera de Torrelavega a Oviedo con el pueblo de Ganzo. Sobre
el mismo río Saja se había construido con excelentes resultados, hacía bien
poco otro puente, el de Golbardo. El ingeniero de caminos, Ramón Sáinz de los
Terreros, afecto al Ayuntamiento de Torrelavega, intervino en la reparación[15].
El presupuesto para la reparación del puente de Ganzo, de 18 metros de largo y 2,60 de ancho, ascendió a la cantidad de 8.800 pesetas. La obra duró dos meses. Terminada su construcción solo quedaba llevar a cabo las pruebas de carga para decepcionar la obra. La condición cuarta del contrato firmado estipulaba que esta prueba de carga se llevara a cabo mediante “una carga uniforme de 300 Kg. por metro cuadrado, o las que se puedan hacer con los carros que quepan en el tramo nuevo, cargados con 3.000 Kg. cada uno”. El puente pasó con buena nota todos los exámenes a que fue sometido. Tal fue el éxito de la obra que el sistema empleando, el hormigón armado, fue adoptado por el Consejo de Obras Publicas como modelo en la construcción de diversos puentes. Lo mismo hizo la Compañía de los Ferrocarriles.
El Puente de Ganzo se entregó al
ayuntamiento el día 17 de julio de 1903:
[…]Reunidos para proceder a la recepción de las obra construida los Sr. D. Ramón S. de los Terreros, Ingeniero Nacional de Caminos, Canales y Puertos, D. Florencio Ceruti, Barón de Peramola, Alcalde constitucional de Torrelavega, por una parte, y por la otra, D. Manuel de Gomendio, Ingeniero Nacional de Caminos, Canales y Puertos, y D. Arturo Fábrega, Sobrestante de Obras publicas, siendo el primero Representante de la Compañía de Construcciones Hidráulicas y Civiles y el segundo empleado de la misma Casa constructora del tramo de hormigón armado: ante estos señores se procedió á las pruebas de resistencia que indican las condiciones del contrato. Los Sres. Alcalde de Torrelavega y el Ingeniero Sr. S. de los Terreros, Inspector de Obras Municipales y Director de las mismas, dan por cumplidas las pruebas á que se sometió el puente con carros de tres toneladas, siendo, estás en extremo satisfactorias. […]
La
recepción de la obra se hizo en el consistorio municipal, en la Plaza del
Grano. Estamparon la firma, por la parte del Ayuntamiento de Torrelavega; su alcalde
Florencio Ceruti y el ingeniero municipal Ramón S. de los Terreros, y por la
compañía constructora; el ingeniero de caminos Manuel de Gomendio y Arturo
Fábrega, por la casa constructora[16].
En este
lugar y en su casa de Ganzo se producirán, ya en el siglo XX, importantes
acontecimientos. Allí recibirá Florencio Ceruti Castañeda un emotivo homenaje
que le ofrecieron, en enero de 1913, sus convecinos de la ciudad, después de
haber conseguido, entre otras cosas, la creación de la Cámara de Comercio e
Industria. Además, en la iglesia que existe en esta casa se celebraron muchos
actos religiosos relacionados con la familia Ceruti, entre los más destacados,
la boda de su hija Mercedes, que se casó, el día 18 de mayo de 1919.
La efeméride fue recogida en el número 241 del semanario El Liberal Montañés correspondiente al día 24 de mayo:
[…]El viernes pasado contrajeron matrimonio
en la capilla que en el pintoresco pueblo de Ganzo posee el señor Barón de Peramola,
su preciosa hija Mercedes Ceruti con el distinguido joven de Santander
Bernardino Gómez Lambert. Los novios salieron por la tarde para Covadonga
para recorrer luego las principales poblaciones de España. […]
La
rica personalidad de Florencio Ceruti no se puede entender sin conocer su
faceta política, su vertiente cultural y, por último, su presencia activa en la
sociedad que le tocó vivir. Estamos, por tanto, ante una personalidad con
muchas facetas, con muchas aristas.
FACETA POLITICA
En lo referente a su adscripción política tenemos que situarle en la
esfera del partido liberal, del que llegó a ser su presidente. Los liberales
tenían su sede en el Circulo Liberal que en un principio estuvo situado en el
actual boulevard para más tarde ocupar una finca propiedad de Demetrio Herrero.
En 1898 Gervasio Herrero Gonzalez era
el máximo regidor de los destinos de Torrelavega. Lo fue hasta que el día 14 de
agosto de 1901 tomó posesión en su primer mandato de alcalde Florencio Ceruti y
Castañeda. Las elecciones se habían celebrado cuatro días antes; el día 10 de
octubre de 1898. Eran las primeras elecciones del siglo XX que se celebran en
Torrelavega. Florencio Ceruti Castañeda obtuvo tres concejales. La oposición consiguió cinco. Este
primer periodo durará hasta que el día 1 de enero de 1904 que es cuando le sucede
en la alcaldía, Santiago Sañudo Cano. Un año y medio después, el día 12 de agosto de 1905, Florencio Ceruti
y Castañeda vuelve a ocupar la alcaldía por segunda vez sustituyendo a Santiago
Sañudo. No durará mucho este segundo mandato. Le sucederá su amigo Federico Rodríguez
Piró[17]
que toma posesión de alcalde de Torrelavega el día 7 de febrero de 1907. Su
tercer y último mandato abarcará el periodo comprendido entre el 27 de noviembre
de 1909 hasta los primeros días de 1914, aunque tres meses antes había presentado
su renuncia. Intervino, mientras fue alcalde, en inauguraciones de proyectos que
otros habían iniciado. Así en la sesión municipal del día 24 de mayo de
1909, se aprueba, a propuesta suya; “que el camino que va de esta ciudad a Viérnoles
se le designe con el nombre de Joaquín Fernández Vallejo, por cuanto él fue el
iniciador de aquella obra. En esa misma sesión, y también a propuesta de Ceruti
se aprueba, que, a la calle de la Libertad, que se extiende desde la Plaza de
Baldomero Iglesias hasta la Casa Comercio de D. Gabino Teira, se le ponga el
nombre de Serafín Escalante”.
El
ambiente político a finales de 1909 estaba bastante enrarecido. Las muestras de
apoyo a favor de Florencio Ceruti y la Republica eran constantes en contraposición
a los insultos e incluso “blasfemias” que proferían en contra del alcalde,
Julián Urbina Alegre. Todo iba “in crescendo” hasta que se celebró un pleno
municipal en donde se produjo el relevo de la máxima autoridad municipal. No se
puede afirmar que fuera un relevo muy amistoso:
[…]El
alcalde y los concejales desfilaron en su mayor parte, como de costumbre, a la
secretaria. Una vez aquí, el señor Ceruti sacó del bolsillo dos oficios, uno
para el alcalde don Julián Urbina, participándole el nombramiento de alcalde
del señor Ceruti, y otro para él con dicho nombramiento[18]. […]
Cuando el día 12 de noviembre de
1912 es asesinado por un anarquista en la Puerta del Sol de Madrid el presidente
de Consejo de ministros, José Canalejas Méndez (1854-1912), Florencio Ceruti y Castañeda
envía una carta de solidaridad y repudia por el vil asesinato:
[…]Torrelavega entera, pasado el primer momento de estupor, protestaba
indignada de canallesco atentado y de todos los lados brotaban no solo frases
de dolor si no también frases de condenación, de execración por los cobardes y
repugnantes inductores del vil engendro que privaba a la patria de uno de sus
hijos más ilustres, de unos de sus políticos más eminentes, más bondadosos, más
honrados[19].
[…]
Como
casi siempre los intereses y las rencillas personales hicieron mella en el poderoso
partido liberal. Las disensiones no eran nuevas. En 1912 se había producido una
reorientación en este partido con objeto de apaciguar los desacuerdos. Había
que contentar a todos y para ello, en octubre de este mismo año, se modifica su
comité.
El lío interno en el partido era importante. Abundaban las facciones y
así era imposible aglutinar las ideas. Existían los “hontoristas” representados
por José Ruiz Abascal, los “liberales conservadores” con Florencio Ceruti a la
cabeza y los “hidalguistas” liderados por el jefe provincial de los liberales,
el Conde de Mortera que fracasó estrepitosamente a la hora de poner orden en
ese revuelto de ideas e intereses. No quedaba otra que arreglarlo y para ello,
en los primeros días del mes de febrero de 1913, Florencio Ceruti se desplaza a
Santander para reunirse con el comité provincial del Partido Liberal y
consensuar la unidad de todos los liberales, dispersos en varios grupúsculos.
La unidad seria liderada a nivel nacional por el presidente del Consejo de ministros,
Conde de Romanones. El acuerdo fue posible.
Después de conseguido a nivel
nacional ya solo quedaba materializarlo en Torrelavega. Para ello se reúne el
comité local de los liberales en su círculo y allí se certifican la unión de
todos los liberales de la ciudad. El Nuevo Comité Liberal quedará formado por
las siguientes personas:
Presidentes honorarios Florencio Ceruti y José Sañudo
Presidente efectivo Mariano Muñiz Castaño[20]
Vicepresidente Benito Macho Mesones
Secretario Vicente López
Delgado
Vicesecretario Ramiro R. Sañudo
Tesorero Carlos Célis
Pérez
Vocales Vicente
Arques, Luciano Setién
Enrique Cuevas, Bernardo Velarde
Santos
Mesones, José María Guerra
Virgilio
Gutiérrez, Víctor Elizondo
Pablo
Piqué e Ignacio Gómez.
Acto
seguido por unanimidad se procedió a elegir la Junta Directiva del Circulo
Liberal:
Presidente de honor Conde de Romanones
Presidente efectivo Barón de Peramola
Vicepresidente José Pedraja
Secretario Bernardo García
Vicesecretario Vicente Hidalgo
Tesorero César Campuzano Ruiz[21]
Contador Álvaro Ruiz del Árbol
Bibliotecario Fidel Fernández Escalante
De poco sirvieron estos movimientos.
Las discrepancias habían aumentado hasta el punto de provocar que Florencio
Ceruti Castañeda abandonase el partido. Primero presentó su dimisión como presidente
del Círculo Liberal de Torrelavega, aunque lo fuera desde su fundación, y después
se da de baja como miembro del citado Círculo. Estaba harto de tantas
rencillas. No fue la única baja. Abandonaron el partido José María Guerra,
Víctor Elizondo, Pablo Piqué, Julio García del Río, … y otros más. Todo esto
tuvo sus consecuencias. Ocho meses después, en octubre de este mismo año, presentó
la dimisión como alcalde. Era la tercera vez que ocupaba este cargo y será la
última.
En los últimos meses de 1912 nuestro
biografiado se desplaza a Madrid. Se había propuesto conseguir las demandas que
llevaba en la cartera que desde hacía mucho tiempo había asumido como suyas.
“No volveré hasta conseguirlas”, debió pensar nuestro Ilustrado mandatario. Y
así fue, estuvo varios meses en Madrid. Consiguió mejoras importantes y entre
ellas la creación de la Cámara de Comercio. Los pormenores y el día a día de
esta estancia está perfectamente detallada en el capítulo del libro titulado, Los
comienzos de la Cámara de Comercio e Industria de Torrelavega del autor de
esta monografía.
***
Hecho el trabajo había que volver a casa. Llegó en tren Florencio a la estación
del Cantábrico. El agradecimiento ciudadano era inmenso y por eso no es de
extrañar que el semanario ilustrado El
Impulsor titulará como “monstruoso recibimiento” la gran manifestación que
se originó en la estación para recibir a Florencio Ceruti.
A los pocos días, el 22 de enero, presidió su primera sesión después de
su regreso, en el consistorio municipal. Comenzó a las seis de la tarde y junto
a él los concejales Vicente Blanco, Federico Rodríguez Piró, Álvaro Ruiz del
Árbol Sañudo, Sierra Fuente, Virgilio Gutiérrez, Acacio Gutiérrez, Gómez Abascal
y Velarde Blanco entre otros. El máximo regidor municipal da cuenta de todas
las gestiones que había realizado en Madrid y que tanto provecho dieron a la ciudad.
También hizo referencia a las personas, amigos y políticos, que le habían
ayudado. Fue refiriéndose uno a uno a los senadores, Parres y Sobrino, Alvear,
Pico y Fernández-Hontoria, y a los diputados a Cortes: Manzano, Calvo de León,
Redonet, Lomas y Santa Cruz. Para ello pidió,
el alcalde, que constase en acta la gratitud de todos los allí presentes, representantes
de la ciudad de Torrelavega. Mención aparte tuvo el recuerdo y la “eterna
gratitud para el Conde de Romanones presidente del Consejo de ministros”.
En ese mismo momento abandona la sala y la presidencia Florencio Ceruti dirigiendo los debates el primer teniente de alcalde Vicente Blanco que comienza leyendo una proposición presentada por el concejal Federico Rodríguez Piró:
[…] En atención a las beneficiosas gestiones que el ilustrísimo señor Florencio Ceruti, Barón de Peramola y alcalde de este Ayuntamiento, acaba de realizar para conseguir las mejoras que en el acta de esta sesión se hacen consta, la Corporación Municipal tiene el honor de proponer: Que para perpetuar las fechas de las concesiones concedidas por nuestro Alcalde y como muestra de gratitud y consideración al mismo, se fije en el salón de sesiones una placa con la dedicatoria correspondiente. Para cubrir los gastos de la misma, el Ayuntamiento contribuirá con 250 pesetas, y el resto se pagará con el resultado de una suscripción popular, para cuyo efecto se anunciarán los puntos donde se abra dicha suscripción[22]. […]
Cuentan
las crónicas que debido a que la proposición fue presentada en exclusiva por
Federico Rodríguez Piró, representante del ala conservadora, se produjo un
pequeño altercado por no haberla consensuado. Los concejales Vicente Velarde
Blanco y Gómez Abascal fueron los causantes de la discusión que se apaciguó por
la importancia de lo aprobado, ya que lo fue por unanimidad. La placa-escultura
es original de José de los Ríos que la realizó cuando solo tenía 15 años. Los
trabajos de fundición en bronce fueron cubiertos por suscripción popular no
pudiendo superar cada aportación el valor de 1 peseta.
No terminaron ahí las pruebas de
afecto. De histórico se puede definir el banquete popular que le dedicó la
ciudad a su alcalde. Se celebró tres días después del pleno municipal. Era
sábado y 25 de enero. El lugar escogido, el emblemático local que tenía, la Sociedad Gimnastica de Torrelavega[23] (todavía no
Real), el gimnasio Hoyos. El salón fue debidamente engalanado y dio cabida a
230 personas que fueron atendidas como se merecían por el prestigioso hotel de
los hijos de Tiburcio Bilbao. Presidía
la mesa Florencio Ceruti que tenía a su derecha a Hermenegildo Giménez,
comandante de la zona. A su izquierda estaba se encontraba el párroco Emilio
Revuelta. Les acompañaban en la mesa presidencial: el juez, Jesús Huarte, el alcalde
de los Corrales de Buelna, Gilberto Quijano, el diputado por Guadix y amigo
personal del homenajeado Francisco Manzano y el ingeniero Guillelmo Gómez Ceballos,
que actuó como presentador. A los
postres, el que consiguió la autorización para crear una Cámara de Comercio no
dejo pasar la oportunidad de hablarles a los allí presentes, la sociedad civil
de Torrelavega, de dos proyectos que le rondaban en la cabeza hace tiempo:
[…]
proponer el establecimiento en esta ciudad de dos necesarias y beneficiosas
instituciones: La de la Gota de Leche, que arrancará la anemia y la
tuberculosis á pobrecillos niños; y la fundación de un Colegio que, al mismo
tiempo de producir tangibles beneficios materiales, sea alimento espiritual, centro
de cultura donde se templen las armas para mejor vencer en la lucha de la vida”[24]. […]
Además, este poco interesado
conciudadano, solicitó que el importe de la suscripción popular que se había
acordado para la realización de una placa de bronce que daba cuenta de las
importantísimas gestiones que, como alcalde, había conseguido el Barón, se
destinara a la realización del primer proyecto; la gota de lecha. No obstante,
esta recomendación del alcalde no fue tenida en cuenta. El banquete que fue
amenizada por la Banda Popular de
música bajo la batuta de su director, Luis González Redondo terminó a las 10 de
la noche con muchos vítores y aplausos.
También le homenajearon los
liberales de Torrelavega. En los primeros meses de 1913 y en varios locales
habían aparecido carteles fijados en la pared donde convocaban a participar en
la comida homenaje que se iba a tributar a Florencio Ceruti y Castañeda. Toda
la ciudad participó. Unos carteles publicitaban el acto y en ellos aparecía el
precio del cubierto que fue establecido en cuatro pesetas. Se pusieron en el
Círculo Católico, en el Casino Liberal, en el Círculo de Recreo, en el Casino
Republicano y también en el Café Cántabro y en el Café Moderno.
El domingo 9 de febrero se
celebraron dos importantes acontecimientos. Uno fue este homenaje que dispensó
la ciudad de Torrelavega a su máxima autoridad por cuanto hizo por ella. Con
tal motivo los liberales hicieron coincidir este evento con la inauguración del
Circulo Liberal de Torrelavega. Por la mañana la inauguración de su sede y al
mediodía el homenaje. Fue un domingo liberal completo. La plana mayor de los
liberales acudió a la estación a esperar a sus compañeros de Santander.
Llegaron Tomás Agüero y Leopoldo Pardo. Todos, unos cincuenta, acudieron a la
Fonda de la señora viuda de Gutiérrez donde degustaron un apetitoso y variado
banquete. Cuentan las crónicas que degustaron: entremeses variados, paella,
pavo en pepitoria, Rosbif con puré y pastelillos á la reina. No se privaron de
nada nuestros convecinos ni sus invitados porque los postres no se quedaron
atrás: Helados, quesos, frutas y todo ello mojado con café, Champagne y coñac
Domecq, humeándolo con un cigarro habano[25].
Con una copa de champagne en la
mano, el presidente del comité liberal, Mariano Muñiz Castaño tomó la palabra
para saludar a los allí alojados haciendo unas manifestaciones a favor del
liberalismo como forma de hacer política, alabando y destacando las positivas
gestiones realizadas en Madrid por nuestro alcalde. Enrique Cuevas primero y después
Benito Macho también participaron en esta sobremesa. El primero destacando el
compromiso de Florencio Ceruti con la ciudad y el segundo recitando unas
poesías. Así acabó este acto. Al finalizar marcharon hasta el Casino Liberal donde
disertó Leopoldo Pardo, como presidente del círculo liberal de Santander, dando
la enhorabuena a los liberales de Torrelavega por haber logrado nombrar un
comité imbricado en la realidad cotidiana. En estos días Florencio Ceruti había
sido elegido presidente del Casino Liberal y también lo era del Comité liberal.
Con su bien ganada elocuencia prometió solemnemente su adhesión al proyecto
liberal y su compromiso, por encima de todo, con su querida Torrelavega.
Comprometió su palabra de honor que firmo
con mi sangre. Todos los asistentes en pie tributaron su reconocimiento con
prolongados aplausos.
El día 1 de enero de 1914 deja definitivamente, y por tercera vez, la
alcaldía. Se constituye la nueva Corporación
y el alcalde saliente da posesión a su sucesor Julián Urbina Alegre. Tras la
votación la primera tenencia de alcaldía recayó en el independiente, Antonio
Obregón; el segundo teniente de alcalde fue Álvaro Ruiz del Árbol Sañudo,
liberal y el tercero Maximiliano Gómez Abascal[26],
republicano. Ramón Peña fue elegido como Procurador Síndico y como suplente
resultó elegido Arturo Fernández Diestro, ambos republicanos. En esta nueva
corporación municipal tampoco estará Federico Rodríguez Piró. Por su cabeza circulaba
otro destino, Chile.
FLORENCIO CERUTI Y CASTAÑEDA
Tres veces alcalde
14 de agosto de 1901 - 1 de enero de 190
12 de agosto de 1905 - 7 de febrero de 1907 27 de noviembre de 1909 - 1 de enero de 1914
Pasó
aproximadamente año y medio, y en el año 1915, se celebraron elecciones a
Cortes. A ellas se presentó Florencio Ceruti pero ya en las filas del partido
Conservador.
En los primeros días del mes de marzo de este año es proclamado como
diputado a Cortes, por el distrito de Torrelavega-Villacarriedo, a Florencio Ceruti
y Castañeda por el partido Conservador”. Además, fueron proclamados los demás
diputados que habían sido elegidos en las elecciones provinciales, en el mismo
distrito que Florencio Ceruti: Tomás Agüero y Eusebio Ruiz, por el partido
Liberal y José Zamanillo por el católico[27].
Siempre apoyó a
los comerciantes, pero ante todo era una persona preocupada por el bienestar de
sus convecinos. Durante su mandato dotó a la localidad de una de sus
propuestas: un Laboratorio Municipal “que garantice la bondad de los alimentos
y vigile su higiene”. Decía que; “son
muy importantes los derechos de los comerciantes que con sus impuestos y tasas
ayudan a sostener al Ayuntamiento, pero no menos sagrados son los del consumidor”.
Además, había que velar por la calidad y por la cantidad verificando todo el
sistema de pesas y pesajes que se habían quedado obsoletos. Atento a las dos
sensibilidades emitirá un bando para el control de las pesas y el buen comportamiento
de los comerciantes en los pesajes de los alimentos. El alcalde emitió un Bando
que decía:
[…] Continúa
notándose en la ciudad el uso abusivo de pesas y medidas que no son del sistema
métrico decimal, único vigente en España. Por exigirlo así la ley he acordado:
1.- Queda prohibida la venta y usos de pesas y medidas que no sean del
Sistema métrico decimal.
2.- Se prohíbe tener en los comercios, fabricas, mercados y plazas,
aunque no las usen pesas que nos sean del citado sistema.
3.- Igualmente se prohíbe fijar a las mercancías, precios que no
correspondan a la nomenclatura del métrico, aunque bien pueden colocar al lado
de estos sus equivalentes.
4.- Toda pesa o medida que no esté debidamente contrastada, será recogida,
aunque sea del sistema legal. […]
Durante su mandato,
la ciudad da un salto cualitativo. Las obras realizadas embellecieron a la Plaza
Mayor, a la calle Ancha, a la denominada de Santander, y también, a la de la
Paz y a la calle Mártires. Se actuó mejorando los accesos a la estación llamada
del Norte y siendo alcalde se consiguió aumentar la seguridad de Torrelavega
cuando comenzaron a patrullar dos parejas del Cuerpo de Seguridad que había
sido fundado por el conde de Romanones. Mejoró el saneamiento en la ciudad al
encauzar al río Sorravides y al crear una amplia red de alcantarillado. Aunque las
ferias ganaderas existían desde hacía mucho tiempo, puso en marcha,
exitosamente, la exposición de ganados anual que atrajo numeroso público y gran
cantidad de reses. A principios del siglo XX comienza la construcción de la
calle Avenida del Cantábrico que comunica la estación del ferrocarril del
Cantábrico con la calle del Comercio, denominada José María Pereda a partir del
3 de junio de 1911.
Cuatro años antes, en 1907, concretamente el 3 de octubre, es cuando se
embellece esta calle al instalar una fuente con el busto al doctor Rebolledo
que había fallecido el año anterior, el día 13 de mayo de 1906. Adolfo Ruiz de
Rebolledo fue médico, concejal e impulsor de la Traída de Aguas de Torrelavega.
Este médico oftalmólogo torrelaveguense cursó sus estudios en Alemania. El
monumento, una alegoría al agua, con motivo de la Traída de Aguas desde San
Cipriano en Cohicillos, fue costeado por sus amigos como homenaje a este famoso
convecino. Esta fuente fue creada por el afamado escultor segoviano Aniceto Marinas
(1866-1953) que esculpió numerosos e importantes monumentos. Conocido es el
dedicado a Velázquez que preside la entrada principal del Museo del Prado de
Madrid. Formó parte de la Academia de San Fernando ocupando el sillón que quedó
vacante por fallecimiento de Jerónimo Suñol. Cuando se llevó a cabo esta obra era
alcalde Florencio Ceruti y Castañeda[28]. La fuente desapareció durante la guerra
incivil.
MEJORAS CONSEGUIDAS POR FLORENCIO CERUTI
- Establecimiento
del Giro Postal y consignación 2 pesetas/día para local
- Cesión
de dos parejas Guardias de Seguridad
- Rebaja
de categoría de la Cárcel y ahorro de 3.000 pesetas anuales
- Desaparición
de la valla de la Estación del Norte
- Subvención
para la Exposición de Ganados
- Saneamiento
del Sorravides
- Asfaltado
de carreteras
- Mejoras
en la Remonta
- Autorización
para la creación de la Cámara de Comercio
Fuente:
Archivo Municipal Torrelavega
LA TRAIDA DE AGUAS Y LA CREACIÓN DE LA CÁMARA DE COMERCIO E INDUSTRIA DE TORRELAVEGA
Quizás, a Florencio Ceruti y Castañeda se le recuerde por dos obras que
trascienden a su tiempo: la creación de la Cámara de Comercio y la Traída de
Aguas de Cohicillos. Los antecedentes de la Traída de Aguas de Torrelavega hay
que datarla en los comienzos del siglo XX. Tuvo sus partidarios y también sus
detractores. Adolfo Ruiz de Rebolledo, oftalmólogo, y Gilberto Quijano Fernandez-Hontoria,
prohombre de la ciudad, fueron dos de las personas que más apoyaron la idea de
disponer de agua corriente en las casas y comercios. Fueron los promotores de
la Traída de Aguas. Técnicamente el agua iba a ser captada desde los
manantiales de Cohicillos y la Sierra de Ibio. Esta magnífica obra, que ha
llegado hasta nuestros días, fue presentada y defendida por Florencio Ceruti y Castañeda,
cuando era concejal, en una sesión del consistorio municipal. Se debatió en un
pleno del Ayuntamiento celebrado el día 9 de octubre de 1899 presidido por el
alcalde Santiago Gervasio Herrero, en el que el máximo regidor municipal
mostraba sus reticencias a dicho proyecto por pensar que era más prudente usar
manantiales más cercanos para evitar gastos exagerados al municipio.
Las opiniones eran dispares y, por tanto, las discusiones intensas. Al final, gracias al voto de calidad del alcalde, y después de dos votaciones con empate a cinco votos, fue el voto de calidad del alcalde el que deshizo el empate. Se acordó consultar la opinión de los máximos contribuyentes de la ciudad. Días después, concretamente el 25 de octubre, se acordó que por parte de la Comisión de Aguas se tomase el tiempo necesario para un estudio en profundidad. Lo que motivó que el proyecto quedará paralizado. Hasta que en 1901 Florencio Ceruti es proclamado alcalde de Torrelavega en sustitución de Santiago Gervasio Herrero. Con el nuevo alcalde el proyecto de abastecimiento de agua a Torrelavega tomo otro rumbo y otra velocidad. Los primeros pasos van a demorarse hasta 1903. Por ello se celebró una reunión, el 16 de marzo, en la que se aprueba poner en marcha, iniciar el proyecto, así como la financiación de la obra. Este importante acuerdo lo firman Florencio Ceruti, Federico Rodríguez Piró, Rufino Azcárate, Manuel Bustamante y José Ortiz Ruiz. Decía el documento:
[…]El ayuntamiento está en condiciones de levantar un empréstito de quinientas mil pesetas, con objeto de realizar el proyecto de traída de aguas a esta ciudad, y dedicar el sobrante si le hubiere, al saneamiento del arroyo Sorravides y otras obras de reconocida utilidad. El ayuntamiento debe llevar, cuanto antes, el proyecto de traída de aguas, dando para la seguridad del Empréstito, el mayor número de garantías, y de este modo el éxito de la operación, corresponderá a la confianza que inspira una administración sin tacha, que ha sido galardón siempre de este Municipio, y que seguirá siendo su más preciada garantía.[29][…]
Cuatro años después las obras estaban
muy adelantadas y, por fin, en 1907 la ciudad contó con agua corriente.
En la financiación hubo otros
protagonistas. El 24 de octubre de 1903 se celebró una reunión decisiva para la
financiación de la obra. Se reunieron en el despacho del Notario de Torrelavega,
Vicente Blanco y Ruiz; Florencio Ceruti y Castañeda, como alcalde y Manuel
Díaz-Bustamante, como síndico del Ayuntamiento. El encuentro tenía como objeto,
formalizar la emisión de mil obligaciones de 500 pesetas cada una con un
interés del 4,50%. El empréstito iba destinado a las obras de la Traída de
Aguas de Cohicillos para abastecer de agua a Torrelavega. Mucho antes hubo que
publicarlo en la Gaceta de Madrid. Apareció el anuncio de la subasta del empréstito
el día 18 de abril de 1903. Y al año siguiente, el 28 de marzo de 1904, se
realizó la primera subasta. El sitio escogido fue la Dirección General de la
Administración Local y el propio Ayuntamiento.
El propósito de la operación conseguir una inversión de 350.000 pesetas
para “una Traída de Aguas de las montañas de Cohicillos.
También para sanear el
riachuelo Sorravides y alguna otra obra de reconocida utilidad y ornamento”. Se
cubrieron 1.231 obligaciones, a un tipo de emisión del noventa y cinco por
ciento; como había exceso, se hizo el consiguiente prorrateo, distribuyendo
entre los suscriptores las 1.000 obligaciones que importaban un total de
475.000 pesetas efectivas y 500.000 nominales. El contratista que construyó la
Traída de Aguas fue Marcelino Begoña, de Bilbao[30].
FACETA CULTURAL
La
relación con el periodismo de Florencio Ceruti comienza en Madrid como redactor
de “El Tiempo” para más adelante trabajar en San Sebastián en el periódico “La
Verdad”. Esos fueron sus comienzos. Más adelante pasa a fundar, ya en
Torrelavega, el semanario de ideología liberal “El Liberal Montañés” (1897-1903)
que por desgracia poco duró[31]. Era
éste un semanario político editado en la imprenta El Dobra. Constaba de
cuatro páginas, reservándose la última para insertar anuncios comerciales de la
ciudad. Tenía la sede en el segundo piso del número 12 de la céntrica calle Consolación.
Este semanario que costaba diez céntimos estaba dirigido por Florencio Ceruti
desde su fundación, en 1897, hasta que en 1901 fue nombrado alcalde de la
ciudad[32].
El Liberal Montañés desempeñó un papel
político muy concreto. Era el órgano oficial del Partido Liberal, cuyo
presidente honorario era el propio Florencio Ceruti. En este semanario se
resaltaban las ideas liberales destacando las noticias que tienen que ver con
los líderes liberales nacionales y locales. Allí se puede leer escritos y manifestaciones
de José Canalejas Méndez y de Práxedes Mariano Mateo-Sagasta y
Escolar[33].
Dos años después cierra este histórico semanario:
[…]El Liberal Montañés dijo adiós en su número 324 correspondiente al 22 de octubre de 1903, con un artículo de su director, Aurelio González Bravo, que en junio de 1901 había sustituido en el cargo a Florencio Ceruti y Castañeda. Se cerraba así la primera etapa de El Liberal Montañés que en la época de Aurelio González Bravo había abandonado su carácter político para transformarse en un seminario independiente, aunque conservando su programa en cuanto a la defensa de los intereses morales y materiales de la comarca[34]. […]
Las relaciones de Florencio Ceruti con los medios de comunicación
de la provincia de Santander eran muy buenas. Su firma de prestigio así lo
aconsejaba. Todo lo dicho queda patente en el saluda que le envía el director
de “El Cantábrico”, José Estreñí y Gran, el día 11 de abril de 1915:
[…] A Florencio Ceruti su querido amigo y diciéndole: Te ordeno y mando que me envíes unas cuartillas con tu prestigiosa firma para un número extraordinario que se publicará el 20 del actual dedicado á la exposición de ganados de Torrelavega. […]
El teatro y la poesía eran dos de
sus grandes aficiones. Su bautismo literario se produce cuando resulta premiado
por una “quintilla” (cinco versos de arte menor) que envía a un concurso que
patrocina el semanario de humor “El Madrid Cómico” (1880-1912)[35]. También
era aficionado a escribir letrillas. Una de ellas daría la vuelta al mundo. El
maestro Lucio Mediavilla (1890-1957), que había contraído nupcias con la
cantante italiana María Luisa Felici hacia frecuentes visitas a la ciudad donde
nació. En una de ellas participó en una velada musical que se iba a celebrar en
casa de Fidela Gómez Martínez que más adelante contraería matrimonio con el
farmacéutico de Torrelavega Antonio Ceballos Martínez[36]
(1887-1969). Allí se interpretó “Al pie de tu ventana” que era una canción con
letra de Florencio Ceruti y música de Lucio Mediavilla que posteriormente
cosecha mucha fama en Portugal y Chile. Pudo publicar poesía en los medios
literarios más importantes de Madrid o Barcelona, pero su modestia le encamina
a optar por El Escajo[37]
semanario publicado en Torrelavega del cual “era su alma y sostén
principalísimo”[38]. Este semanario ilustrado tuvo una vida muy corta, apareciendo solamente en
el periodo comprendido entre 1886 y 1887.
Publica
su primera poesía en este semanario, en
su número 12, correspondiente al jueves día 3 de junio de 1886:
Hoy a tus plantas postrado Me acuso, de que te quiero
Perdón de mis culpas pido Con amorosa
pasión,
En tu inteligencia fiado Por más que desespero
Pues reconozco el pecado De encontrar la constricción.
Y no estoy arrepentido.
Me acuso que tengo celos Celos, me inspira también
De que otros tus ojos miren, El espejo en que te mira,
Y al ver en ellos los cielos, Y celos tengo, si ven
Apasionados suspiren Mis ojos cuando suspiras
Causándoles mil desvelos Pensando, hermosa, por quién.
Y del Dios en que adoras, Tus mejillas seductoras,
Y de las aves cantoras Mira a un espejo alma
mía,
Si en su trino te embelesan, Antes de ser condenado
Y de las áureas si besan Y
responde a mi agonía
Si estos celos son pecado Después de esta confesión,
¿Es tuya la culpa o mía? Me
des la absolución
Mi angustiado corazón Sin imponer penitencia
Espera de tu clemencia
Aparecen sus poesías en casi todos los números hasta la desaparición del
semanario, en una sección que se denomina “Ni Pincha Ni Corta”. Reproducimos
dos poesías más, también publicadas en el mismo semanario, una correspondiente al
día 21 de octubre de 1886 y titulada “Mi Madre” que dice:
¡Adiós madre del alma!, mi destino ¡Adiós
madre del alma! Llegó el día
Cumpliendo algún arcano harto profundo Dejándome
como errante peregrino
Te ha robado a mis besos iracundo Que
vaga sin camino por el mundo.
Que convirtió mi vida en agonía Si al llevarte de aquí fue que Dios quiso
Preñada de recuerdos y dolores Dar a tantas bondades premio eterno
En que la muerte, segó con mano impía Llevándote
a su lado al paraíso.
La rosa del pensil de mis amores.
A mí al perderte lánzame de improviso Enterraré
contigo estos pedazos.
En los antros profundos del infierno, Que
dejó de mi alma la amargura.
Ya no puedo estrecharte entre mis brazos;
Pero a quien en esa misma sepultura
Me unirán aun a ti sensibles lazos.
Y
otra que aparece en el número correspondiente al día 28 de octubre de 1886 y
que será una de las últimas que publica en El
Escajo. Dice lo siguiente:
Cuando salga el sol brillante Me servirá de consuelo
Con sus matices de rosa Este
recuerdo a mi llanto
No pensaré en otra cosa Y
tu ¡Quien sabe entre tanto,
Mi niña, ingrata, que en ti. ¡Si te acordaras de mí!
Repasaré en mi memoria Y
mientras que triste luché
Los sitios donde te hablé Con
el dolor que me mata,
Y donde amante juré ¡Quién
sabe, mi bella ingrata,
Mi ardiente pasión por ti; ¡Si
te acordaras de mí!
El teatro era otra de
las aficiones de Florencio Ceruti. Fue autor teatral destacando con dos obras,
“Don Dinero” y “Santander en cosmorama” que fueron estrenadas en Torrelavega
con notable éxito. La noche del domingo 28
de junio de 1914 se estrena en el Coliseo de Torrelavega la obra: “La suerte
manda o la cosa es pasar el rato”. Obra compuesta por Florencio Ceruti y Mario
Bretón. Con notable éxito de público y crítica. Por último, también
identificamos una obra que en beneficio del Batallón de Exploradores preparaba en
el mes de enero de 1917 por ser uno de los promotores. Esta efeméride se recoge
en el número 225 del semanario “El
Liberal Montañés” correspondiente al día 1 de enero de este mismo año
donde describía al barón “como alma y
vida de estas funciones”.
Opina el biógrafo A. García del Río que “se caracteriza, como literato, por la frescura de su ingenio, por la espontaneidad y facilidad de sus rimas, y por esa gracia jubilosa, también espontánea y fácil, que no rebuscada y que brota abundante y límpida como el agua de un manantial en los picachos, sin impurezas extrañas, y como el agua del manantial, despreocupada y riente. Como periodista raya á no menos altura, y no se sabe qué cualidad se destaca más, si la corrección y sobriedad de estilo, o la firmeza y lógica de argumentación, o la amplia cultura que acredita en sus escritos, o la moderación y la templanza y la alteza de miras que pone en la pluma cuando escribe”.
Termina
su artículo que ocupa toda la página de “El Eco Montañés”:
[…] Ceruti
es siempre el amigo leal y el caballero intachable, compartiendo las tareas del
periódico es un compañero afectuoso que hace suyas las alegrías y los triunfos
de los que con él trabajan. Últimamente, antes que literato, que periodista y
que político, se estima de buen montañés, como lo han sido todos los de su
linaje. […]
FACETA SOCIAL
Socialmente Florencio Ceruti y Castañeda intervino en muchas de las
instituciones que existían en aquellos años. También participó en innumerables
actos sociales y culturales. Algunos de ellos por su importancia me propongo
referenciar. Uno de ellos se celebró, en otoño de 1912, un emotivo homenaje al
que fuera, durante más de treinta años, párroco de Torrelavega: Ceferino Calderón
Diez. Había varios motivos para homenajearle, pero destacaba sobre todos: la construcción
de la magnífica iglesia por la que tanto había luchado; la iglesia de Nuestra
Señora de la Asunción. A los acordes de la marcha real, Florencio Ceruti, en calidad
de alcalde, descubrió una placa de bronce esculpida con el busto del sacerdote
que se situó en la parte de atrás del altar mayor. Debajo de una cruz y después
de las palabras Ave María se podía leer:
A mayor gloria y honra de Dios y con la piadosa voluntad de la fe cristiana logró erigir esta Santa Iglesia el virtuoso párroco Don Ceferino Calderón.
El
alcalde Florencio Ceruti, antes de entregar esta placa “en depósito” al párroco
de la ciudad Emilio Revuelta, plasmó un discurso entre lo que se pudo escuchar:
[…]
Este anciano bondadoso que lleno de juventud y energías empezó la construcción
de esta Iglesia vio sus fuerzas agotadas por la lucha sostenida en tal ardua
tarea[39]. […]
Mantenía nuestro biografiado una
entrañable amistad con Gilberto Quijano Fernández-Hontoria[40],
hijo de José Felipe Quijano Moncalián (1804-1859)[41]. Aunque
nacido en Torrelavega vivía en Madrid por la importancia de sus cargos. Aunque,
siempre que podía volvía a su pueblo. Los dos mantenían una interesante
correspondencia que por su importancia y gracias a la atención de su familia
vamos a dar a conocer.
Para realizar gestiones genealógicas
le pide su amigo Gilberto Quijano Fernández-Hontoria, en carta anterior, la
partida de matrimonio de sus padres, Federico Ceruti y Pastor, “teniente
coronel de infantería y nacido en Barcelona” y “María de las Mercedes Castañeda
natural del lugar de Ganzo”. Unos días después, el 23 de marzo de 1902, le
contesta Florencio Ceruti: “Siento no haber podido mandarle la partida de matrimonio
porque la que yo tenía ha desaparecido de la oficina de la notaria de las
testamentarias y tengo que proporcionarle a usted una molestia más suplicándole
que haga el favor de mandarle sacar en la parroquia de Santa Cruz”. Y sigue:
“se casó el año 50 ó 51(no estoy muy cierto) aunque casi puedo asegurar que fue
en los meses de abril o julio del 51. Para sacar la partida y los gastos de
liquidación le remito a usted adjunto 25 pesetas, rogándole encarecidamente me
perdone tantas incomodidades”. Y finaliza dibujando en la misma carta “mi verdadero
Árbol Genealógico” que, por su novedad, reproduzco.
En una segunda carta, enviada a su amigo, y escrita el día 19 de abril de1902, Florencio Ceruti le dice “adjunto un resguardo por valor en pesetas de 12.729 a que asciende lo que tenemos que satisfacer a la Hacienda” para el pago de los derechos de sucesión del título de Barón de Peramola. Le comunicaba el envío de un talón por los derechos del título sucesorio. “El ingreso está hecho a nombre del Sr. Cruz porque yo tengo cuenta corriente en la sucursal del Banco Mercantil, para favorecer esta sucursal, pero no en el de España”. En aquellos años, Torrelavega contaba solamente con una entidad financiera, la sucursal del Banco Mercantil. El Banco de España estaba en Santander. Y el alcalde hacía lo que debía, favorecer a los negocios instalados en su municipio.
En una tercera carta le comenta,
día 21 de abril de 1902, su “satisfacción al saber que (Gilberto Quijano) había
recibido el cheque para pagar los derechos al título”. Y le avisa de que irá a
Madrid, “aprovechando la invitación oficial, para ver si podemos pedir algo de
lo mucho que nos falta”.
Y por último aportamos la que le escribe el día 4 de junio de 1902. Le habla del interés que tienen los comerciantes e industriales de Torrelavega sobre “el asunto del puerto de Requejada”. También se refiere, en esta carta, al proyecto del malecón para encauzar el río Besaya: “los trabajos realizados están casi terminados pero los telegramas continuos de Fomento obligándole (al arquitecto Sr. González) a trabajar en otros asuntos no le dejan ocuparse dos días seguidos en el citado proyecto. Pero me ha prometido mandármelo en este mes”. Y continua: “Hablé con el delegado y el Interventor y me manifestaron su imposibilidad de buscar esos datos aquí, insistiendo en los que ya me habían dicho en otras ocasiones, y me aseguraron que ellos no me pueden dar esos datos, que hablé con la Intervención General, que con más personal y más orden, pueden informarme de las ventas hechas”. También le cuenta, Florencio Ceruti, las gestiones realizadas, “solicitando Billetes de tercera para el tren Correo de Madrid”. Asegurando que no había recibido respuesta “de las tarifas de puesto a puesto aplicadas a Torrelavega”.
La relación de Florencio Ceruti con
la sociedad Círculo de Recreo[42] fue larga y
comprometida. Ocupó la secretaría entre 1897/1899. Fue vicepresidente en 1906 y
dos veces presidente. La primera durante el periodo de 1907 a 1911 y la segunda
de 1913 a 1915.
Comprometido socialmente con la ciudad,
ocupó diversos cargos en instituciones locales con amplia representación en la
sociedad de aquellos años. Por ejemplo, fue presidente del Batallón Infantil de
Cazadores de Torrelavega, fundado en 1911, precursor de la Banda de Música Municipal
de Torrelavega[43]. Florencio Ceruti, junto a Fermín Abascal, Juan
Terrisse, Valentín Sollet Alonso, Federico Rodríguez Piró, Acacio Gutiérrez,
Francisco Juanco, Luis Bustamante, Vicente Muñoz y Lucas Sáez formó parte de la
Junta que nombró una comisión para solicitar al vecindario de la ciudad una
suscripción popular para el mantenimiento de una institución muy querida en
Torrelavega; El Batallón Infantil. La
respuesta fue tan excelente que se decidió que la ciudad también contara con una
Banda de Música. Sostenida mediante subvención municipal y, además, con una
suscripción popular que se estipuló que fuera por persona de cincuenta céntimos
de peseta al mes.
Hacía tiempo que algunos Torrelaveguenses venían barajando la posibilidad de crear una
representación de la benéfica institución El
Tiro Nacional que daría como resultado la instalación consiguiente de una
Escuela Militar. En 1913, Félix Ojeda que era el capitán responsable de la Caja
de reclutamiento de Torrelavega, y uno de los mejores tiradores a nivel nacional,
fue uno de los más entusiastas con el proyecto. El sábado día 12 de julio
convocó en las oficinas del reclutamiento a sus amistades y a toda la prensa
local. El entusiasmo de los asistentes era palpable y todos aplaudieron la idea
de crear una representación de la sociedad de El Tiro Nacional. Ese mismo día se hicieron 60 socios. Acudió a ese
acto y allí mismo se hizo socio también Florencio Ceruti y su amigo Federico Rodríguez
Piró[44].
Cuatro días
después, el miércoles 16, se celebró otra reunión[45]
a la que habían sido convocados todos los socios y en donde se iba a elegir la
primera Junta Directiva de la sociedad de El
Tiro Nacional[46].
Quedó como sigue: presidente José Argumosa; secretario Vicente Muñoz;
vicesecretario Francisco de la Fuente; tesorero José Pereda y los vocales:
Félix Ojeda, German Argumosa y Eustaquio Baranda.
Florencio Ceruti Castañeda,
Barón de Peramola y Peracolls, muere, a los 65 años de edad, en el castillo[47] de su propiedad situado en la playa de los
locos de la villa de Suances, el día 7 de septiembre de 1924, estando enterrado
en el cementerio de Geloria en Torrelavega[48]. Su
segunda mujer fallecerá, en Torrelavega, el día 16 de junio de 1933, reposando sus
restos en el mismo cementerio que su marido[49].
Con motivo del centenario de la Cámara de Comercio
e Industria de Torrelavega (1913-2013) la familia de este ilustre convecino, a
petición del Grupo de Opinión Quercus, remozó su tumba que estaba seriamente
dañada y que prometieron conservarla.
***
[1] María del Carmen Ceruti y Teyt contrae matrimonio con Agustín Roncali y Ceruti que había nacido en Cádiz, el día 30 de marzo de 1806, y que será Conde de Alcoy.
[2] Libro de casamientos nº
21, folio 50 vto. Agustín Ordovás, Presbítero, Coadjutor primero, Parroquia
[3] Libro de Bautismo número
2.061 en el folio 216.
[4] Su hijo será el conde Gómez Nuño, tercer señor de Castañeda. Este linaje gozó de varias líneas que se instalaron respectivamente en el Valle de Iguña, valle de Toranzo, Valladolid y Madrid. Al linaje de Castañeda pertenecieron Juan y Pedro de Castañeda Quijano que aprobaron su hidalguía en la ciudad de Valladolid en 1635 y en 1652 respectivamente. También participa de este linaje, Francisco Antonio de Castañeda y Corral, natural de Torrelavega, que se casa con Petronila Velarde. De este matrimonio nace José de Castañeda y Carriedo que se casa con Josefa Cornejo y del Castillo. Su primogénito será Francisco de Castañeda y Cornejo que contraerá matrimonio con Ana María Fernández Palazuelos. De este matrimonio nacerá Ramón de Castañeda y Fernández, I conde de Udalla por Real Decreto de 19 de junio de 1871. El primer conde de Udalla se casa con Antonia de Rada y nacerá de este matrimonio Ramón de Castañeda y Rada, II conde de Udalla por el Real despacho de 13 de marzo de 1875.
[5] Sus padres se llamaban Francisco de Carriedo y del Corral, del mismo lugar, quien contrajo matrimonio con Juliana Peredo, del vecino pueblo de Mijares. Emparentaron con Ramón de Castañeda y Fernández, destacado general del ejército, diputado y senador del Reino, cuyos servicios le valieron el distintivo de Conde de Udalla.
[6] Cláusulas del testamento de Pedro Carriedo. Desde su residente en Valladolid, provincia de Michoacán en Méjico: Da poder para testar en su nombre a favor del Mariscal Francisco de Valdivieso, en una de cuyas clausulas figura una manda de 4.000 pesos para que se construya en puente en Torres sobre el rio Besaya, establecida por Francisco de Carriedo y Peredo. Archivo Municipal Torrelavega.
[7] La Baronía recayó sucesivamente en varias familias: Desbrull, Zurita, Pinós, Vallfogona hasta llegar a pertenecer a los duques de Híjar. El 20 de abril de 1268, desde Alcira, Jaime I otorgó a Pedro Fernández (1245-1299), hijo suyo y de Berenguela Fernández de Castilla, la mitad de Híjar y Urrea de Gean, permutándolas por unas propiedades que tenía en Valencia. Formándose así el señorío de Híjar que pasará a ducado desde el siglo XV. Fue el primer señor y adoptó el topónimo Híjar como apellido. Pedro Fernández de Híjar (1245-1299), I señor de Híjar, casó en segundas nupcias con la Marquesa Gil de Rada, hija natural de Teobaldo I de Navarra, conde soberano de Champagne y de Brie y de la Marquesa López de Rada. Posteriormente, Juan Fernández de Híjar y Cabrera (1419-1491), I duque de Híjar, enlazó, el 19 de agosto de 1436, con Catalina de Beaumont de Navarra y Curtón, hija de Carlos de Beaumont, Alférez Mayor y Condestable del Reino de Navarra, y de Ana Curtón. El 7 de agosto de 1596 Juan Francisco Cristóbal Fernández de Híjar y Fernández de Heredia (1552-1614), II duque de Híjar y viudo de Ana de la Cerda y Mendoza II condesa de Galve, casó, en segundas nupcias, con Francisca de Castro - Pinós y Fenollet y Zurita III condesa de Vallfogona y II de Guimerá, XVI vizcondesa de Canet y XIV de Illa, XIII vizcondesa de Evol (Rosellón) poseyó las baronías de La Portellá, Milany y los señoríos de Rocafort, Arcalís y Peracolls. Aquí aparece el señorío de Peracolls que se unirá con la baronía de Peramola cuando esta señora, Francisca Castro-Pinós herede, por parentesco con Gaspar Galcerán de Castro-Pinós y de Aragón (1603-1642), I conde de Guimerá, y de Petronila de Zurita y Castro, señora de las baronías de Peramola y Estal, todas estas posesiones. Su nieto y sucesor, Jaime Francisco Víctor Sarmiento de Silva y Villandrando de la Cerda y Pinós (1642-1700), V duque de Híjar, tomó posesión de estos estados, reivindicó sus derechos permaneciendo la baronía de Peramola y el señorío de Peracolls en la Casa de Híjar hasta su venta en el siglo XIX. Mª José Casaus Ballester: Patrimonios archivísticos nobiliarios. La Casa Ducal de Híjar, Teruel.
[8] Por Real carta del día 12 de noviembre de 1890. Con 24 años, Carlos Castañeda y Navarrete obtuvo el título de Licenciado en Jurisprudencia por la universidad de Valladolid que otorga el ministro de Fomento de España, el día 19 de mayo de 1859.
[9] En las Matriculas de la Contribución referidas a 1902 aparece como propietario y su tío Carlos Castañeda Navarrete como propietario de un molino en Ganzo que pasará, tres años más tarde, a manos de Florencio Ceruti y Castañeda. Contribución Industrial H426, Archivo Municipal Torrelavega.
[10] Por el que paga 5.320 pesetas. Archivo Histórico Nacional. Títulos Nobiliarios 1631/1929. 792, exp.96. Madrid 30.7.1890.
[11] Fueron 6.000 pesetas las que pagó por esta
sucesión trasversal. Ibidem. Leg. 850. Exp.109. 6 ff.
[12] Pablo del Río Gatoó:
Torrelavega en su Historia, Imprenta Quinzaños, 1986, pág.134.
[13] Archivo General Militar
de Segovia, Instituto de Historia y Cultura Militar.
[14] Archivo Histórico
Nacional, Expedientes.
[15] Arco de hormigón armado de 17,40 metros de luz. Formado por dos arcos rebajados de 17,40 metros y 2.30 metros de flecha, con una sección de 40 x 40 cm. y armados por viguetas de doble T de acero de 150 x 74 x 7,5 mm. Sobre estos arcos van una serie de pilares de altura variable con la inclinación del tablero, cuya sección trasversal es de 15 x 20; estos pilares están situados á 1,50 de distancia de eje á eje. Las cabezas de estos pilares van arriostradas por las viguetas de 15 x 20 cm. de sección trasversal. Por último, y apoyado en estas viguetas, va un forjado de 14 cm de espesor armados con varillas situadas á 10 cm. de distancia. Con objeto de dar completa rigidez al conjunto y disminuir las vibraciones que se observan en los puentes de hormigón armado que afectan esta disposición, se han arriostrado los arcos con una serie de viguetas que corresponden a los ejes de los pilares. Estas viguetas tienen una sección trasversal de 15 x 20 cm., y van perfectamente enlazadas con los cuchillos.
[16] Revista de Obras Públicas
del día 24 de diciembre de 1903, página 475.
[17] Hermano de la bisabuela del autor de esta biografía. Bustamante Gómez, Tomás; Federico Rodríguez Piró. De Flandes a Chile. Graficas Quinzaños 2019. Ver también https://www.torrelavegaantigua.com/2020/10/federico-rodriguez-piro-1859-1931.html
[18] Semanario El Impulsor
correspondiente al 28 noviembre 1909.
[19] Saiz Fernández, José
Ramón: 64 años de la Historia de Torrelavega. Ediciones Tantín, pág. 144.
[20] Ver https://www.torrelavegaantigua.com/2023/03/mariano-muniz-castano-en-el-centenario.html
[21] Ver https://www.torrelavegaantigua.com/2014/02/cesar-fernandez-fernandez-1882-1949-con.html
[22] Desde estas líneas solicitamos a la máxima autoridad del ayuntamiento de Torrelavega que haga cumplir este acuerdo municipal de estos ilustrados convecinos y dé acomodo a esta placa-escultura que así dejará de deambular por los suelos de las dependencias municipales.
[23] Ver https://www.torrelavegaantigua.com/2012/03/en-1907-nace-la-sociedad-gimnastica-de.html
[24] El Impulsor
correspondiente al 2 de febrero de 1913
[25] El Liberal Montañés del
13 febrero 1913.
[26] Hermano del bisabuelo del
autor de esta biografía.
[27] Esta información aparece publicada en el ABC correspondiente al 11 de marzo 1915, página 11.
[28] Pablo del Río Gato: Torrelavega en su Historia,
Graficas Quinzaños, 1986, pág.113.
[29] Semanario El Impulsor
correspondiente al día 20 de septiembre de 1903.
[30] Para más información sobre este Empréstito ver páginas 62/70 del libro de Tomás Bustamante Gómez: El Banco de Torrelavega, 1920/1942. Graficas Quinzaños, 2009.
[31] Un bisnieto suyo, Javier Ceruti, recientemente ha publicado el Liberal Montañés Digital que fundó su bisabuelo en Torrelavega a principios del siglo XX.
[32] Su primer número apareció
el día 14 de agosto de 1897.
[33] Periódico Alerta, 30 abril
1985.
[34] José Ramón Sáiz.
Torrelavega. Historia de su prensa, siglo XIX. Tomo I Ediciones Tantín, año 2000.
[35] García del Río, A; El
Eco Montañés. Galería Montañesa, número 87 del 31 agosto 1901.
[36] Ver https://www.torrelavegaantigua.com/2012/05/la-farmacia-ceballos.html.
[37] Para más información sobre El Escajo: Saiz, José Ramón; Torrelavega historia de su prensa siglo XIX. Ediciones Tantín, 2000.
[38] Pablo del Río Gatoó:
Torrelavega en su Historia, Imprenta Quinzaños, 1986, pág.213.
[39] El Liberal Montañés del 21 de noviembre de
1912.
[40] Gilberto Quijano Fernández-Hontoria, amigo personal de Florencio Ceruti y Castañeda había nacido en Torrelavega, el 12 de mayo de 1848 y murió en Santander el mismo día y mes, pero de 1909. Abogado, Juez, Registrador de la Propiedad y Diputado a Cortes. Desde la Dirección General de Registros y Notariado ayudó cuanto pudo a toda la provincia y en particular a su Torrelavega natal. Sus gestiones, casi siempre positivas, lo fueron para la nueva Iglesia de la Asunción, la Traída de Aguas, la construcción del malecón del río Besaya (no confundir con el campo de futbol que adoptará este nombre por esta obra de contención) y la escuela de Artes y Oficios.
[41] Ver https://www.torrelavegaantigua.com/2014/12/jose-felipe-de-quijano-y-moncalian-1804.html
[42] José Ortiz Sal; El
Círculo de Recreo de Torrelavega 1861-2011.
[43] Pablo del Río Gatoó: Torrelavega en su Historia. Imprenta Quinzaños, 1986, pág.207.
[44] Ver https://www.torrelavegaantigua.com/2020/02/primeros-anos-del-tiro-nacional-en.html
[45] Bustamante Gómez, Tomás: El Tiro Nacional en Torrelavega. Documentos iniciales de la delegación que existía en Torrelavega. Pertenecen al autor de esta biografía que próximamente donará al Archivo Municipal de Torrelavega.
[46] También se hicieron socios: Carlos Celis, Santiago Gutiérrez, Manuel Ruiz Abascal, Ignacio Martínez, Paulino Canales, Genaro Rodríguez, Julián Urbina Alegre, Eufrasio Saiz, Pedro Sañudo Barasa, Alfonso Manso, José María Guerra, Vicente Blanco Balbás, Ramón Peña, Jorge Lapoivre, Alejandro Gutiérrez Noriega, Leopoldo Ruiz-Capillas, José Peña, Vicente Hidalgo, Gerardo Cotera, Gerónimo García, Juan Lez, Hermenegildo Jiménez, José Miaja, Félix Ojeda, Alberto Guerrero, Luis Caso, Francisco Vega, Ruperto Yago, Ricardo Calle, German de Argumosa, José Ruiz de Villa, Álvaro Ruiz del Árbol Sañudo, Alejo Etchart Mendicouague, Enrique Barquín, Sebastián Hidalgo, Zacarías Cayón, Bernardo García, Dámaso García de los Salmones, Jose Manso, Valeriano Ingelmo, José Argumosa, Ceferino Mendaro, Antonio García de los Salmones, Luis Obregón, Alfredo García Bravo, Félix Rojas, Florencio Ceruti Fernández, Antonio Obregón, Juan Terisse, José Pereda, Carlos Rojas, Federico Ceballos, Juan Revuelta, Aquiles Macho, José Palencia, Enrique Saiz, Gregorio Ortega, Roberto de Argumosa, Justo Arce, Luis Molleda.
[47] Fue mandado construir por Florencio Ceruti Castañeda a finales del siglo XIX. Construido en piedra de sillería y mampostería. Reconstruida en 1987, actualmente está dedicado a hotel.
[48] Registro Civil Suances,
tomo 19, folio 136, número 549.
[49] Con motivo del Centenario de la Cámara de Comercio de Torrelavega y a sugerencia del Grupo de Opinión Quercus, coincidiendo con un acto de en saltación de la figura de Florencio Ceruti, la familia del barón de Peramola ha accedido a remodelar su tumba. Desgraciadamente han pasado pocos años y habría que volver a restaurarla.