lunes, 6 de agosto de 2018

Sastres de la villa de Torrelavega en el siglo XVIII y XIX



Matriculas de comercios e industrias en 1835. Archivo Municipal Torrelavega


     Aunque desde la antigüedad los pobladores de estos lugares confeccionaban sus ropas para protegerse de las inclemencias del tiempo, el oficio de sastre  nace varios siglos  después. Si bien es verdad que mucho antes en las realezas ya existían, pero a este tipo de sastres  no nos vamos a referir.
       Los pioneros de la villa de Torrelavega nos los vamos a encontrar[1] en el siglo XVIII. Cortaban telas y las cosían tres sastres: Francisco Díaz, pechero, y los hidalgos José Muñoz y Manuel Pérez del Callejo[2]. Son los primeros sastres. 
       En 1816, vivían en esta Villa tan solo 84 vecinos[3], la gran mayoría labradores, aunque también había un sastre, Patricio del Rio,[4] que sabemos vivía en el Barrio de abajo.
         Ocho años después, volvemos a encontrar a Patricio del Rio[5], que era natural de Miengo, contaba con 36 años y trabajaba en la villa de Torrelavega como “maestro sastre”. Estaba casado con Clara Goitia que era natural de Sierrapando, y como su marido, era “maestro sastre”[6]. Para entonces, ya habían nacido en Torrelavega tres de sus hijos, María de 8 años, Santiago de 7 y Fernando de 5. 
         Otro sastre joven de 18 años, que era natural de esta Villa y trabajaba en ella, era Diego Lacomba Peroni[7]. Era hijo de Guillelmo Lacombe y Juana Peroni[8] que se habían casado en Santander el día 12 de agosto de 1802. Tuvo el matrimonio  siete hijos más, Josef Ángel[9], Ramona de 15 años, Francisco de 11, Domingo de 10, Micaela[10], Mónica y María. Su marido Guillermo Lacomba que era natural de Madrid contaba con 46 años, de profesión cerrajero,  y se encontraba “ausente en Francia”.


Publicidad en 1875. Colección Tomás Bustamante


         El tercer sastre era Antonio Viana[11], natural de Oporto en el reino de Portugal, de 44 años  y su mujer Bernarda Palacio de 39 y natural de Santiago de Heras, Cantabria, los dos eran “maestro sastre”. Con ellos vivía una niña de 12 años que era natural de Santander, en calidad de aprendiza y también Isabel Arana, soltera de 37 años natural de Celorio, Vizcaya, ejerciendo como “oficiala de sastre”.
         También era “maestro sastre”  Juan Pereira Cobral[12], que contaba con 29 años y estaba casado con Josefa del Campo[13], natural de Arce. Este sastre había nacido en Villa Morin, Arzobispado de Braga en el Reino de Portugal. En Arce nació su hijo mayor Cecilio de 8 años, y en San Vicente de Toranzo tres hijos más, Juan, Gregoria y Manuela. En Torrelavega tuvieron otros dos: Antonio Ramón[14] que murió párvulo a los dos meses de edad, y Cipriana María. Con ellos vivía Manuela Ortiz “criada de servicio” de 18 años.
         Y por último, otro “maestro sastre” Juan Díaz[15] de 55 años, natural de Francia,  y  su mujer Manuela Landeta que contaba por entonces con 60 años y era natural de Castro.
         Once años después, es decir en 1835, en las matriculas de comercios e industrias de la villa de Torrelavega, aparecen cumpliendo con el pago de sus impuestos cinco sastres, Juan Pereyra que ya hemos citado, Antonio Roira, Luis Goubillard y seguía ejerciendo el oficio de sastre Patricio del Río, uno de los primeros sastres de la Villa.
         Y por fin, en el último tercio del siglo XIX trabajaban en Torrelavega cuatro sastres[16]: La “Sastrería de Abascal e hijos” que estaba situada en la calle de la Estación[17] esquina al Pasaje de Saro;  la sastrería de Alejo Martín Aparicio situada en la Plaza Mayor, y finalmente, con sastrería en la calle Consolación estaba Juan Mazariegos.
         Después vendrá otro siglo y otra historia digna de ser contada.




[1] Bustamante Gómez, Tomás y Fernández-Regatillo Ruiz, Amparo; El cementerio de Geloria en el siglo XIX. Imprenta Quinzaños, 2016, páginas 21 a 24. Catastro del Marques de la Ensenada, 1753.
[2] Mismo libro página 107.
[3] Que en realidad eran 84 ¾ porque las viudas las contabilizaban como ½ y las solteras como ¼.
[4] Demarcación del Regimiento Provincial de Laredo, Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de la villa de Torrelavega, legajo 232, doc. I y II. Archivo Histórico Provincial de Cantabria.
[5] Padrón de vecinos de Torrelavega, 1824.
[6] Ni modista ni costurera, dos oficios que frecuentaban las mujeres.
[7] Padrón de vecinos de Torrelavega, 1824.
[8] Era hija de Francisco Javier Peroni y Antonia del Corral, vecinos de Santander.  Mismo libro página 182.
[9] Había nacido en Torrelavega 29 de febrero de 1816. Murió a los 7 años el 24 de febrero de 1824. Mismo libro página 198.
[10] Murió el 25 de septiembre de 1822 siendo párvula a los tres años. Había nacido 1l 18 de agosto de 1818.
[11] Padrón de vecinos de Torrelavega 1824
[12] Padrón de vecinos de Torrelavega 1824. Fueron sus padres Manuel Pereira Cobral y Ana Mária Alvarez naturales y vecinos de Villa Morin en el Reino de Portugal.
[13] Fueron sus padres José del Campo Anievas y Manuela de la Fuente, vecinos de Puente Arce.
[14] Nació el 6 de marzo de 1824.  Bustamante Gómez, Tomás y Fernández-Regatillo Ruiz, Amparo; El cementerio de Geloria en el siglo XIX. Imprenta Quinzaños, 2016, página 200.
[15] Padrón de vecinos de Torrelavega 1824.
[16] Coll y Puig, A.M.; Guía de Santander y su provincia, la voz montañesa, Imprenta Evaristo Gómez Herrero, Santander, 1875, páginas 732 y 733.
[17] La calle de la Estación era la que comunicaba la fuente de cuatro caños con la Estación de Sierrapando. También se llamó calle de Isabel II y por último Julián Ceballos.