Los primeros
pobladores de este lugar vivían en la falda del venerado monte Dobra cuando las
aguas lo inundaban todo. Las costumbres paganas
utilizaban altares donde ofrecer sacrificios a los dioses. El ara al
dios Erudino, datado en el año 399 y encontrado en 1929 por Hermilio Alcalde
del Río, así lo atestigua. Al retirarse a sus cauces estas aguas, nace una fértil vega
que da origen a nuevos asentamientos. Así aparece una pequeña aldea que se
configura, más tarde, cerca del castillo de los señores de la Vega. El
castillo, la iglesia y la plaza conformaban el todo y la nada. Pero aquellas gentes nunca dejaron de mirar a
El Dobra. Para muchos era su divinidad para otros algo mágico. Más adelante El
Dobra cala profundamente en la idiosincrasia de los torrelaveguenses creando
una relación intensa y afectiva. Por ello son frecuentes, año tras año, las excursiones al
monte Dobra. Una de ellas
se celebró hace casi 100 años, en 1924. En las inmediaciones quedaron los
jóvenes de la localidad y para celebrar la efemérides “se retrataron”. En la fila de atrás, de izquierda a
derecha, aparece José Luis Ceballos con
sombrero, Luis Guerra, X, X, X, X, X, X, Alfredo Díaz, Antonio Mesones, X,
Eladio Mesones y un niño. En la siguiente fila: Milagros Fernández con collar y
cachaba, Marina Macho, Cristina Muñoz, Julio Acha, Flora Pérez, María Luisa
Molleda, Julia Abascal, Maria Sánchez, Catalina Sánchez, Fe Ruiz de Villa,
Maria Luisa Abascal, Sebastiana Sánchez, Luisina Sánchez, Pedro Campuzano, Paquita
Mesones con gorra y de perfil, X, Luis Ceruti Fernández asomando la cabeza y X.
En el centro dos chicas solas: Julita Sánchez y Emilia Pérez. Cinco tumbadas al
lado de ellas: Amanda Fernández, Conchas Mesones, Conchita Pérez, Clotilde
Fernández y Esperanza Ruiz de Villa. Tendido en el suelo Jacobo Díaz y a su
lado sentado y con una cachaba José Luis Campuzano. Seguro que un día
inolvidable, como los nuestros.
miércoles, 27 de junio de 2012
martes, 19 de junio de 2012
Pedro Lorenzo Molleda, comerciante y alcalde republicano
Fue comerciante, republicano y
radical. Pedro Lorenzo era hijo de Agustín Lorenzo Gil y de Valentina Molleda
Ugarte. Su madre se casará, en segundas nupcias, con su primo Gerónimo Ugarte.
La madre de nuestro alcalde, Valentina
Molleda, había nacido el 19 de abril de 1873 en La Barquera, que pertenecía en
esta época a Torres al igual que Mijarojos. Era hija de Pedro Molleda
natural de Cartes y Anastasía Ugarte nacida en La Barquera y hermana
del industrial del gremio del calzado José Molleda Ugarte[1] dos años mayor que ella y
que tiene post propio en este blog. Sus abuelos paternos fueron José Molleda
natural de Píe de Concha y Valentina
Saiz González natural de Santiurde y vecina de Cartes; y sus abuelos maternos
Genaro Molleda de Torres, Torrelavega y Ana María Saiz Cuetos nacida en La
Barquera.
El matrimonio entre Pedro Lorenzo y Valentina Molleda tuvo tres hijos: Alfredo, Ricardo y Soledad. Todos
se educaron en un ambiente culto donde los libros y la pintura ocupaban un
lugar privilegiado. Rodeados de libros y cuadros de famosos escritores y pintores
de su tiempo. Pedro Lorenzo fue amigo de muchos de los intelectuales de la
época y uno de los impulsores de La Biblioteca Popular (1927-1937).
Decía de él, el escritor y director de La
Voz de Cantabria, José del Río Sainz, “Pick”, que “….bajo cuyo rostro
inteligente que completan unas gafas de concha …. Cuya biblioteca y colección
de cuadros dicen bien claramente todas las posibilidades de cultura y de gusto
que hay en él”.
Posiblemente el más internacional
de los pintores torrelaveguenses, Eduardo López Pisano[2], con blog propio en este
blog, fue uno de sus artistas
protegidos. El primero de sus hijos continuó en el negocio que su tenía su
padre en la Plaza de abastos. Ricardo fue un afamado arquitecto y su hija
pequeña, Soledad[3],
una de las mejores galerista de España.
Pedro Lorenzo Molleda fue el cuarto
alcalde en la segunda república Antes lo fueron: José Mazón Samperio
en 1931, Joaquín Fernández[4] en 1933 y Ramón Teja en
1935. Fue aclamado como alcalde con la victoria del Frente Popular el 14 de
abril de 1936 tomando posesión a los tres días. Permanece en el cargo
hasta que el día 7 de octubre de 1936 le
sucede Germán Marcos Venero. Perseguido en la guerra incivil se refugia en
Barcelona donde pasa una larga temporada.
[1] Para más
información ver http://www.torrelavegantigua.com/2012/05/jose-molleda-ugarte.html
[2] Para más
información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/02/eduardo-pisano-pintor-de-montparnasse.html
[3] Elegida Torrelaveguense
Ilustre por el grupo de opinión Quercus en 2006.
[4] Para más
información ver http://www.torrelavegantigua.com/2013/01/joaquin-fernandez-herreros-cantero-y.html
martes, 12 de junio de 2012
Matadero, bodega y carnicería en 1835
Las
inspecciones que se realizaban en aquellos años sobre las instalaciones públicas
no eran demasiado frecuentes. Contaba el concejo de Torrelavega, en 1749, con un “Hospital,
con una Real Cárcel y con una taberna y un matadero-carnicería”. El secretario
de la Duquesa del Infantado, Gaspar de Ceballos Barreda, era el que solicitaba las inspecciones. El inspector
Manuel Valentín Campuzano. Ambos pertenecientes
a linajes de la jurisdicción de Torrelavega. En ese año el inspector visitó la
taberna y la carnicería. Para esta última concluyo: escaso aseo y limpieza en el sitio donde se matan y se pesan carnes,
por haver como havía muchos Huessos, sangre en el suelo y Broza. Por lo
tanto estos establecimientos públicos no estaban en las mejores condiciones
para abastecer a los habitantes de aquel lugar. Noventa años después confeccionan
un plano de “Planta y alzado del matadero, bodega y carnicería vieja de la
villa de Torrelavega. El alzado que se presenta es suficiente para formar
juicio del estado actual del Matadero, carnicería y Bodega” …. El plano, en
acuarela en colores y tinta, pertenece al pleito entre Manuel de la Revilla y
el concejo de Torrelavega, por la anulación de la venta de unos terrenos. Real Audiencia
y Chancillería de Valladolid.
martes, 5 de junio de 2012
La Caja de Ahorros del Círculo de Obreros Católicos 1903
Una de las primeras cajas de ahorro que existieron en Torrelavega fue la del Circulo Católico de Obreros. Por su valor histórico, ya más de cien años, he creído conveniente hacer una breve reseña de la misma.
El día tres de febrero de 1903 se aprueba el Reglamento de la Caja de Ahorros del Círculo Católico de Obreros de Torrelavega. Había convocado reunión la junta directiva con objeto de aprobar el reglamento por el que se iba a regir la caja de ahorros de esta sociedad. Se celebró en el local que poseía el Circulo Católico en Torrelavega.
Dirigió la reunión su presidente Raimundo de Miguel, actuando como secretario José María Ortiz. Se pretendía " inculcar a los obreros y a los niños la virtud del ahorro” y lo hacían como complemento a la educación que recibían en los centros escolares. Las operaciones de la caja de ahorros estaban limitadas a recibir y devolver las cantidades que en ella se imponían. El procedimiento era el siguiente. Al final de cada año, el saldo de cada miembro era depositado en la Caja de Ahorros del Banco Mercantil de Santander. Más adelante, cuando ya estaba operativo el Banco de Torrelavega en 1920, será en este banco donde se iban a depositar muchos de los ahorros de los socios de esta sociedad. No hay que olvidar que un consejero y vicepresidente del Banco de Torrelavega, Ramón Miguel y Crisol, iba a ser presidente del Círculo de Obreros Católicos. Para favorecer esta práctica del ahorro, el Circulo Católico donaba una peseta a cada uno de sus socios, con la sola obligación de no retirarla ni de la Caja de ahorros del Círculo ni del banco donde estaba depositada, por un periodo mínimo de cinco años.
Está fijado, en el artículo número diez del reglamento de la caja de ahorros, que después de la misa de once y en el local del Circulo Católico, el administrador iría recogiendo las cantidades que le entregaran, desde cinco céntimos en adelante. Aceptando que las devoluciones se realizaban al domingo siguiente a aquel en que fueran solicitadas a no ser que se pidiera, con carácter de urgencia.
Para más información ver el libro El Banco de Torrelavega 1920/1942 del mismo autor que este blog.
Para más información ver el libro El Banco de Torrelavega 1920/1942 del mismo autor que este blog.
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