miércoles, 29 de agosto de 2012

Fernando Sañudo Solórzano (1883-1942), impulsor del juego de los bolos




 Fernando Sañudo Solórzano (1883-1942) nació el día 29 de mayo en Torrelavega. Era  el segundo hijo del matrimonio formado entre Juan Bautista Sañudo Abascal, con fábrica de calzados en la calle Argumosa, y  Margarita Solórzano García. Su hermano mayor era Santiago (1879-1962), con post propio en este blog, y su hermana pequeña Concepción (1886-1978) que se casará con Bonifacio del Castillo Orcajo que fue Alcalde de Torrelavega de 1924 a 1926.
Comenzó a trabajar en la fábrica de zapatillas y almadreñas de su padre situada en la Llama. Fallecido su progenitor y, tras separarse de su hermano Santiago, montó su propia fábrica de zapatillas bajo la marca “Efese” en la calle Consolación, actualmente en los números 23 y 25, hasta la liquidación y cierre por su viuda en 1953. Se casó con Aurora Ruiz-Capillas del Castillo (1889-1976) el día 9 de septiembre de 1912 en la iglesia de la Asunción. Tuvieron tres hijos: Margarita, Aurora y Leopoldo. Desarrolló una intensa vida social participando en muchos de los proyectos que se creaban en aquella época. Fue concejal, miembro fundador de la Sociedad Gimnástica e impulsor del juego de los bolos llegando a crear la “Federación Montañesa del Juego de los Bolos”. Fue elegido el día 28 de septiembre de 1907 Tesorero de la primera junta directiva de la Sociedad Gimnástica. Pasando más adelante a ser vocal hasta 1920. En diciembre de 1919 convocó a una reunión a los jugadores de bolos de la provincia. Constituyó y redacto el Reglamento de la Federación Montañesa de Bolos. Siendo concejal hizo una reflexión, que por su trascendencia, me ha parecido oportuno no olvidar. Debatían los ediles  la conveniencia de subvencionar la línea de autobuses que desplazaban a los torrelaveguenses a las playas del pueblo marinero de Suances. Fernando Sañudo era partidario de aprobar la ayuda “porque Suances debe ser para Torrelavega lo que el Sardinero para Santander”. El Sardinero, en aquellos años, era un paraje solitario que distaba 6 kilómetros del centro de  la capital de la provincia y Suances algo más de siete del término municipal de Torrelavega. Sabía reflexión que no debemos olvidar. Fallece en Torrelavega, el día 26 de febrero de 1942, estando enterrado en el panteón familiar en el cementerio de Geloria de La Llama.