El día 12 de mayo del año veinte
del siglo XX fue el día escogido para la constitución ante notario de la
sociedad de crédito llamada Banco de
Torrelavega. Atrás quedaron días de trabajo de los comerciantes hasta dar
cuerpo a la sociedad crediticia. Participaron comerciantes e industriales junto
a personas de la burguesía local, todos con la supervisión de la Cámara de
Comercio. Nace esta institución, entre otras cosas, por los tratos comerciales
desiguales e injustos que padecían los comerciantes de Torrelavega por el banco
dominante en toda la provincia, el Banco Mercantil de Santander. Con la
creación del Banco se iba a cumplir la promesa que Santiago Sañudo Solórzano le
había hecho al director de la sucursal que el Banco Mercantil tenía en Torrelavega.
El director de esta sucursal le espetó a Santaigo Sañudo por las protestas por el trato descriminado: “Si no esta usted de acuerdo con lo que ofrezco, ponga usted un banco”, Santiago Sañudo Solórzano, seguro de si mismo, le respondió: “No tenga usted ninguna duda que lo haré”. Dicho y hecho. Un año después se iba a crear el Banco de Torrelavega. El día elegido, el 12 de mayo por la mañana, sobre el medio día, un día de primavera, de las primaveras de entonces. La formula un pacto entre iguales. El 50% del capital lo suscribieron comerciantes de la ciudad del Besaya y la otra mitad el Banco de Santander que por entonces era un banco de muy pequeño tamaño.
Santiago Sañudo Solórzano
Ese día se iban a reunir importantes comerciantes asentados
en la burguesía local. Lo hicieron en el despacho del Notario de Torrelavega,
José María del Hoyo y Gutiérrez del Olmo. El primero en llegar fue Santiago
Sañudo Solórzano, importante industrial del calzado y uno de los artífices en
la creación del Banco de Torrelavega. Llegó con su inseparable amigo, el médico
tocólogo, Ramón Miguel y Crisol, con una imagen inconfundible: capa castellana
negra (de ahí el apodo del “hombre de la capa”), con bigote retorcido hacia el
cielo donde tenia depositados cabales pensamientos.
Saturnino Briz Larín
Después fueron llegando los
demás: Hermenegildo Fernández Sainz, conocido farmacéutico, con farmacia en los
soportales de la Plaza Mayor, hombre de cabeza despejada y gran conversador.
José Molleda Ugarte, comerciante e industrial, nacido en el pueblo de los
torreones de Cartes con fábrica de calzado en la calle Hermilio Alcalde del
Río, también con bigotes pero sin mirar tanto para el cielo. Más tarde lo hizo
el comerciante de coloniales, Herminio Azcarate Campo, con tienda de
ultramarinos en la calle Joaquín Hoyos, esquina a la hoy llamada calle
Consolación.
Después entró el que sería el primer Presidente del Banco de
Torrelavega, José Arce López, indiano, con importantes propiedades en las Islas
Filipinas, concretamente en el pueblo de Juban de la provincia de Sorsogon y
que siempre representó un punto de encuentro, decisivo, entre los dos bancos,
entre la matriz, el Banco de Santander y el filial. José Arce López llegó junto
a los tres representantes del Banco de Santander, cumpliendo el acuerdo al que se había llegado el 15 de
abril: Saturnino Briz Larín, José Calderón García y José Luis Gómez García. Los
últimos en llegar fueron los comerciantes de Torrelavega: Pedro Matías Gómez
Sánchez, Fidel Ramón Palacio y Jacobo Díaz Iglesias. Es decir, doce personas,
tres de Santander y nueve de Torrelavega. Ese día quedó constituido oficialmente el
Banco de Torrelavega y su primer Consejo de Administración.
Para más información ver el libro del mismo autor que este blog, El Banco de Torrelavega 1920/1942, editado por Gráficas Quinzaños.