sábado, 10 de noviembre de 2012

Escritura de constitución del Banco de Torrelavega, 1920






          El día 12 de mayo del año veinte del siglo XX fue el día escogido para la constitución ante notario de la sociedad de crédito llamada Banco de Torrelavega. Atrás quedaron días de trabajo de los comerciantes hasta dar cuerpo a la sociedad crediticia. Participaron comerciantes e industriales junto a personas de la burguesía local, todos con la supervisión de la Cámara de Comercio. Nace esta institución, entre otras cosas, por los tratos comerciales desiguales e injustos que padecían los comerciantes de Torrelavega por el banco dominante en toda la provincia, el Banco Mercantil de Santander. Con la creación del Banco se iba a cumplir la promesa que Santiago Sañudo Solórzano le había hecho al director de la sucursal que el Banco Mercantil tenía en Torrelavega.

         El director de esta sucursal le espetó a Santaigo Sañudo por las protestas por el trato descriminado: “Si no esta usted de acuerdo con lo que ofrezco, ponga usted un banco”, Santiago Sañudo Solórzano, seguro de si mismo, le respondió: “No tenga usted ninguna duda que lo haré”. Dicho y hecho. Un año después se iba a crear el Banco de Torrelavega. El día elegido, el 12 de mayo por la mañana, sobre el medio día, un día de primavera, de las primaveras de entonces. La formula un pacto entre iguales. El 50% del capital lo suscribieron comerciantes de la ciudad del Besaya y la otra mitad el Banco de Santander que por entonces era un banco de muy pequeño tamaño.




Santiago Sañudo Solórzano

          Ese día se iban a reunir importantes comerciantes asentados en la burguesía local. Lo hicieron en el despacho del Notario de Torrelavega, José María del Hoyo y Gutiérrez del Olmo. El primero en llegar fue Santiago Sañudo Solórzano, importante industrial del calzado y uno de los artífices en la creación del Banco de Torrelavega. Llegó con su inseparable amigo, el médico tocólogo, Ramón Miguel y Crisol, con una imagen inconfundible: capa castellana negra (de ahí el apodo del “hombre de la capa”), con bigote retorcido hacia el cielo donde tenia depositados cabales pensamientos.




Saturnino Briz Larín

           Después fueron llegando los demás: Hermenegildo Fernández Sainz, conocido farmacéutico, con farmacia en los soportales de la Plaza Mayor, hombre de cabeza despejada y gran conversador. José Molleda Ugarte, comerciante e industrial, nacido en el pueblo de los torreones de Cartes con fábrica de calzado en la calle Hermilio Alcalde del Río, también con bigotes pero sin mirar tanto para el cielo. Más tarde lo hizo el comerciante de coloniales, Herminio Azcarate Campo, con tienda de ultramarinos en la calle Joaquín Hoyos, esquina a la hoy llamada calle Consolación.
          Después entró el que sería el primer Presidente del Banco de Torrelavega, José Arce López, indiano, con importantes propiedades en las Islas Filipinas, concretamente en el pueblo de Juban de la provincia de Sorsogon y que siempre representó un punto de encuentro, decisivo, entre los dos bancos, entre la matriz, el Banco de Santander y el filial. José Arce López llegó junto a los tres representantes del Banco de Santander, cumpliendo  el acuerdo al que se había llegado el 15 de abril: Saturnino Briz Larín, José Calderón García y José Luis Gómez García. Los últimos en llegar fueron los comerciantes de Torrelavega: Pedro Matías Gómez Sánchez, Fidel Ramón Palacio y Jacobo Díaz Iglesias. Es decir, doce personas, tres de Santander y nueve de Torrelavega.  Ese día quedó constituido oficialmente el Banco de Torrelavega y su primer Consejo de Administración.

Para más información ver el libro  del mismo autor que este blog, El Banco de Torrelavega 1920/1942, editado por Gráficas Quinzaños.