martes, 30 de abril de 2013

José Obeso Revuelta (1884-1952), alcalde de Tanos



           José Obeso Revuelta (1884-1952) nació en Tanos, Torrelavega, el día 25 de diciembre de 1884. Fue uno de los dos hijos del matrimonio formado entre Joaquin Obeso que era natural de Tanos, y de Catalina Rebuelta (sic) que había nacido en el lugar de Vargas. El otro fue una niña a la que pusieron el nombre de Obdulia. Cuando contaba 26 años, el ganadero de Tanos, Joaquin Obeso Rebuelta se casa, el día 12 de enero de 1884 en la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, con Catalina Rebuelta y Velar de 19 años, labradora y natural de Vargas. Los abuelos paternos de José Obeso Revuelta eran naturales y vecinos del pueblo de Tanos: Antonio Obeso y María Rebuelta (sic). Y por línea materna naturales y vecinos de Burgos: Jose María Rebuelta y Agustina Velar. Era costumbre en aquella época que los varones comenzaran a trabajar muy pronto. Había mucha necesidad. José Obeso empezó con 12 años en la Tejera fabricando ladrillos y tejas. Más adelante trabajó en las Minas de Obregón, después fue albañil hasta acabar en un oficio que le reportaría cierta notoriedad, el de cantero. Llegó a capataz de los obreros municipales del ayuntamiento de Torrelavega y fue Secretario de la Sociedad de Canteros, creada en 1902. Ocupó este cargo en dos periodos, de 1904 a 1908 y de 1911 a 1917 hasta llegar a ser, este mismo año su presidente. En 1919 es nuevamente relegido para ocupar el cargo de presidente de los canteros de Torrelavega. Sus cualidades personales y su gestión le aúpan y es elegido por sus convecinos como alcalde de barrio y presidente de la junta administrativa de Tanos desde enero de 1916 hasta 1924. En este año cesa en el cargo al desaparecer esta entidad administrativa menor al pasar a depender directamente del ayuntamiento de Torrelavega. Eran los tiempos de Miguel Primo de Rivera. Su gestión fue fructífera y exitosa para las gentes y el pueblo de Tanos. Como obras más relevantes destacamos la construcción de las escuelas, primero, de niños en 1917 y tres años después la de niñas. Unificó los lugares de Lobio y Tanos en uno solo que pasará a denominarse Tanos. Lleva a su pueblo la luz eléctrica y el alumbrado público entre 1921 y 1923. Se construye la carretera al cementerio donde se implica de una manera destacada Alfredo Fernández-Vallejo Velarde hijo del que fuera alcalde de Torrelavega Joaquin Fernandez-Vallejo y Fernández Castanedo (1842-1883) Y por último durante su mandato se renueva la tubería de agua de las 3 Fuentes y se instalan cuatro más en la Avenida Fernández-Vallejo. Fue elegido para desempeñar otros cargos como el de Presidente de los campesinos del Partido Judicial de Torrelavega entre 1925 y 1934 y Presidente de la agrupación de empleados municipales entre 1931 y 1934.
             José Obeso Revuelta, cuando contaba 21 años, contrae matrimonio con Leontina García Fernández que por entonces contaba 19 años y era hija de Ramón García natural del pueblo de Molledo y de Balbina Fernández nacida en Campuzano. La ceremonia se celebra el día 18 de febrero de 1905 en la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de Tanos. Tuvieron 9 hijos: Maria, Piedad, José, Manuel, María (la primera con el mismo nombre ya había fallecido), Leodora, Leontina, Isidora y Jesús. Hombre comprometido, de profundas convicciones sociales, continuó desempeñando  las funciones de capataz de los obreros en el Ayuntamiento de Torrelavega hasta la entrada de las tropas franquistas en la ciudad con motivo de la guerra incivil Española. Entonces fue despedido y más tarde detenido, siendo acusado de rebelión militar. Ingresa en la cárcel provincial de Santander el día 2 de septiembre de 1938 formándole un consejo de guerra con procedimiento sumarísimo, número 23.146. Sin embargo, y tras pasar varios meses en prisión, fue dictada sentencia, el 19 de diciembre de 1938, siendo absuelto de todos los cargos con muchos pronunciamientos favorables. José Obeso Revuelta falleció a los 68 años, el día 19 de abril de 1952. Sus restos reposan en el cementerio Civil de Geloria en la Llama de Torrelavega, a donde fue llevado a hombros de cuatro albañiles, tras la negativa del entonces cura de Tanos de darle cristiana sepultura, como era su deseo.