viernes, 17 de enero de 2014

Alexis Etchart Mendicouague (1850-1929) con tenería francesa



           
 La industria de la piel nace en la villa de Torrelavega en el siglo XIX a través de los emigrantes franceses que buscan para instalarse lugares cuya principal base económica sea la crianza de ganado vacuno. Algunos vieron negocio en los subproductos del ganado. Estos primeros emigrantes enseguida se dan cuenta de las bondades de su experiencia y reclaman a otros familiares que inician el viaje. Este grupo, muy bien organizado, forma una comunidad con importantes lazos fraternales. Se esfuerzan en mantener sus tradiciones y costumbres hasta tal punto que en las mismas tenerías celebraban las principales fiestas francesas llegando incluso a cantar en algunas de ellas La Marsellesa. Vienen de pequeñas localidades del sur de Francia y se casan unos con mujeres  de aquí, otros con hijas de franceses, y casi todos dejan numerosos descendientes que se convierten, la gran mayoría, a la nacionalidad española modificando alguno de sus apellidos.
            Cuando Thèrèse Mendicouague Aguer (1822-1893), más conocida por “Sallaber”, da a luz en Abense a Alexis Etchart Mendicouague (1850-1929), su marido, André Arhex Etchart, no pensó que su hijo iba a construir una fábrica de curtidos en Torrelavega. Abense era, en aquel tiempo, una pequeña población de no más de 650 habitantes perteneciente a la región francesa de Aquitania en los Pirineos franceses. Por tanto la historia del industrial Alexis Etchart Mendicouague, que en el último tercio de mil ochocientos llega a Torrelavega y construye una tenería francesa, comienza a gestarse en la región de Aquitania. Allí habían nacido muchos de sus antepasados. Por ejemplo su abuelo, André Arguinsol Etchart, que había nacido en 1815 y era hijo de Jacques Arguinsol (1785-1855) y de Marie Etchart que lo había hecho en 1790. Su madre, Thérése Mendicouague, nacerá el día 19 de septiembre de 1822 en Idaux-Mendy también perteneciente a la región de Aquitania. Era hija de Arnaud Mendicouague (1792-1874) y de Marie Casenave-Sallaber (1794-1866). De este matrimonio nacerán, además de Thérése, cinco hijos más: Margarite (n.1817), Ambroise (n.1820), Marie (n. 1825), Jean (n. 1830) y Jean-Pierre (n.1833).
            Los padres de nuestro comerciante, André y Thèrèse, contraen matrimonio, el día 24 de junio de 1847, en la iglesia de la villa de Abense de-Haut. Tendrá este matrimonio, además de Alexis, cinco hijos más: Arnaud que lo hará un martes, 26 de septiembre de 1848. Jacques, que nacerá el día 17 de julio de 1851. El cuarto hijo, que verá la luz el 2 de mayo de 1856, será una niña a la que pondrán el nombre de Anne. Y cinco años más tarde, cuando su padre contaba 46 años y su madre Thérése 38, lo hará, el 24 de septiembre de 1861, su hermana Dominique. El sexto y último hijo se llamará André que nacerá el día 12 de octubre de 1863.
            Dos hermanos de Thérése, la madre de nuestro biografiado, Ambroise (n.1820) y Jean-Pierre Mendicouague Casenave (n.1833) son los primeros que emigran de Francia e instalan una tenería francesa en el barrio de Pronillo de Santander. Posteriormente serán los conocidos curtidores Pedro y Ambrosio Mendicouague. Ellos son los que convencen a su sobrino y ahijado Alexis a iniciar el mismo camino. Llega de los Pirineos franceses desde Abense y después de aprender el oficio con su tío, instala otra fábrica de curtidos, esta vez en Torrelavega.
            Con 71 años fallece, el martes día 14 de marzo de 1893, la madre de Alexis, en la “casa de los Mendicouague” situada en la parte alta de la ciudad de Maulèon. Era costumbre que en aquellas casas vivieran varias familias.
            Alejo Etchart Mendicouague,  después de aprender  el negocio en la tenería de su tío y padrino en Santander,  decide instalarse por su cuenta en Torrelavega. Lo hace en 1875, cuando contaba 25 años. El lugar escogido: la zona denominada Mies de Vega. Previamente adquiere  una finca “en un punto llamado Porreo” que es donde construye la fábrica de curtidos. Además, también será propietario en Campuzano de un molino de cortezas de árbol, necesarias para el curtido de las pieles. Su fábrica de curtidos llegó a producir más de 20.000 pieles anuales.
            Alejo Etchart Mendicouague se casó con la francesa Dominique Kiliscabia Erecart y en segundas nupcias con Antonieta Maytic Chorho, de la misma nacionalidad que la primera. No tuvo descendencia en ninguno de los dos matrimonios. A los cuatro años de haber construido su fábrica decide hacerse una casa donde vivir. En Mies de Vega, como la fábrica, cerca de “La Quebrantada”.
            En el verano de 1888 Alejo decide constituir, el día 30 de junio, una sociedad con el comerciante y vecino de villa de Torrelavega Julián Zubeldía y Peña. Para ello acuden al despacho del notario de la villa Carlos Fernández de la Fuente y crean la sociedad Etchart y Zubeldía cuyo objeto era “establecer juntos una fábrica de curtidos, tenería francesa, y un establecimiento tienda con objeto de expender los productos de su fábrica y otros artículos del comercio en el Paseo de Posada Herrera”. A los siete años deciden disolver la sociedad. Para ello acude con su socio  al notario y vecino de la villa Vicente Polanco y Ruiz, el día 6 de junio de 1895. La disolución llevaba implícito la realización de un inventario general de la sociedad y un reparto de bienes entre los dos socios. Le correspondieron a Alejo Etchart Mendicouague, al igual que a su socio, 89.358 pesetas. Una vez disuelta esta sociedad decide constituir otra con un nuevo nombre: Alejo Etchart.




               No fue Alejo Etchart Mendicouague una persona con una vida social muy intensa. Quizás influyó el hecho de no haber tenido hijos. Sí tenemos constancia de su participación en los órganos de gobierno de la Sociedad Círculo de Recreo de Torrelavega. Ocupa el cargo de tesorero desde 1887 a 1891, llegando a desempeñar la vicepresidencia durante 1903 y 1904. Junto a Juan Obregón Aguilar y Demetrio Herrero Proigas es uno de los tres propietarios del Teatro Principal.
            Alejo Etchart Mendicouague fue el padrino en la boda celebrada el día dos de diciembre de 1899 entre Ramón Peña Pérez, empleado en su tenería, y Luz Inchaurtieta Bilbao. De esta unión nacerá en 1902, el día 3 de enero, su primer hijo, el que llegará a ser un destacado fabricante de calzado, y alcalde de Torrelavega en 1938, Alejo Peña Inchaurtieta (1902-1962). Al niño le pondrán el nombre de Alejo por su padrino de bautismo: Alejo Etchart Mendicouague. También sabemos que mantenía una buena relación de amistad con Eugenio Lannefranque con “Zapatería Francesa” en la calle del Comercio.
            Forma parte de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio e Industria de Torrelavega. Su elección se produce el domingo, 25 de mayo de 1913, a las 11 de la mañana. Permanece en el cargo hasta el día el 31 de diciembre del año siguiente.
            El verano de 1919 fue complicado para él y su fábrica. El estío de ese año había sido muy movido desde el punto de vista laboral. Los desacuerdos entre los obreros de la fábrica de curtidos y su dueño, Alejo Etchart, parecía que eran insalvables. La huelga convocada por los obreros fue dura. El patrón de la empresa decidió “expulsar con carácter irrevocable” a los obreros que seguían en huelga y paralizaban el trabajo. Entre los empleados que trabajaban en la fábrica de curtidos de Alejo Etchart citamos a los obreros Gregorio Recio y Gregorio Reigadas.
            Además de la tenería francesa y el molino de cortezas, Alejo Etchart Mendicouague regentó desde 1918 a 1923 una “Casa de la Banca”. Mientras que en los países cercanos el número de bancos que operaban eran numerosos, en España por el contrario  eran llamativamente escasos. Este déficit se contrarresta por la existencia de las “Casas de la Banca”. Estas entidades menores, que suplían la carencia de bancos, eran regentadas por comerciantes. También tuvieron “Casa de la Banca” en Torrelavega, César Campuzano Ruiz (1918-1923), E. Cabrillos (1922-1923) e Isidro Díaz- Bustamante Blanco (1922-1923).


            El día 20 de octubre de 1923 firma su testamento con el notario de Santander José Santos Fernández. Un mes y unos días antes de su fallecimiento, el día once de octubre de 1929 lo modifica. El notario, el mismo. Deja “heredera en usufructo vitalicio de todos los bienes y acciones de mi propiedad” a su esposa Antonieta Maytic Chorho y como nudos propietarios a sus primos, Dolores, Asunción, Cecilia, Amparo, Margarita y Pedro Mendicouague López a partes iguales. Además, en el mismo testamento hace algunos legados postergados hasta la muerte de su segunda esposa:
1.- “Para el Asilo de Pobres de la ciudad de Torrelavega, 25.000 pesetas que serán invertidas en comprar una Lámina Intransferible para que el Asilo disfrute a perpetuidad de la renta que produzca”.
2.- “A la Iglesia Parroquial de Torrelavega 10.000 pesetas para que invertidas en Láminas Intransferibles se depositen en el Obispado de Santander y pueda disponer la parroquia con la sola obligación de decir en cada año nueve misas por mí y nueve por mi esposa Antonieta”.
3.- “A la Iglesia Parroquial de mi pueblo natal Abenz de Haut 20.000 francos franceses con la obligación de decir todos los años nueve misas por mí y mi esposa Antonieta Maytic Chorho”.
4.- A su prima Asunción Mendicouague López 50.000 pesetas y “todo el ajuar de casa o sea muebles, ropa blanca y demás enseres de uso exclusivamente doméstico”.
5.- A su prima Asunción Mendicouague López 25.000 pesetas. Deja, también diversas cantidades a su ahijada Dolores Ribalaygua Mendicouague, a sus sobrinos José y Juan y a su otra ahijada Mercedes Urruti Garay López. Y por último nombra albaceas universales a Jaime Ribalaygua Carasa, marido de Dolores Mendicouague López; al arquitecto Antonio Basterrechea Cortaeta y al director y consejero del Banco de Torrelavega, Gabino Castillo Cagiga. Además hizo un magnífico regalo a la iglesia de la Asunción de Torrelavega: la escultura de madera policromada y el sepulcro del Cristo Yacente que se venera con fervor.
            El día 25 de noviembre de 1929 fallece Alejo Etchart Mendenicouage en su domicilio, segundo piso del número 27 de la calle Posada Herrera de Torrelavega, cuando contaba setenta y ocho años. Sus restos reposan en el panteón familiar de Pedro Mendicouague López en el Cementerio de Ciriego en Santander.



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