jueves, 12 de julio de 2012

Rafael Barret (1876-1910), escritor, periodista y ensayista


Rafael Barret y Alvarez de Toledo nació el 7 de enero de 1876 en Torrelavega, donde su padre, que se declaraba literato, parece que  trabajaba para el ferrocarril. Hijo de George Barrett Clarke y María del Carmen Alvarez de Toledo y Toraño. Estudió Ingeniería de Caminos en Madrid, donde comenzó a relacionarse con los jóvenes intelectuales de la llamada “Generación del 98”. Entabló amistad con Valle-Inclán, Ramiro Maeztu y Baroja. El primer artículo conocido de Barrett en España se publicó en la “Revista Contemporánea”. Su entrada en la vida pública fue a golpe de escándalo. Retador y duelista, fue descalificado por un Tribunal de Honor. Rechazado y expulsado por la sociedad madrileña, emigra a América hacia finales de 1902, y allí nace un nuevo Barrett. Se instala en Buenos Aires y se dedica a las matemática, una de sus grandes aficiones. Escribe varios artículos en los diarios locales. En 1904 viaja a Paraguay como corresponsal para informar sobre la revolución que allí había estallado. Simpatiza con los jóvenes intelectuales que en su mayor parte se habían sumado a la Revolución, y se queda allí dedicándose de una manera más intensa al periodismo. En 1906 contrae matrimonio con Francisca Solana López Maiz, con la que tiene un hijo. En ese  tiempo es cuando enferma de tuberculosis. A partir de 1906 sus escritos son cada vez más críticos, más comprometido con la denuncia de las injusticias sociales, hasta identificarse explícitamente con el anarquismo. Da conferencias y crea una revista.  En 1908 se produce otra revolución militar, y Barrett es detenido, encarcelado y desterrado al Matto Grosso y luego a Montevideo, donde continua escribiendo, dando conferencias y participando en tertulias. La obra de Rafael Barrett es corta como su vida, pero su pensamiento ha tenido una gran influencia en Hispanoamérica. Tres grandes escritores: Roa Bastos, Borges y Rodó, han expresado su profunda admiración por la obra de Barret. La tuberculosis que padecía se agrava, y consigue que le nombren corresponsal en Europa para poder ir a Paris e intentar curar su enfermedad. Muere en Arcachon a los 34 años,  el 17 de diciembre de 1910.