martes, 3 de julio de 2012

La mujer y la caza en el siglo XX


Desde los comienzos en las montañas de Cantabria vivían a sus anchas una gran variedad de  animales que ocupaban buena parte del territorio. Muchas veces, incluso, debían defenderse de su acecho. Había que cazar para no ser cazado. Los primeros pobladores aprovechaban estos recursos naturales para satisfacer sus necesidades alimentarias. Además encontraron la forma de hacer la vida más agradable. Idearon la forma, con utensilios rudimentarios, de hacer abrigos para protegerse, lugares donde descansar, zapatos…. Pasaron los años y la caza dejó de ser de subsistencia. Se transformo en afición y deporte. En nuestros montes está afición también calo entre el genero femenino. Fueron poco a poco incorporándose a este quehacer. Eran días que se iniciaban  muy pronto y que acababan en buena camaradería. Las armas, el transporte, en este caso en un Fiat Topolino, y por supuesto el sabueso cántabro hacían lo demás.