La música en general y el órgano en particular son esenciales en las litúrgicas cristianas. La tradición ha valorado mucho este
instrumento. El órgano de la iglesia de
Nuestra Señora de La Asunción de Torrelavega, de estilo romántico, fue construido en 1916 por la casa
Eleizgaray en Azpeitia de Guipúzcoa. Por lo tanto se trata de un órgano centenario. Fue diseñado por el ingeniero alemán
Albert Merklin bajo la supervisión de una comisión encabezada por el Padre Nemesio
Otaño, organista, compositor y director de la Schola Cantorum y de los
programas de estudios y difusión musical de la Universidad Pontificia de
Comillas. Este órgano ha sido declarado Bien de Interés Cultural, BIC, único en
nuestra ciudad con categoría de bien mueble. Nos sentimos, por tanto, orgullosos por este
reconocimiento. Fue el arquitecto que hizo el templo José María
Basterra el que diseñó el proyecto de la caja del órgano acomodándola al
estilo de la iglesia donde destaca el rosetón que está en el frontis.
En la antigua iglesia de Nuestra Señora de
la Consolación de la villa de Torrelavega situada en la Plaza de los Granos existió
un armonio que se tocaba cada año por un organista durante la novena de la
Virgen del Carmen. Es posible que dicho
organista fuese Cándido Lucio Ramos, que
participó en la consagración del nuevo templo de la Asunción en 1906. Para la
inauguración de la nueva iglesia de la Asunción en 1901, el Conde de Torreanaz,
Ramón Fernández Hontoria, cedió un
armonio de 20 registros que hizo traer desde Madrid, para acompañar el solemne
Te Deum, cantado por el Orfeón de la villa y acompañado por una nutrida orquesta. Hubo
que esperar 16 años para que la flamante iglesia de Torrelavega pudiera posee
un órgano, acorde con su excelsa arquitectura.
Instalado en el coro alto de nuestra iglesia parroquial.
Es un gran órgano, que
fue donado por Vicenta Astúlez, hermana
de Alonso, uno de los principales
promotores de
la construcción del templo. Dice una
inscripción: “Donativo de Vicenta Astúlez Velarde. 15 de agosto de
1917". Unos días antes, el 12 de agosto tuvo lugar un concierto a
puerta cerrada por el Sr. Eleizgaray. La inauguración oficial ocurrió en
los días centrales de la Patrona de ese mismo año. El martes 14 de agosto de 1917, a las 4 de
la tarde, actuaron los organistas Nemesio Otaño y Cándido Alegría y completando
el programa cantaron los señores Arredondo e Iturriza. En la misa mayor del día 15, festividad de la Patrona, se interpretó la Misa de Santa Cecilia de
Cicognani, por una capilla compuesta por músicos de Santander y Bilbao.
Para la adquisición del órgano se formó
una comisión formada por prestigiosos
organistas: Emilio Aguirre, organista de la catedral de Santander, Cándido
Alegría, organista de la parroquia de Santa Lucía, de Santander y Félix Apellániz, organista de nuestra parroquia, presidida por
el eminente musicólogo y organista Padre
Nemesio Otaño. La idea comenzó a tomar forma con el
organista Félix Apellániz, procedente del seminario de Vitoria y la ayuda Emilio Revuelta que era el párroco. Una vez conocido el proyecto definitivo del órgano
el Padre Otaño hizo unas indicaciones para mejorar el instrumento en un informe
presentado al párroco Emilio Revuelta Ruiz y firmado por la citada comisión,
planteando algunas reformas para que la
parroquia posea un órgano soberbio...será el primero de nuestra provincia. Aprueban el proyecto de la casa Viuda de
Amezua, F. Eleizgaray y Compañía, de Azpeitia, cuyo director técnico, como ya hemos dicho, era
el ingeniero alemán Albert Merklin,
sobrino del gran organero Joseph Merklin.
El proyecto elegido era un órgano de dos teclados de 56
notas y pedalero de 30 notas. Con 21 registros y 7 pedales de combinación, más
28 registros supletorios de combinación libre y seis de fija. El ingeniero
Merklin amplió el proyecto de acuerdo con las indicaciones del Padre Otaño,
aumentando algunos registros, -aunque no exactamente los que proponía don
Nemesio,- resultando de este modo un
instrumento perfecto. La caja presenta una
fachada neogótica diseñada por el propio arquitecto del templo José María de
Basterra, que se integra en la arquitectura y sobre todo con el gran rosetón de
la fachada principal. Poseía un sistema de transmisión
mecánico-neumático, pero ha sido electrificado, conservando varios juegos en
estado original.
Pertenece al estilo romántico, con 24
registros que aportan una gran variedad tímbrica, así como diez mecanismos de
combinación de juegos y regulación del volumen. Sus dos teclados y pedal
permiten una amplísima gama de sonidos a través de sus 1400 tubos.
La importancia de nuestro
órgano radica en ser uno de los primeros
que adoptaron este sistema neumático. La casa Eleizgaray fue pionera en la
introducción de este sistema, pues era una de las más prestigiosas de España a
finales del pasado siglo y principios del siguiente. Está constituido por una
gran caja que ocupa casi por completo la anchura de la nave central del templo,
precedida por una espléndida fachada de madera, de estilo neogótico, acorde con
la estética arquitectónica del edificio. La consola con los teclados se sitúa
delante de la fachada, dejando aún cierto espacio para la ubicación de un
mediano conjunto coral.
Así mismo, su sonido ha sido alabado por los
grandes intérpretes que han acariciado sus teclados, tanto por la calidad de los materiales como
por la brillantez y expresividad de sus juegos. En él han tocado grandes
intérpretes del instrumentos como Marie Claire Alain, Philipe Levfebre, Guy Bovet, Daniel
Chorcempa, Ferdinand Klinda, José Manuel Azcue , Esteban Elizondo, Montserrat
Torrent, Mario Duella, Handel Cecilio, Juan de la Rubia, Thomas Ospital, …
En 1997 el órgano fue restaurado.
Intervinieron los expertos organeros Azpiazu e Hijo de Azpeitia que ya había
restaurado los órganos de la catedral de Sevilla, León, Ibiza y de numerosas
iglesias y conventos de España. Al concluir estos trabajos fue reinaugurado el
31 de enero de 1998 por el organista José Manuel Azcue y La Coral de
Torrelavega. Se aprovechó el acto para dar un cálido homenaje al músico Juan
José Mier que había fallecido el verano anterior en la playa de Liencres. Enrique
Campuzano, en la actualidad, organista de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción confirma el gran nivel en que se
encuentra el órgano: “ es quizás, el mejor de la región, una verdadera joya”.